Capítulo 10: River Evans

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Hola; ) Chanchanchan... (Música tétrica de fondo) XD Nuevo capítulo y nuevo chico aparece en la vida de Otsoa. Y bueno sigo agradeciendo a las personas que la leen, que votan... que hacen que me anime a seguir a escribir la novela. Me gusta saber que opináis así que dejad vuestros comentarios pls ;) Bueno, espero que disfrutéis:-D

P.O.V. River:
La chica más hermosa que hay en la faz de la tierra vivirá conmigo. Es como un sueño hecho realidad. Ese tal Vyron me había advertido que no me acercara. ¿Cómo iba a estar un año sin poner un solo dedo encima de ella? Me haré una promesa ami mismo, no la tocaré bajo ningún concepto. Pero ella es perfecta. Amable, cariñosa, simpática, graciosa, inteligente, guapa... ella era la chica que tanto ansiaba en buscar.

Vi como venía hacia nosotros mientras una oleada de viento chocaba en mi cara con un rico olor a chocolate y crema de avellanas .

-¿Sabes en que clase estas?- Pregunté.

Alzó su cabeza, nuestros ojos se encontraron.

Ella había llorado.

Me levanté y me acerqué a ella.

-¿Estás bien?- Puse mis manos en su lindo rostro haciendo que me mirará.

Mierda.

Ya la había tocado.

-Si- Sonreía ella, tratando de esconder lo que le pasaba.

-Bueno, se que acabamos de conocernos pero si quieres, puedes hablar conmigo- Asintió.

-¿Puedes ayudarme?- Dijo con voz rota y que apenas se la oía.

-Claro-

Nos dirigimos hacia el despacho. Toqué dos veces hasta que escuché la voz del director.

-¿Qué te trae por aquí Evans?-

-Ella es Otsoa, la nueva. La estoy ayudando a integrarse- El director miró de arriba abajo a Otsoa.

-¿Es una chica?-

-Si-

-¿En que habitación está?-

-En la 321-

-¿Está en una habitación de chicos?-

-Si, vive conmigo- El director se quedó un buen rato pensando.

-Vaya, no podemos hacer nada. No hay habitaciones para chicas libres. Aunque hay una habitación cerca del sótano, pero creo que estarás mejor en la habitación aunque sea con un chico. Evans, confío en ti. Cuídala. Ella permanecerá contigo en todas sus clases. Acompáñela y ayúdela en todo lo que puedas- Asentí.

Salimos del despacho.

-¿Prefieres vivir en un sótano lleno de mierda, ratas carnívoras que te comerán por las noches y asquerosas cucarachas? ¿O vivir en una habitación cómoda, iluminada, sin ningún bicho o rata carnívora que te coman?- Escuché como se reía.

No sabía lo feliz que me hacía.

-Prefiero vivir en la habitación- Por fin habló.

-Bien , las clases empiezan mañana. Hoy hay día libre, ¿Quieres ir a algún lado?- Se quedó pensativa por unos minutos

-¿Qué tal una heladería?- Sonreía y le sonreí de vuelta.

-Marchando-.

Fuimos al garaje donde se encuentra los coches de los alumnos. Nos dirigimos a mi deportivo y le abrí la puerta del coche para que entrara. De nuevo, ese rico a chocolate y crema de avellanas inunda mis fosas nasales. Me senté en el asiento del conductor y empecé a conducir. Salimos del centro y nos dirigimos a una heladería muy famosa.

-¿Kapricho's? - Dijo ella extrañada.

-Si, es una heladería muy famosa por sus ricos helados- Nos bajamos del coche y entramos por la puerta principal de la heladería.

Nos sentamos en una mesa esperando a que tomaran la orden.

-¿Qué queréis de helado?- Una chica rubia de ojos azules no más de 15 años nos tomaba nota.

-Yo tomaré un helado de nata, Nutella, Kit Kat y Lacasitos- La chica tomaba nota mientras me miraba con cara de psicópata.

-Bien, pues yo pediré un helado de nata, Kit Kat, Oreo y Lacasitos- La chica tomaba nota, pero sin quitarme la vista de encima.

Le estaba tomando nota a Otsoa no ami, me molestó que no la mirara.

Cogí la mano de Otsoa y entrelacé sus dedos con los míos, ella me miró sorprendida.

La camarera se fijó en nuestras manos.

-Ahora mismo los traigo - Le dijo a Otsoa mirándola.

Cuando la camarera se fue, me di cuenta de que muestras manos seguían entrelazadas.

-Perdón- Quité mi mano de la suya.

-¿Por qué has hecho eso?- Preguntó, creo que sentía un poco de confusión y algo de ¿molestia?

-Lo siento, te estaba tomando nota a ti en cambio no dejaba de mirarme. Cogí tu mano para que se fijará de que veníamos juntos y que por un segundo te mirara- Vi como sonreía, eso me hizo sentir mucho mejor -Yo, lo siento si te ha molestado-

-En realidad... no me molesta- Dijo en tono bajo y tímidamente, pero que se podía oír.

Joder River ¿por qué no puedo cumplir la maldita promesa? ¿Por qué no puedo dejar de poner un dedo encima de ella?

Ella me volvía loco.

Ahí volvía de nuevo la camarera con nuestras órdenes.

-¡Qué aproveche!- Dijo Otsoa mientras se metía una cucharada de helado en su boca.

Empecé a reírme.

-¿Qué? - Me miraba ella extrañada.

-Nada, solo, que se te ve muy feliz comiendo el helado- Ella sonreía, eso me hacía ser el hombre más feliz de la tierra.

-Me encanta el helado y las oreos- Puso sus manos en su cara mientras se comía su helado.

-Mmm... así que tenemos una come oreos ¿no?- Ella me miró con una mirada fulminante pero divertida a la vez.

-Si, soy una come oreos- Decía entre risas -¿Y que hay de ti? ¿Que te gusta comer?- Cuando me dijo que me gustaba comer.

Me perdí en mi mundo de Lacasitolandia, mi mundo de Lacasitos creado por mi mente.

-Lacasitolandia- Pensé en voz alta.

Ella empezó a reír.

-¿Así que eres un come Lacasitos?- Dijo con lágrimas en los ojos de la risa

-Si, tengo muchos en la habitación. Ni se te ocurra tocar mis Lacasitos. Son mis Lacasitos sagrados- Volvió a reírse.

Levantó sus manos como rendición.

-¿Qué pasa si tocara tus Lacasitos? - Dijo de forma divertida.

-Mmm... Déjame pensar. Sufrirás la ira de un amante de Lacasitos- Volvimos a reír.

Después de estar un buen rato hablando sobre muestras vida, me alegraba saber más sobre ella. Decía que era hija única pero que le hubiera gustado tener un hermano. Luego, me habló de ese tal Vyron. Me dijo que eran novios, pero que estarían separados por un tiempo. Y de qué tenía miedo de que él se cansara de esperar. El hecho de que mencionara a su novio no me importaba. Sólo de verla sonreír y saber que fui yo quien causó esa gran sonrisa en su rostro, hace que nada más me importe en esta vida, solo ella. Su novio, tampoco me importaba, mucho menos sus advertencias. Porque eso era, solo de verla sonreír y saber que fui yo el causante de esa linda sonrisa, hacia que nada más me importará en esta vida. Sólo ella.

Hola:) No olviden comentar, me gusta saber lo que piensan sobre la historia. Muchas gracias ;)

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