Encontrando Una Mamá (Fanfic Ken Sato)

Capitulo 11|FDK

Una sonrisa escapo de mis labios mientras veia a Ely entrar a su habitación, despidiéndose con una sonrisa, suspiré, tal vez embobado, tal vez hipnotizado.

No podia creerlo, la había besado, y no solo una vez, sino varias. Trate de calmarme e ir a ver como estaba Emi, hasta que note la mochila de Ely.

Curioso me acerque a ver que tendría, podría doblar su ropa y dejársela cuando estuviera dormida, empece a doblar su ropa con medida que la iba sacando, hasta que encontré una mascara.

Note como se me hacia parecida, saque mi teléfono y busque las noticias sobre Spidergirl, notando que era la misma máscara, tenia el mismo raspón roto debajo de el ojo derecho. ¿Ella también era una heroe?

Guarde la máscara en mi bolsillo y deje lo que estaba haciendo para ir por Eleanor, pero al asomarme por la puerta, vi como dormia, no pude evitar sentir ternura al verla, pero ignore ese sentimiento, debía estar enojado con ella.

Cerre la puerta y fui a ver a Emi, recordando lo que había sucedido en la ciudad. Arrepentido de haberle fracturado el brazo.

Senti una fría mano en mi hombro, me asuste y voltee a ver quien era, viendo que era mi padre.

-Ten más cuidado -.Dijo extendiendome la máscara de Eleanor, trate de decir algo, pero me quede callado y la tome, guardandola en mi bolsillo de nuevo y verificando que no podia caer.

-No se por que me siento... enojado -.Admiti luego de unos minutos eternos llenos de silencio.

-Tener una relación y ser un héroe es difícil -.Baje la mirada para verlo.-Supongo que Lizzy no te dijo nada tal vez por miedo, tal vez para no ponerte en peligro, nada se sabe, pero no debes juzgarla, apoyala. Ella ha estado haciendo eso contigo y con Emi desde que llego.

Sentí una leve sensación de alivio, sintiendo como me calmaba y el cariño volvía a mi.

-Gracias papá -.Murmure con una sonrisa.

-Vigilare a Emi por ti, tu ve con Lizzy -.Asenti ante sus palabras, dejando la máscara en su lámpara cuando llegue con ella.

-Muévete un poco -.Susurre para no despertarla tanto, hasta que con algo de sueño se movió, dejándome un espacio, me acomode a su lado, abrazándola y hundiendo mi cabeza en su cuello, cerrando los ojos y arrullandome con el olor de su pelo.

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Los días parecían empezar a ser buenos, Kenji me invitaba a sus partidos, y cada vez que ganaba iba conmigo a festejar y a darme un beso, un gesto que tanto amaba.

El brazo de Emi ya estaba mejor, cuando había ido a verla al día siguiente, empezó a llorar y fue conmigo, abrazándome con fuerza, pero no tanta, también la abrace como pude, tratando de calmarla.

Claro, Kenji me había dado la típica charla de "Ser un héroe no es fácil" la cual duro dos horas, y cuando me dormí, se enojo conmigo. Haciendome prometerle que le contaría cualquiera de mis problemas.

Habíamos ido de viaje a la casa de la niñez de Kenji, me negue a ir ya que quería que fuera una salida padre e hijo, pero insistieron en no dejarme sola.

Mientras salia de bañarme (en realidad quería que el señor Sato y Kenji tuvieran un tiempo a solas) me dirigi afuera con ellos, aunque mi atención se fue hacia el cuadro de la madre de Kenji.

Una sonrisa apareció en mi rostro, era bellísima... Tanto como mi madre.

-¿En serio planeas dejarla a nuestro cargo? ¡Somos unos ancianos, Odette! -.Podia escuchar los gritos de mi tía May cuando mamá vino a dejarme con ellos.

Mamá había entrado en una depresión horrible por la muerte de papá, a tal punto que ya ni quería hacerse cargo de mi, dejándome con mis únicos parientes cercanos, mis tíos.

-Por favor, tía, ya no puedo soportar ver su cara, oír su voz o tan siquiera estar junto a ella. ¡Me estoy volviendo loca! -.Me había ocultado en el pequeño armario debajo de las escaleras, jugando con un pequeño juguete que me había traído de casa.

-¡Es tu hija, no puedes dejarla así como así! -.Grito mi tío Ben mientras trataba de persuadirla, era inútil, lo había tratado con ella y simplemente no me hizo caso.

-¡Entonces ya no es mi hija! -.Escuche como la puerta se cerraba de un azoton, salí lentamente del armario con lagrimas en los ojos, mis tíos fueron hacia mi y me abrazaron.

Le echaba de menos.

...

Seque mi pelo, hasta que sentí unas manos en mis hombros, Kenji.

Alce la vista sonriendo, paso sus brazos alrededor de mis hombros, abrazándome y acariciando la tela de mi camisa.

-Hueles bien, ya hacia falta que te bañaras -.Ofendida, agarre la toalla y le pegue con esta, Kenji salto levemente riendo y burlándose.

Me crucé de brazos y mire a otro lado, tratando de hacer que se disculpara.

-Cariño, era broma -.Se acerco a mi, tomando mi rostro de nuevo y dejando unos cuantos besos alrededor de mi cara. Rei y me deje besar.

Cuando por fin se separo, tomo la toalla y seco mi pelo, ayudándome. Hasta que termino y beso mi frente, abrazándome nuevamente y colgando la toalla en su hombro.

-Vamos, Emi esta impaciente porque no te ha visto -.Emocionada de verla, me fui antes de esperarlo, yendo hacia Emi, quien corrio hacia mi, empezando a jugar.

Podia ver como el señor Sato y Kenji hablaban, me alegraba que se hubieran vuelto más unidos que antes.

La última vez que habia hablado con mis tíos había sido hacia una semana, me habían dicho que se habían ido a renovar votos, claro, aprovechando que yo no estaba allí para molestarles.

Note como Emi se impacientaba viendo a la distancia, no traía los lentes puestos así que no podía ver mucho, hasta que los identifique.

Los FDK...

¿Y el señor Norman?

Algunos de los grandes jets tenían los modelos del señor Norman, nos habían estado cazando.

Asustada retrocedi, viendo como uno de los láseres de un jet me apuntaba, Kenji se puso de pie de inmediato con su padre, corriendo hacia mi.

Me paralice y trate de agacharme, pero Emi con un rayo de luz que salía de su boca derribo algunos, contando con el que me apuntaba.

Senti mi corazón calmarse, pero volvió a la preocupación cuando la piel de Emi empezó a cambiar, se notaba nerviosa.

Hasta que empezó a envolverse, iba a evolucionar.

Me aleje lo más posible, tratando de guiar al señor Sato conmigo por su pierna mala, pero llegaron más.

Y soltaron fuego...