Observaba aquellas tazas de té de tamaños y formas inusuales y unos relojes parpadeantes como si tuvieran vida propia mientras sentía caer en un vacío profundo, cuando de pronto, despertó.
Camil se había desmayado por unos segundos, pero rápidamente recuperó la conciencia, fue aproximándose a los cuerpos de los chicos que estaban inconscientes.
Esta los zarandeo con fuerza y poco a poco fueron despertando.
Los chicos se sorprendieron gratamente al observar aquella ciudad encantadora a la que habían llegado.
Esta poseía una arquitectura medieval con detalles fantásticos.
Las casas eran peculiarmente llamativas con bases forjadas sobre raíces retorcidas de árboles ancestrales y tejados en forma de libros gigantescos que cubrían las estructuras y sobre estas crecían brotes que daban un respiro de nuevos comienzos a sus visitantes.
Las casas colindantes entre sí, daban un toque pintoresco, con ventanas pequeñas y marcos de madera; creando una atmósfera acogedora.
Llegaron justo al momento de la puesta de sol, el atardecer evocaba la sensación como si hubieran retrocedido en el tiempo, aquella luz bañaba las calles en un tono dorado.
Las callejuelas eran empedradas y sinuosas entre las edificaciones de piedra y madera con fachadas irregulares que junto a los barriles de madera y macetas con plantas decoraban cada rincón.
Los faroles extraños y peculiares eran brotes que se alzaban iluminando en la parte superior a través de una gran gota de agua, parecida al rocío pero en tamaño gigante, esto hacia que la ciudad cobrara vida en la penumbra de la noche.
Las colinas como decoraciones de fondo con casas incrustadas en las laderas denotaban que la ciudad se extendía más allá de lo visible, era un lugar donde criaturas mágicas y personajes singulares habitaban sus callejuelas, donde secretos ancestrales aguardaban en cada esquina.
En la plazoleta donde se encontraban, se ubicaba aquella puerta misteriosa en el centro, como un especie de monumento de gran relevancia en el lugar, misteriosa e imponente.
La noche llegó sin avisar, las gotas de agua sobre los brotes comenzaron a brillar, iluminando las diferentes callejuelas de la ciudad.
El bullicio de la urbe cesó al caer el manto nocturno, dando paso al silencio.
Los niños avanzaban a través de la ciudad guiados por la brújula que señalaba la dirección donde encontrarían al mago Olán Zarazua.
Atravesaron varias calles, notaron en un callejón algo extraño, se acercaron y vieron como un fantasma negro se formaba de la oscuridad este soltó un alarido que casi los ensordece, huyeron a toda prisa mientras aquella criatura les seguía el paso, la noche era avanzada, corrían como si su vida dependiera de ello, aunque en realidad era así.
No tenían tiempo para pensar las cosas, solo se limitaban en seguir la dirección que la brújula les señalaba y huir de aquella siniestra aparición, habían avanzado por muchas callejuelas, iban exhaustos, sentían como si sus pulmones fueran a salirse, miraron hacia atrás y no vieron señales de aquella criatura monstruosa, la habían perdido, decidieron caminar rápido, mientras tomaban aire y nuevamente emprenderían a correr, no podían arriesgarse, pero sus pulmones los limitaban.
Cruzaron por un pequeño puente, luego avanzaron por una pendiente y más adelante el camino serpenteaba en una gran estructura de esquina, tardaron un par de minutos en rodearla y luego se desviaron hacia donde la brújula les indicaba, era una calle amplia que iba en línea recta y no alcanzaban a ver su fin.

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Pandemónium
Mistero / ThrillerEn una ciudad desolada por desapariciones extrañas, Yas, Oliver y Camil se verán embarcados en un viaje hacia un mundo distópico llamado Pandemónium, envuelto en oscuridad y locura, donde gobiernan las Mentalíforas que son enfermedades mentales que...