Capítulo 10 "Señora Snow"

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Coriolanus se despertó al día siguiente al escuchar la voz de su mayordomo llamando así que se despertó de golpe y miro al hombre mayor que llevaba una bandeja con la que vendría siendo el desayuno, el rubio se quitó las lagañas que tenía en sus o...

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Coriolanus se despertó al día siguiente al escuchar la voz de su mayordomo llamando así que se despertó de golpe y miro al hombre mayor que llevaba una bandeja con la que vendría siendo el desayuno, el rubio se quitó las lagañas que tenía en sus ojos para después parpadear algunas veces más para poder quitarse de encima ese sentimiento de dormición, una vez más se había quedado dormido en la oficina; sin embargo, era mejor eso a tener pesadillas con él en el bosque del distrito 12.

—¿Otra vez dormido en su oficina?— Pregunto el hombre mientras servía un poco de té en la taza de porcelana, Coriolanus sé sus manos por su cabello con el intento de que este estuviera presentable, dio un bostezo para después estirarse en su lugar.

—Tenía cosas que hacer— Respondió el rubio, El mayordomo asintió, Coriolanus tomo un trago del humeante té para después suspirar frustrado.

—¿Tenía cosas que hacer o talvez la presencia de cierta joven en la casa lo abruma?— Coriolanus se recargó en el respaldo de su sillón para mirar al mayordomo con una mirada de sospecha,

—¿A qué te refieres Gustaff?

—Bueno a que usted tiene miedo...

—¿Miedo? ¿Yo? ¿De ella? Estás delirando— Coriolanus se volvió a enderezar en su silla para después mirar los papeles para ver sí todo estaba en orden y nada se hubiese mojado con su baba. —¿Y qué con la manta? ¿Ahora vienes a verme por las noches? Porque sabes que no necesito una man...

—De hecho yo no fui, el ama de llaves anoche se dio cuenta de que la señorita Asteria subió aquí, supongo que fue ella la que hizo este detalle por usted— Coriolanus se quedó quieto por un momento ante el pensamiento de que había una posibilidad de que Asteria fuera quien le había puesto aquel pedazo de tela sobre sus hombros, lo creía casi imposible aunque en un lugar muy en el fondo de su corazón sintió algo moverse tal vez satisfacción de que ella estaba tomando muy en serio su papel como esposa o tal vez... cariño.

—No importa, no quiero que ella vuelva a entrar aquí sin mi permiso— Dijo Coriolanus firme mientras se metía a la boca un pedazo de pan tostado, el mayordomo asintió, Coriolanus se negaba a sí mismo de poder llegar a sentir algún tipo de cariño hacia alguien, eso lo haría manipulable y Asteria tendría ventaja sobre él como alguna vez Lucy Gray lo había hecho con él. —¿Y dónde está?

—La señora Snow está abajo desayunando, muy emocionada porque al parecer la han invitado a su primer desayuno como señora— Explico el Gustaff mientras ponía sus manos detrás de su espalda y miraba con atención la reacción de Snow, el cual sintió como dentro de él se removía al escuchar como su mayordomo la llamo "Señora Snow".

—Ok, supongo que no estará cuando la periodista venga— Comenta Coriolanus recordando su próxima reunión, el mayordomo negó con su cabeza confirmando y eso le gusto a Coriolanus, pues no quería tenerla cercas mientras esa periodista estaba ahí, después del incidente en el restaurante donde todos los habían abordado pensó que ella no sabía manejar algo como las cámaras sobre su rostro.

Enchanted (Coriolanus Snow) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora