Coriolanus Snow es el candidato más joven para la campaña de la presidencia de Panem, pero sus planes se ven frenados al notar que no tiene el apoyo del Capitolio debido a que su situación personal no refleja los pensamientos de las personas así que...
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El sonido de unos golpes en la entrada de la habitación despertaron a Asteria, ella con un gran pesar se levantó de la cama tallándose sus ojos para proseguir a abrir la puerta llevándose la sorpresa de ver a la ama de llaves quien tenía una mirada seria y sus manos estaban detrás de su espalda, Asteria se hizo a un lado para dejarla pasar y otra chica entro, debía de tener la misma edad que ella o un poco menor, su cabello era rubio en un moño bajo y llevaba lo que parecía ser un uniforme de sirvienta.
—Buenos días, señorita Snow— Asteria se sintio un poco extrañada por la intrusión en su habitación, eso además de que ahora la llamaran con ese apellido, sin embargo, era algo a lo que tenía que comenzar a acostumbrarse, pues ahora todo el mundo la conocería con el apellido Snow. —Es hora de desayunar, ella es su doncella.
La chica dio un paso al frente para después sonreírle.
—Mucho gusto mi señora, me llamo Oriana, es un placer poder servirle— La chica le hizo una reverencia, haciendo sentir aún más extraña a Asteria, así que solo las miro a ambas asintiendo.
—Perfecto sígame, después de desayunar podrá cambiarse— El comentario había salido más como una orden en vez de una Petición, la mujer le entrego una lista que Asteria miro sorprendida, pues era todo un itinerario de lo que ella haría en todo el día, desde el desayuno hasta lo que vendría siendo la cena, se sintio un poco decepcionada al ver que en ninguna parte decía que podría ver a Coriolanus, se preguntó sí esto era lo que sería su matrimonio, ella siendo la señora de todo esa mansión mientras que él se ocupaba de su trabajo. —Tenemos tantas cosas por hacer, le voy a mostrar toda la mansión, su oficina y...
—¿Cuándo veré a mi esposo?— Pregunto ella interrumpiendo a la ama de llaves, su doncella se sorprendió ante tal pregunta, el ama de llaves miro a Asteria desconcertada por la actitud de su señora, se aclaró la garganta para después enderezarse en su lugar y volver a esa mirada seria e imponente.
—El señor Snow está ocupado y no quiere molestias— Asteria había sentido ese último comentario más como un insulto, como si la mujer lo hubiera dicho con desprecio, en un tono que uso a propósito, pero eso ni siquiera le había llegado a dolor ni un poco, no cuando había crecido con su madre.
—No soy una molestia, soy su esposa y lo veré cuando yo quiera— Respondió Asteria en un modo mordaz, pues ya tenía suficiente con esta mujer, se supone que ella era la señora de la casa y no iba a dejar que alguien como ella intentara aplastarla como sí fuera un pequeño bicho, ya había tenido suficiente con su madre para que llegue alguien como ella a intentar hacerla de menos, demostraría tener las agallas de ser llamada "Señora Snow" y esta mujer Aprendería a respetarla. —Oriana, ¿Puedes muéstrame donde está el comedor?.
La muchacha asintió rápido para después caminar unos pasos frente a ella, Asteria le dio una sonrisa sincera a su doncella para después mirar la hoja, la hizo una bola de papel para después levantar sus hombros como si eso no valiera la pena. Ella comenzó a seguir a su doncella, al llegar al comedor se maravilló al ver qué gran parte de las paredes tenían grandes ventanas, había muchas plantas, arreglos florales de rosas blancas en la mesa, los pisos de mármol pulido que reflejaban los muebles, era un lugar realmente hermoso.
