Mi Dulce Hanna

66. (FINAL)

4 meses después.

Luego de la discusión que tuvimos ese día Marian había quedado destruida y lloró en mi hombro aceptando el hecho de que no habia nada que me detuviese de mi decisión.

Hoy, hemos terminado la mudanza con mamá. La casa está en venta desde que nos fuimos hace un par de semanas y ya conozco mi nuevo hogar.

Dejé las últimas maletas en lo que sería mi habitación y observé una foto de mis amigos que había colgado en la pared en el transcurso de los meses.

Mariana y yo terminamos...

O al menos en eso quedó todo.

Así como mi vida anterior. Todo quedó atrás.

Aún tengo que ir a fisioterapia, y tengo otros tratamientos para dormir, pastillas para esto, para lo otro... Mi cuerpo se ha recuperado por fuera completamente pero dentro de mi, todo parece estar mal y me lo hace saber en cada actividad que hago.

La semana entrante volveremos al pueblo a visitar a la abuela y, será la última vez que pise mi antiguo barrio antes de empezar mi nueva vida.

...

Marian pov.

Mentiría si dijera que estoy bien. Que soy feliz. Que la he superado.

Aún así, también mentiría si dijera que estoy mal, o deprimida.

He aprendido a vivir con ello. Muy lentamente, pero voy por ese camino.

El día que se fue, lo borré de mi memoria porque dejó un hueco en mi pecho que probablemente nunca vuelva a llenar.

Y es así. No hay remedio para todo lo que sucedió. No está en mis manos, la vida sigue y no podía simplemente tirarme al abandono, aunque, esos pensamientos me han quebrantado todos estos meses, luché contra los peores instintos y gracias a la ayuda de mis padres y mis hermanos estoy asistiendo a terapia.

Me ha funcionado.

He comprendido que Hanna nunca quiso lastimarme ni tuvo la intención de abandonarme. En primer lugar, entendí, que nuestro amor siempre fue real mientras duró. Solía odiarme por evitar lo que pasaba en su vida puertas para adentro, pero con mucha ayuda psicológica entendí que esa no era mi responsabilidad y que todo sucedió porque sus padres cometieron demasiados errores. Y algo que me ayudó a seguir con mi vida fue el pensamiento de que tal vez las cosas suceden por algo.  Caso contrario, Hanna seguiría aquí, mintiendose así misma detrás de un sueño que otros escribieron para ella, mientras la persona que predicaba amarla, no era capaz de entender aquello.

Ahora lo entiendo. Yo era inmadura emocionalmente, y no conocía estos límites y sensaciones que somos capaces de aceptar solo para estar con esa persona... Lo comprendí tarde y hasta tal vez hubiera sido diferente si lo hubiera sabido antes pero eso no lo sabría nunca.  Nuestros caminos se separaron, y nuestra relación terminó.

Aún así, sigue siendo lo mejor de mi adolescencia, pese a todo lo que habia detrás del telon, el acto de amor que tuvimos fue lo más puro y real que pude llegar a sentir.

Por eso decía al principio que no siento que la he superado, por lo cual seguiré asistiendo a terapia y probablemente por mucho tiempo.

Día en el que Hanna vuelve al pueblo

Primavera

Hanna Pov

Mariana se ve diferente. Y diferente para bien. No digo que antes luciera mal. Siempre se vio linda pero ahora está... No lo sé. No quiero decirlo porque se volverá real y si se vuelve real, caeré por ella tan fácil como lluvia de enero y solo está aquí en casa para pasarla bien en mi despedida de la despedida, de la despedida.