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—Amy, lo que propones es muy arriesgado. Ese templo es peligroso ya que lleva muchos años ahí– comentó el zorrito dudoso

—Sí, pero. Si ese templo logró hacer que Sonic y Eggman se lleven un poco mejor, a lo mejor logra lo mismo con Sonic y Shadow– argumentó la erizo con una sonrisa. Tails la miró dudoso

—No lo sé, Amy. Tenemos que pensarlo mejor– contestó el joven inventor rascándose la nuca. Los demás lo miraron y Amy se mostró algo decaída

—¿Y que hacemos entonces?– cuestionó la tejona alzando una ceja. Es verdad que era arriesgado. ¿Pero que otras opciones tenían?

—¿Qué tal si probamos con otras cosas antes? Si nada de lo que probamos funciona, los llevaremos al templo. ¿Qué os parece? Será nuestro último recurso– propuso. Los demás lo pensaron unos instantes y al final aceptaron.

—Y según tú. ¿Qué cosas podemos hacer?– cuestionó esta vez la rosada. Un poco molesta de que su brillante idea fuera desplazada.

—Pues, ya que decirles que paren no funciona. Intentemos mantenerlos ocupados con otras cosas para que así ya no tengan tiempo de gastarse bromas– todos miraron al zorro atónitos.

—Es una gran idea, Tails– concordó Sticks—Intentémoslo

—Yo estoy con ellos– concordó la albina. Amy los miró con la boca abierta y sintió un poco de celos de que su idea no tuviera el mismo efecto.

—Yo no tengo ni idea de lo que hablamos, pero me apunto– concordó el rojizo y se puso al lado de Tails con emoción—Me encanta apuntarme a cosas que no tengo ni idea de para que son– la pandilla lo miraron indiferentes

—¿Amy?– llamó Tails. Amy se giró y lo miró

—¿Hm?

—¿Te apuntas?– los demás la miraron expectantes de su respuesta. Amy se lo pensó unos instantes, aún sintiéndose un poco celosa.

—Está bien, vamos allá– aceptó resignadamente y Tails sonrió en aprobación

—Oye una pregunta. ¿Y como puñetas distraigo yo a Shadow?– preguntó Rouge, puso las manos en sus caderas y esperó una respuesta. Tails y los demás se quedaron callados pensando

 —Es verdad, nosotros lo tenemos fácil. ¿Pero y Rouge?– argumentó el zorro. Rouge asintió en confirmación a lo que decía, estando de acuerdo con Tails

Se quedaron unos minutos en silencio, pero a nadie se le ocurría nada.

—Bueno, pues intenta llevártelo a algún sitio– sugirió Amy—Como al centro comercial–Rouge negó con la cabeza rechazando al instante la propuesta

—Ni de coña va a aceptar. Si es un antisocial, ¿Qué va a salir? A no ser que sea para gastarle bromas a Sonic, claro. Para eso si que sale el tío– se quejó burlona. Amy rodó los ojos y suspiró cansada

—Pues usa tus dotes de persuasión– soltó impaciente, una solución bastante sencilla y rápida

—Pero...

—Ni peros ni peras. Rouge por favor ¿Quieres que se acaben haciendo daño?– reprochó con el ceño ligeramente fruncido. Rouge agachó su cabeza y sus orejas

—No.– contestó decaída. Amy le puso una mano en el hombro y la miró con compasión

—Pues entonces necesitamos hacer un esfuerzo– sonrió cálidamente dándole ánimos a la albina. Esta suspiró pesadamente y volvió a mirar a Amy

—Está bien, veré que puedo hacer– sonrió ligeramente. Amy la abrazó

—¡Esa es mi Rouge! Ánimo– la halagó de forma amistosa después de soltarla del abrazo—Bien Tails, ¿Dónde está Sonic?– miró al amarillo esperando su respuesta

Guerra de bromasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora