Fue una eternidad lo que creía que había tardado en despertarme, pero en realidad solo pasaron un par de horas.
Aturdido por lo que había pasado, comencé a abrir los ojos lentamente mientras los apretaba para intentar acostumbrarme a la oscuridad de aquella habitación. Me levanté lentamente de la cama en donde me hallaba mientras miraba hacia los lados, intentado comprender en donde me encontraba.
Pero, la realidad era que lo único que podía llegar a ver en la habitación era una enorme cama, unas mesitas de noche a ambos lados de esta, un gran armario de madera y una enorme ventana por donde entraba una pequeña claridad que daba a entender de que estaba oscureciendo.Mi mente empezó a divagar de lo que había ocurrido por la tarde, pero un intenso dolor de cabeza oscurecía los hechos anteriores, por lo que no conseguí recordar lo que pasó.
Visualicé una puerta al otro extremo de la habitación del mismo tono del armario y procedí a andar hacia ella, para al menos recordar donde estaba.
Abrí la puerta lentamente y miré a mi alrededor, intentando recordar donde me hallaba. Pero al no conseguir una respuesta, salí sin dudarlo a investigar.— Oh, estás despierto. — Una voz ronca hizo que me parara en seco y mirará con rapidez hacia donde provenía, ya que me sonaba demasiado.
— ¿Law? — Dije desconcertado al verlo mirándome fijamente, apoyado en una de las puertas de aquel extenso pasillo.
— Me alegro de que te despertarás. — Sonrió levemente mientras se comenzaba a acercar hacia mí. — Te diste un fuerte golpe en la cabeza mientras subías por las escaleras para ir al baño. — Se quedó delante de mí y me examinó con aquellos penetrantes ojos grises, cómo si esperara algo de mí.
— ¿Ah sí? Quizás eso explique este dolor de cabeza. — Dije algo confuso mientras lo veía agacharse y darme un beso en la frente.
— Sólo necesitas descansar. — Me miró mientras me acariciaban ambos mofletes.
— Si, quizás... Quizás debería ir a casa. — Dije convencido ya que algo me decía que debía de salir rápido de allí.
— No puedes ir a casa. — Sonó cortante y como si fuera una advertencia. — Me refiero... — Tosió un poco y su semblante cambió a uno suave. — Recuerda que viniste porque no podías volver a casa, ya que tú padre había vuelto...Unas pequeñas imágenes de la pelea entre Ace y él surcaron por mi mente de manera fugaz.
— Si, es verdad. Pero creo que voy a ir a casa de Zoro a pasar la noche. — Murmuré.
— Es tarde... No debes ir solo por las calles. — Me sujeto del brazo con un poco de fuerza. — Es mejor que está noche te quedes aquí y descanses. — Me acercó hacia él y me abrazó con posesividad.
— Law, suéltame. — Sentencié. — No se que diablos te pasa tan de repente, pero me voy a ir de aquí y no puedes impedirme algo como eso. — Lo miré serio.
— ¿Porqué me lo tienes que hacer siempre tan difícil? — Me apretó más fuerte contra su pecho. — Dime Luffy-ya, ¿Qué tiene él que yo no tenga? — Comenzó a murmurar con un tono de voz como si estuviera demente. — ¿Es porque es más guapo? ¿Más alto? ¡¿Qué mierda tiene para que siempre lo elijas a él y no a mí?! — Me separó de golpe de él y me miró con aquellos ojos llenos de rabia y rencor.
— ¿D-De que diablos hablas? — Lo miré con cierto temor, ya que nunca recordaba haberlo visto así.
— ¿Que de que hablo? — Soltó una pequeña carcajada entre dientes. — Hablo de tu querido Portgas-ya. — Siseó con rabia.Me quedé mudo al escucharlo hablar de Ace. No entendía que diablos tenía que ver él en todo esto, ahora.
— Pero que sepas, que él está incluso peor que yo. — Soltó una pequeña carcajada que me hizo estremecerme.
— Law, tranquilízate. No sé de qué demonios me hablas. — Intenté tranquilizarle pero su agarre sobre mis brazos se hizo insoportables. — Me haces daño... Suéltame. — Lo miré horrorizado.
— ¿Sabes que me han dicho siempre mis difuntos padres? — Su mirada cambio a una sombría. — Qué nunca debo dejar que me arrebaten lo que es mío. — Su voz sonó horripilante, todo mi ser se estremeció al escuchar aquello. — Ya te dije que no debiste seguirme ni buscame si no ibas a poder ser sólo mío. — Me soltó con brusquedad.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Mentira (SaboLu)
FanfictionNuestro pequeño Luffy estaba pasando por ciertos problemas sentimentales que poco a poco le estaban destruyendo, tanto que hasta dejó de sonreír y de tener aquel carácter tan alegre e hiperactivo que siempre solía tener. Un desconocido de cabellos o...