Los años pasaban pero su relación no cambiaba, sus peleas constantes se habían convertido en parte de la rutina, una que al final del día no la detestaban tanto como parecía.
Se odiaban, era simple ¿No? Pues a veces las cosas más simples son las que...
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- kendall perkins -
Maktub (Arabe) : Significa que lo que está destinado a suceder siempre encontrará una forma única, mágica y maravillosa para manifestarse.
Estaba atrapada en algún lugar de la nada, prisionera de mi propio cuerpo y enemiga de mis propios pensamientos. Escapando como si algo me estuviera persiguiendo.
Vi aquellos recuerdos que quería olvidar, trayendo de vuelta sentimientos que sepulte bajo tierra esperando ya no tener que sentirlos.
Recorrí el lugar como si de un lugar turístico se tratara, me ví a mi misma de pequeña. Era raro verme de esa forma, recordando lo vulnerable que realmente me veía, pero a la vez intentando actuar como adulta, interfiriendo en una niñez que nunca logré disfrutar por tener que madurar más rápido que los demás.
Vi a una niña encerrada bajo cuatro paredes llenas de libros, que aunque los amará, nunca conocí algo más allá de ellos. Recordé cada momento en mi vida, y todos eran muy parecidos. Salvó aquellos oscuros donde raramente los compartía con mi familia, pocos eran felices pues la mayoría del tiempo estaban peleando o discutiendo.
Llegué a mis últimos recuerdos, hasta que me encontré a mi misma en un espejo, a mi yo actual. Me veía y sentía diferente a cuando era niña, como si la magia de la infancia hubiera acabado apenas inicie la adolescencia. Por lo menos cuando eres niño es fácil refugiarte en tu imaginación, pensando que todo estará mejor, pero aquí estoy yo y todo a mi alrededor sigue igual.
Una luz me guío a la salida de aquella oscuridad, dándome a entender que era hora de salir al mundo real.
Mis ojos se abren lentamente, pero mi mente no reacciona, como si le costará más adaptarse a la realidad y despegarse de los sueños transcurridos por la noche.
Siento las sábanas de seda recorriendo mi cuerpo y atravesando mis piernas, el calor del sol que atraviesa por la ventana, el roce de las cortinas chocando contra mi piel, y el frío del aire acondicionado que ha estado encendido toda la noche.
Cuando mi mente se pone de acuerdo con mis ojos para asimilar dónde estoy, me doy cuenta de que sigo en el hotel.
El dolor de cabeza se hace presente cuando me levanto, y me doy cuenta de los posibles síntomas de una resaca. Me miro al espejo que está enfrente de mí, y sé por lo que veo que estoy hecha un desastre.
El peinado que me tomó horas ya no existía más y solo estaba un enredadero que parecía nido de aves. El maquillaje estaba esparcido por toda la cara. El vestido estaba manchado de comida y desprendía un fuerte olor a alcohol.
Anoche tuve una reunión importante para el futuro de la familia Perkins, una cena de negocios donde se encontraban varias familias poderosas de la zona, discutiendo alianzas y el futuro de aquellos que heredarán las riquezas y responsabilidades de las empresas. Entre esas yo y mi hermana Linnie.
