- Kendall perkins -
Emuná(Hebreo): Significa estar en calma a pesar de no tener aún todas las respuestas.
La noche apenas anunciaba su llegada, no hace menos de media hora que había comenzado a oscurecer. Pero realmente tenía pinta de ser una velada encantadora, una cena familiar a luz de la luna, lejos de los demás comensales.
Realmente era una estrategia estar tan lejos de las personas comunes, nunca es favorable que aquellos que no pueden ver más allá de sus narices descubran cosas que no les corresponde.
Me había excusado para ir a usar el sanitario. Estaba enfrente del lavamanos, ya me sentía ansiosa y la cena ni había comenzado.
Me miraba a través del cristal, lucía encantadora, o al menos eso había dicho mamá cuando me vio llegar, pero mi hermana logró llegar al "perfecta", cosa que yo nunca pude.
No pude encontrar su vestido favorito, el que siempre le gustaba verme. Así que opte por un saco azul marino que estaba completamente abotonado, dejando casi cubierto por completo al vestido blanco corto que andaba, solo se dejaba ver algunos pliegues de este por la parte de abajo y en las mangas. El saco tenía botones dorados, y en la parte del cuello sobresalía un moño blanco del vestido. Tenía un cinturón delgado del color del saco, marcando mi cintura. De calzado llevaba unos tacones altos color azul marino.
Llevaba algunos anillos en la mano, y el cabello completamente suelto. Me veía linda, pero eso no es suficiente, nunca es suficiente.
Suspiré al verme de nuevo en el espejo, esperando ver aquello en lo que me había equivocado, pero no lo encontré. Clarance me aconsejo "Has todo y luego haz más" pero ya no sé exactamente qué más puedo hacer.
Nuevamente vi el reloj en el baño, ya era hora de regresar si no quería preocuparlos. Salí al hermoso jardín del restaurante, he de admitir que mis padres tenían muy buenos gustos; habían figuras de arbusto hechas por artistas, habían linternas de luz por todo el jardín, sin olvidar la fuente en medio de todo.
Llegué hasta nuestra mesa, y me senté con delicadeza. Un mesero trajo la cena, y la sirvió a todos en la mesa. Yo no tenía mucha hambre, se me quitaba cuando tenía algo importante, era como si mi estómago se cerrará por completo por el estrés. Siempre pasaba cuando tenía un examen difícil, cuando tenía una reunión con el director, y ahora estando en esta reunión con mi familia.
—Bueno niñas —hablo mamá—, saben bien que en un futuro no muy lejano ustedes serán el frente de todo el patrimonio de nuestra familia. Y ustedes bien saben que para mirar bien el futuro hay que tener bien cimentado el presente.
Me daba un poco de miedo lo que salía de su boca. No mentiré, toda la vida me he preparado para ser lo que esperan de mí. Toda la vida se me educó para ser perfecta, un hijo para muchos representa una carga, pero yo y mi hermana no nos podíamos permitir eso. Mi hermana ha intentado escapar de sus responsabilidades de todas la formas posibles, lamentablemente mis padres le han cerrado todas las puertas de su libertad.
ESTÁS LEYENDO
Ni en un millón de años
FanfictionLos años pasaban pero su relación no cambiaba, sus peleas constantes se habían convertido en parte de la rutina, una que al final del día no la detestaban tanto como parecía. Se odiaban, era simple ¿No? Pues a veces las cosas más simples son las que...