Los años pasaban pero su relación no cambiaba, sus peleas constantes se habían convertido en parte de la rutina, una que al final del día no la detestaban tanto como parecía.
Se odiaban, era simple ¿No? Pues a veces las cosas más simples son las que...
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Ramé (balinés):Se refiere a algo que es caótico y hermoso a la vez.
Adolescencia, no eres adulto y no eres niño. ¿Qué rayos eres? Pues es esa la pregunta que define la adolescencia. ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Qué te gusta y que odias? Solo sabes que existes, y eso mismo te pesa.
¿La escuela? Para algunos es amistad, diversión y meterte en problemas; para otros es odiar a todos y que todos te odien. Desde aquí empieza la división social, eres adolescente y buscas encajar, haces lo que sea para sobrevivir en un lugar lleno de animales con las hormonas al cien.
A veces presa, y otras cazador, da igual. Todos aquí tienen un papel que jugar.
Kendall Perkins lo sabía. Sabía muchas cosas, pero en especial cómo funcionaba el mundo en la escuela. Si bien es cierto que hay mucha gente que no le cae bien por su actitud, nadie se metía con ella por ser quien era. Ella sabía que la belleza y tú estatus social importaba, y mucho. De pequeña no tenía amigos, y al contrario, parecía que coleccionaba enemigos cada que respiraba, pero conforme creció, su cuerpo cambió y la actitud de las personas hacia ella también. Y ser hija de los Perkins aumentó su popularidad y respeto que las personas le tenían.
Que te podemos decir de ella, es perfecta simplemente. Ella sabía que todo el mundo la tenía bajo ese concepto sin saber realmente cuánto se esforzaba por aparentarlo. Para muchos ella era realmente hermosa con un cuerpo perfecto y una cara de muñeca, lo que no sabían era lo mucho que cuidaba su alimentación y el ejercicio arduo que hacía en las mañanas y tarde. A pesar de ser muy inteligente sin esforzarse ella estudiaba más que todos los estudiantes de la escuela.
Quizás no lo notara o simplemente lo ignoraba, pero a donde quiera que iba levantaba miradas y dejaba a un par de bobos enamorados. Solo que muchos le tenían miedo, solo se limitaban a mirarla. Claro está, que el único que no le tuvo miedo fue Reynaldo quien ese tiempo era tan arrogante como lo fue Kendall, solo que esa relación estuvo destinada a fracasar.
Era bella, y en algún punto de la vida eso se vuelve importante. Puede que sea algo demasiado superficial, pero nadie odia a una cara bonita. Y si una persona hermosa hace algo malo, es más fácil que la perdonen que a una persona fea. ¿Justo? Pues no, pero así funcionaba la sociedad.
A Kick Buttowski no le importaba todo eso, él se mantenía fiel a quien era. Era tan odiado como querido, depende de cómo lo veas. A diferencia de la mayoría de adolescentes, él sabía quién era y que quería de la vida. Sinceramente algo que casi nadie sabe ni a los 20.
Nunca le importó mucho la escuela, así que le daba un poco igual como todo se manejaba, mientras nadie se metiera con él. Pero era fácil para él decirlo, porque claramente nadie le cuestionaria nada a alguien que no le teme al peligro y disfruta de poner su vida en riesgo. Sin mencionar que físicamente era atractivo, tenía todo para hacer lo que quisiera.
Kick Buttowski era arriesgado, no le tenía miedo al fracaso, pues sabía bien que cada derrota era un paso más cerca del éxito. Así que no le importaba las opiniones ajenas, lo que hacía lo hacía por él. Si a las personas les gustaba tenerlo en un concepto de imprudente y rebelde, que lo siguieran teniendo porque él nunca cambiaría eso.
