Aquel chico llegó sin ser llamado, iluminando la oscuridad que me envolvía. Aunque no le imploré nada, allí estaba, esforzándose por sacarme del abismo en el que me encontraba.
Con sus simples actos, logró hacerme sonreír, pero también me sacó de quicio. A veces, llegué a odiarlo, porque en esos momentos tan pequeños, ese chico tenía razón - razones llenas de verdades que yo quería ignorar.
Su presencia se convirtió en una luz cálida y brillante, que se negaba a dejarme en las sombras. Luchaba por hacerme ver lo que yo misma no quería aceptar, desafiando mis defensas con una suavidad abrumadora, su persistencia tan rara me hacía querer saber la razón por la cual no se rendía.
El Solo intentaba hacer que yo aprendiera aceptar aquella verdad y realidad que estaba acostumbrada a rechazar constantemente, haciéndome la ignorante, pero tome un poco de ese chico y una parte de mi de la cuál no se absolutamente nada se sintió hermosamente salvada.
"Chico fuiste un gran salvavidas"
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Lágrimas inolvidables
Poesía"Un amor no correspondido expresado en palabras llenas de sentimientos, donde se expresan vivencias y tristezas jamás dichas, pero sí escritas."
