Aniversario - Ayatsuji x Dazai

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–Ya volví –dijo un hombre rubio suspirando con cansancio mientras dejaba su boina y chaqueta en el perchero de la entrada, al lado colocó sus zapatos

Caminó por la casa buscando algo o más bien alguien.

–¿Osamu? –repasó toda la primera planta pero nunca hubo respuesta– habrá salido a beber –se frotó el entrecejo

Fue a prepararse un café y se sentó en la sala a leer el periódico.

Al lado del sillón había un mueble con recuerdos y reliquias que conservaba al lado de su marido. Había una foto de su boda con Dazai donde se retrataba al menor vestido de traje beige con un velo mientras el rubio usaba un traje color madera. En su celebración asistieron todos sus conocidos y de eso ya cinco años. Volteó a ver dicha foto ignorando las noticias aburridas del papel que leía y la miró con nostalgia. Actualmente él tiene 34 años mientras que Dazai apenas está por llegar a los 30 en unos meses. Han sido cinco años de altibajos en su matrimonio, pero la mayoría de sus recuerdos son momentos felices. Sin embargo, hoy es su quinto aniversario y está más solo que un perro.

–Que desastre –en ese momento quería tomar su pipa y fumar, pero le prometió a su esposo en sus votos matrimoniales que dejaría ese vicio y hasta ahora ha logrado meses de abstinencia– no voy a recaer

Sin embargo, estaba estresado. Días atrás había tenido una fuerte discusión con su pareja en la cual cada uno expuso su punto de vista y no hicieron al lado su orgullo para perder dicha pelea. Dazai echó a Ayatsuji de su habitación mandándolo a dormir a la de invitados por lo indignado que se sentía. Hoy es su aniversario y aunque el rubio no tenía planes precisamente, al menos tenía la esperanza de estar en compañía de su esposo y hacer alguna actividad juntos.

–Tal parece que está celebrando sin mí –no mentiría, estaba triste. Pensó en comprar un ramo de flores de camino a casa, pero no sabía cuál sería la reacción del castaño si lo hacía– al menos no gasté en valde– se excusó. Dazai tenía la costumbre de ir a tomar con sus compañeros de trabajo Oda y Kunikida cuando Ayatsuji trabajaba largas jornadas y como estuvo ausente más de 36 horas fue la respuesta lógica del rubio– ya regresará –se dijo

En un principio la casa de Ayatsuji solía ser su mismo lugar de trabajo, pero dado que era investigado constantemente Dazai hizo la petición de que quería más privacidad. Vendió dicha propiedad y compró una casa más clásica en los suburbios mientras que reubicó la agencia con ayuda del departamento de seguridad para el que trabaja. Dazai seguía trabajando con su equipo de detectives, pero también se había vuelto más hogareño al lado de Yukito. Al ser ambos del mismo ámbito resolvían muchos casos en conjunto y se divertían haciéndolo. A veces también jugaban con Ranpo a sus juegos de deducción y podían estar varias horas indagando un hecho. La agencia de detectives armada era la familia de Dazai y Yukito amaba pasar tiempo con todos ellos también.

–Creo que pediré algo para cenar –iba a ver las aplicaciones en su celular cuando de pronto escuchó un golpe proveniente de su sótano. Tomó una pistola que tenía a la mano sólo por si las dudas y bajó las escaleras. De nuevo se escuchó como si golpearan la pared y abrió de un portazo. El sótano está lleno de su colección de muñecas y fuera de eso no había nada extraño... sólo la muñeca gigante que estaba seguro que no correspondía ahí –¿Qué es lo que haces?

–¿¡Qué crees que estoy haciendo?! ¡ayúdame a salir que estoy todo entumido! –Dazai se había enterrado con las muñecas y había quedado en la misma posición durante varias horas. Yukito lo jaló de los brazos para ayudarlo a salir de donde estaba y notó de pies a cabeza su atuendo. Un vestido azul marino con medias de encaje blanco y zapatos negros. Maquillaje en su mirada y guantes blancos

DAZAI X MULTISHIPERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora