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13 años después...


Un avión sobrevolaba la ciudad de tokio, un joven de cabello teñido platinado miraba con cierto asombro la capital del sol naciente, al fin habia llegado.
Aunque dentro de si, deseaba nunca haber que ir a ese lugar.

Después del aterrizaje, bajo del avion esperando no tener que lidiar con reporteros molestos, pues el viaje habia sido muy largo y definitivamente no estaba del mejor humor, desafortunadamente su deseo de tener una llegada tranquila, fue arruinado por una multitud de cámaras y personas intentando invadir su espacio personal, luchando por conseguir que el joven respondiera sus preguntas. El ni siquiera prestaba atención a ellas, apenas podia captar parte de ellas, pero no podia dar una mala primera impresión asi que soltaba comentarios al aire, diciendo que agradecia la bulliciosas bienvenida, diciendo que esperaba verlos a todos en la conferencia que daria al día siguiente y que entonces responderia sus preguntas, todo con una sonrisa amable pero orgullosa.
Fue asi hasta que llego al auto que lo esperaba para llevarlo a él y a su equipo al hotel donde se hospedarian. Al entrar y poder alejarse de toda esa multitud por fin pudo relajarse y soltar un largo suspiro.

— Que fastidio... Parece que aquí y haya los reporteros siguen siendo los mismos buitres ¿no lo cree, entrenador? — Dijo en un tono que intentaba ser divertido pero que notaba un obvio cansancio, el mismi cansancio que parecian tener todos los presentes.

— Escucha, ____, ya no estamos en México, las personas aqui no te conocen y ellos no dudaran en hacerte ver mal antes del combate, asi que ten cuidado con lo que dices y en como actuas. — El entenador Mendoza siemore habia sido un hombre duro y reservado, dificil era la tarea de hacerlo siquiera sonreir, muy estricto y se notaba que habia visto de todo e incluso más, el joven de piel morena relamente no entendía como había logrado que accediera a entrenarlo.

— Si, entrenador, entendido.— El viaje después de eso fue silencioso, tardaron un poco en llegar al hotel.
Le sorprendió bastante lo grande que resulto la habitación que tendria, pensó que quiza seria compartida pero no, al parecer estaria solo, lo que le beneficio para planear su "salida sin permiso" pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su entrenador.

—Escucha chico, este es tu debut internacional. Por favor, no hagas nada estúpido.— Dijo Mendoza, antes de dejarlo a solas en la habitación, lo que pareció una orden, afecto un poco sus planes de escaparse pero, tenia que hacerlo ahora, pues sabia que no querria hacerlo después si lo pensaba mucho.

El joven de ojos cafés espero en calma hasta la noche para que el entrenador y los asistentes se durmieran y fuese más sencillo todo, pues sabia que dormian como troncos y más aun después de tan largo viaje.
Estaba apunto de salir pero un ápice de culpa lo invadió. Antes de escabullirce, dejo una nota en uno de los muebles al lado de la cama que decía "Fui a explorar la ciudad, no tardo".
Asi con cierto temor, salió de la habitación, esperando poder encontrar aquel lugar que su tío le habia dicho al que debia ir tan pronto como llegara a aquella ciudad. El lugar que aguardo su llegada por tanto tiempo... Y aunque temía lo que le esperaba, aquel sentimiento fue ligeramente ocultado por la belleza de la ciudad, las luces y edificios hasta donde alcanzaba la vista y mucha publicidad con el mismo rostro de un sujeto, se pregunto quien podria ser pero ese pensamiento fue apartado por algo de los que apenas se daba cuenta...
¡Se habia perdido!

—Oh, carajo.—










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Hola hermosas personitas que estan leyendo, aquí el primer cap de este fanfic bien esquizo, espero que les guste casi tanto como nos gusta el papucho de Ken.

Bye bye~

𝓢𝓹𝓪𝓬𝓮 𝓑𝓮𝓽𝔀𝓮𝓮𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora