IX

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Habia sido un día agotador para ambos, muchas emociones con las que lidiar. El peliblanco se encontraba en la cama de la habitacion de huéspedes (su habitacion estos últimos meses) intentando dormir, pero simplemente no podía, no sabría que haria una vez que llegara el entrenador, no solo por no saber como le explicaria donde habia estado, sabia que una vez concretada la pelea, ya no tendría ninguna excusa para estar en Japón. No sabia que sucederia con la bebé. Habia estado viviendo en una burbuja, y temia que esto significará el final de esa vida, que aunque agotadora, le hacia sentir pleno.
Se había acostumbrado a cuidar a la pequeña, a hacer las labores con Mina y simplemente... Estar junto a Ken, ya fuera peleando a su lado contra los kaijus o simplemente disfrutando su compañia. Y de nuevo, como habia estado pasando esos ultimos días, Ken inundaba sus pensamientos y le hacia sentir de una forma extraña, era un sentimiento que no comprendia del todo, pues nunca se había sentido asi por otro hombre, pero esto no le desagradaba del todo. Quiza, empezaba a sentir algo por Ken Sato.

(...)

S

u día habia seguido la misma rutina, despertar, atender a Emi, pero habia algo distinto en Ken, parecia emocionado por algo, recordó que habia quedado de salir con alguien ese mismo día.
Dudo un poco en preguntarle, temia por la respuesta.

— Asi que. ¿Tienes planes para hoy, eh? — Intento sonar relajado, una simple pregunta entre amigos.

— Sí, algo asi. — Ken parecia no darle mucha importancia al asunto. Aunque una sonrisa se poso en su rostro. — Hay una reportera, le debía una entrevista. Ayer me ayudo mucho. Asi que la vere hoy.

—Oh, bueno, que amable de tu parte. —____ ni siquiera sabia que responder a eso, no sabia ni como sentirse, aunque Ken nunca lo llamo cita, se notaba que estaba bastante alegre. Pero es que no siquiera podría sentirse celoso, no es como si fueran algo, ¿o siquiera queria que fueran algo? Miles de pensamientos llegaron a su mente al mismo tiempo cuestionando porque siquiera le importaba eso, hasta que una llamada lo saco de su trance.

Era el entrenador de nuevo. Se alejo de donde estaban Ken y la bebé para responder.

—Hola entrenador, ¿Qué pasa? — Intentaba sonar tranquilo.

Vaya, hasta parece que te molesta que te llame. — El entrenador soltó una risa pequeña ante la actitud del moreno. — Solo llamaba para avisarte que llegaremos en un rato, seria bueno verte antes de llegar al hotel.

—Oh si, claro. — Justo después, el entrenador corto la llamada, al menos ahora tendria una excusa para no estar en el hogar de Ken y con suerte, no estar pensando todo el tiempo en que estaria haciendo.

(...)

En cuanto pudo, salio del lugar, sabia que Mina podría cuidar a la bebé, quien antes de irse ya se veia somnolienta. Solo no queria ver a Ken en ese momento, ni siquiera espero para despedirse, justo ahora con toda la confusión de sus sentimientos no podia lidiar con verlo.

Al llegar al aeropuerto una multitud de camarografos y reporteros esperaba al equipo, parece que nadie sabia que el no habia abandonado la ciudad, pues apenas bajo del taxi toda la multitud lo atiborro de preguntas "¿Dónde a estado estos meses?" "¿Por qué no se fue con su equipo?" "¿Acaso se estuvo quedando con alguien?" Estas y muchas otras preguntas que no sabia como responder. Por suerte el entrenador y los asistentes se hicieron camino entre la multitud y lograron subir al taxi.

Fue un camino silencioso, parece que las preguntas no serian solo de parte de los reporteros, el entrenador realmente se veía decepcionado.

Al llegar al hotel y subir las maletas a la habitacion, el entrenador le pidió tener una charla seria.

— Muchacho, recuerdo haberte pedido que tuvieras cuidado con los que hacías. — El peliblanco no sabia definir si estaba molesto o solo decepcionado.

— Y lo tuve entrenador, le juro que no hice nada cuestionable y me quede con amigos de mi familia. — No podia ser honesto, no podia decirle todo lo que habia pasado estos meses, no solo por resguardae su secreto, sinmo tambien por Ken.

— Espero que así fuera, sabes que la mala publicidad es lo último que necesitas en un país extranjero. —

Y con eso, el tema de su estadia parecia haber terminado, pero no la conversacion, aun tenian que acordar los horarios de entrenamiento y con eso, vendria mucho menos tiempo libre para el boxeador, pues el mismo sabia que no había tocado sus guantes por lo menos hace dos meses. A pesar de todo lo que tendría que organizar, un snetimiento lo imvadia que no era el estrés, tenia un mal presentimiento.

(...)

En otro lado de la ciudad, se encontraban dos jovenes asiáticos, Ken Sato y Ami Wakita, en un restaurante, degustando una comida que para ambos habia resultado deliciosa.

— Delicioso. ¿Es un lugar nuevo? — Ami Wakita, la reportera que habia estado siguiendo la trayectoria de Ken en su estadia con los Giants.

— No, es un lugar viejo. Mi madre me traia aquí cuando mi padre... Trabaja. — 

— ¿Y el ya sabe que volviste? 

— No lo creo... El.— Se dio cuenta de lo que hacia. — Wow, en verdad podrias hacer que el mismo papa confiece sus pecados ¿eh?

— Bueno, es mi trabajo que la gente confiese. Además, me prometiste una entrevista cuando hablamos por teléfono. Aunque, esto me pareció raro, dijiste que solo yo te hablaba pero, se escuchaba la voz de alguien más ahi.—  La castaña intentaba que se abriera, se preguntaba porque cuando hablaron parecia tan decaído.

Una luz roja emano del reloj de Ken.

— Asi que, ¿planeas escapar?— 

— Todavia no. A-ademas no podria considerar a ___- — Se interrumpió a media oración, si algo no debía hablar era de su "compañero".

— Bien, entonces, deja de ver el reloj y cuéntame ¿Por qué no hablas con tu papá? — A pesar de todo, ella realmente parecia preocupada por el. Además, ese nombre le parecía familiar.

(...)

De vuelta en el hogar de Ken, la cría y Mina se encontraban solas, por su lado la bebé apenas despertaba de su siesta.

Buen día, ¿Ya despertaste? — Por suerte, la bebé parecia bastante tranquila, aunque aun adormilada. — ¿Quieres ver a tus papis?

La bebé asintió, acto seguido, la IA procedió a mostrarle imagenes de ambos chicos, en sus respectivos deportes.

Aquí estan. — La bebé, ahora completamente despierta, parecía querer salir y alcanzar las imagenes. — ¿Quieres salgo de comer mientras los ves?

La bebé volvió a asentir, un pescado se alzaba frente a ella, con gusto lo tomo y lo comió antes de sentarse en su lugar mirando con una sonrisa las imagenes a su alrededor. Todo parecia en orden, hasta que la cría comenzo a tener un malestar.

—Ay, no. Lo que experimentas se llama reflujo gástrico. — La cría comenzaba a tener más y más malestar. — Los síntomas incluyen acidez, náuseas...

Antes de que terminara de enunciar los sintomas, lo que habia parecido un simple malestar, se convirtió en un rayo laser que derritio la zona de contención.

Ay, no. — La IA lo sabía, esto no seria nada bueno, Ken y ____ debían regresar.

𝓢𝓹𝓪𝓬𝓮 𝓑𝓮𝓽𝔀𝓮𝓮𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora