Capitulo 3

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Ese hombre está completamente loco

—Bienvenida querida —, dijo el señor Blake sentado en un gran sillón de cuero, mientras sostenía una copa de vino

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—Bienvenida querida —, dijo el señor Blake sentado en un gran sillón de cuero, mientras sostenía una copa de vino.

Di dos pasos dentro de la habitación, y la puerta se cerró detrás de mí. Miré a los niños: algunos parecían asustados, otros, no tanto. Pero algo que si pude notar de todos ellos, fue lo tranquilos y callados que estaban.

—Toma asiento, la silla no muerde —, indicó el señor en tono divertido, señalando un espacio vacío al frente—.¡Perfecto! —, Exclamó y Luego se puso de pie. Colocó la copa en una mesa de madera y volvió a mirarnos —. Quiten esa cara de culo, por favor.

A sus lados, habían dos hombres con la cara seria. Rígidos, vestidos igual que el hombre que me había llevado a esa habitación. Blake, los miró e hizo un gesto de desagrado, y con un suspiro les ordenó:

—Salgan, ¡están asustando a los niños!

Y ellos obedecieron.

Miré a los niños que estaban a mi lado: el de la derecha era un niño de ojos verdes que miraba a Blake con atención. Y a mi izquierda, había una niña un poco más pequeña: Tenia mechones de su cabello rojizo pegados a su cara, y la nariz roja; como si recién hubiera dejado de llorar.

Luego, miré al señor Blake, que volvió a sentarse recargando su espalda en el sillón, mientras que con su mano llena de anillos, peinó su cabellera castaña. En sus facciones transmitía carisma, y hasta un poquito de locura.

—Ahora están mas relajados —, aseguró. Aunque en verdad, la tensión seguía igual—. Mi nombre es Chad Blake, aunque me pueden decir señor Blake —, con cada palabra, movía la cabeza de un lado al otro —, o también, me pueden decir tío Blake... —Hizo una pausa, en espera de que alguno de nosotros dijera algo, pero al no tener respuesta, soltó una carcajada, como si le hubieran contado un chiste, y luego, casi de inmediato, se puso serio. Colocó los codos sobre sus rodillas y se inclinó hacia delante—. Por lo que veo, no puedo romper el hielo con ustedes. Así que, vamos a lo que vinimos. Yo, ahora soy su tutor, su jefe, su familia, su día y también su noche.

«Aquí se les enseñará: a ser fuertes, a controlar una parte de ustedes que ha estado dormida y que yo, despertaré.

«Lo que le han inyectado en los laboratorios: ha sido la base de un virus que se mete al cerebro y se convierte en un arma... bueno, los convierte en armas. Les estoy regalando algo que nunca en la vida, nadie, podrá arrebatarles, y que siempre será parte de ustedes. Eso, si, no los mata.  O, los...

Un niño estornudó, y una niña a su lado levantó la mano. Blake, giro los ojos y asintió.

—Señor, mi hermano menor tiene mucho frío. —Señalando al niño que había estornudado.

—¿A si? —, Interrogó  Blake—. ¿Cómo te llamas?

—Mi nombre es Amanda y mi hermano se llama Armando —, contestó.

El castillo de BlakeWhere stories live. Discover now