Capitulo 5

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Solo capítulo cinco
Y los disparos en la habitación

 Solo capítulo cinco Y los disparos en la habitación

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  Esa noche, no podía dormir. Una extraña sensación me invadió, mientras en mi mente escuché una voz: "Estás sola con un montón de extraños. Tú hermano se fue y nadie va a protegerte".

Cerré los ojos a punto de quebrarme pero había recordado lo que Dix siempre me decía: "no debes llorar, porque si lo haces, me pondré triste"

Así que retuve el llanto acumulado en mi garganta. También cerré los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas salieran, pero a pesar del esfuerzo, ellas, habían logrado escaparse.

Era una niña tratando de reprimir los sentimientos, sin siquiera saber lo que eso significaba.

Me había empezado a doler el pecho mientras en mi mente, repetía: "No quiero estar aquí", con la esperanza de que Dixon apareciera y me llevara con él.

Entonces, de repente, Ya no podía respirar.

Me senté en la cama. Traté de arrancar la ropa de mi pecho; me faltaba espacio, el lugar se ponía cada vez más pequeño. Traté de expulsar eso que obstruía mi garganta, no fue solo hasta que alguien me abrazó y pude volver a recibir aire en mis pulmones.

—Tranquila —, susurró Tayde.

Y en vez de soltar el aire, lo que salió de mí, fue el llanto. Lloré de una manera, que creí que el alma se me salía por la boca.

Tayde me sostenía, y pasaba su mano por mi espalda en forma de consuelo.

Lloré hasta el cansancio.

Al día siguiente, el estruendo de una campana nos despertó. Y a mi lado, estaba Tayde sosteniéndome de la mano, despertando. Lo solté tan rápido como pude y me levanté de la cama.

Caminé hacia los casilleros de color blanco. Abrí la puerta y encontré algunas ropas deportivas, eran del mismo color que los demás: un suéter blanco con mi nombre grabado, y un pantalón negro con líneas amarillas a los lados.

Todos nos preparamos y mientras esperábamos, noté cómo Nahia, mantenía la vista fija en la puerta, con un atisbo de alerta en sus facciones.

Luego, vi a Itsa, con el dedo pulgar metido en la boca, jipiando con las lagrimas amontonadas al borde de los ojos.

Tayde, parecía tranquilo, aunque se palpaba una cicatriz que tenía en el antebrazo, mientras su respiración era lenta y profunda.

Por otro lado,  Reik, se mordía las uñas mirando a un punto fijo de la habitación, con el seño ligeramente fruncido.

—Oigan —, dijo Nahia llamando la atención, aún con la mirada perdida—¿Qué es una prueba?

—Es como un examen —, Contestó Tayde calmado.

El castillo de BlakeWhere stories live. Discover now