El castillo de Blake, es un lugar en donde solo se fallece dos veces. Donde tienen como lema: vivir es ganar, y perder es la muerte.
Es una academia de asesinos en donde la muerte tiene un olor característico. Donde los secretos son una obra de art...
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—Niños... hoy, ¡hay eliminatoria! —, informó Luci, casi eufórica, mientras nos llevaba por los pasillos —: Nahia del grupo 1 y Marie del grupo 2.
Nahia miró a Luci, como si aquellas palabras le hubiera atravesado el pecho y de paso, le habían sacado el alma; su respiración se agitó y redujo el ritmo de sus pasos. Llevó sus manos al pecho y poco después, empezó a sudar frío.
—El otro grupo ya debe haber llegado —, continuó Luci.
Llegamos a la jaula y ahí estaba Blake, sentado en las gradas con una taza en la mano, observando. Y a su lado, un hombre joven que lo acompañaba. El otro grupo de niños se encontraba en el otro extremo de la habitación, acompañados por otro hombre que se acercó a Luci en cuanto la vio:
—¿Tu pequeña está lista? —, interrogó él, mirando a Nahia
—Junior, aqui nadie está listo, idiota —, soltó Luci, forzando una sonrisa.
—¿Ya viste a quien trajo Blake? —, interrogó señalando con la cabeza.
Ella borró la sonrisa forzada en cuanto vio al hombre sentado al lado de Blake.
—¿Qué hace Abraham aquí? Se supone que estaba en una misión —interrogó ella, con desconcierto.
—Óyeme, ese tipo hizo la real masacre en Japón, y le trajo las cabezas a Blake en una maleta. Y créeme, nada más utilizo sus poderes para salir del lugar —, contó Junior, emocionado.
—¿Y cuándo volvió? —susurró, entre dientes.
—Esta mañana —Se cubrió la boca con la mano —. Blake le dijo que viniera para hablarle sobre una misión que hay este fin de semana. Y por si me vas a preguntar, yo no sé de qué misión. —Se encogió de hombros.
—Tú siempre te sabes el chisme a medias Junior, tú no haces nada bien —, resopló molesta.
—Ajá... pero déjame terminar. Tú sabes que Blake, solo lleva a los que considera parte de su equipo "personal" a las misiones importantes, sobre todo a las que él mismo irá en persona. —contó, entre dientes para disimular.
—¿Blake irá a esa misión? —, cuestionó sorprendida.
—Ajá... y escuché que Elena, se casó con un tipo ahí, para poder completar uno de los trabajos. Duró un año casada con él y después lo mató; cuando le quitó todo.
—¿Pero el mismo hombre por el que le pagaron a Blake para que lo mandara a matar?, ¿¿el que traficaba armas??
—Seep, y adivina quien se quedó con el negocio —, susurró él.
—¿Elena? —, interrogó, curiosa.
—Mn, Blake se lo dejó a ella, pero bajo supervisión de Abraham.
