CAP. 03

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—¿Contento?

Su alfa parece conforme, al menos en lo que cabe porque aún se queja. Es estresante y Bakugou está harto, pero necesita dormir y esa es la única solución que encontró.

—Espero dejes de joderme —gruñe.

Su alfa está feliz, y Bakugou tan sólo rueda los ojos y suspira exhausto, apoyándose en la puerta de la habitación de Todoroki. Espera que luego de esto los sueños húmedos paren, porque de ser lo contrario va a perder la cabeza tarde o temprano.

Cruza los brazos sobre su pecho y mira el lugar; bastante tradicional y poco interesante, pero Bakugou está seguro de que no le sorprende, siempre supuso que debía tratarse de algo así.

Duda un poco más, pero al final decide hacerlo. Ya está adentro, debería aprovechar.

Comienza a caminar por la habitación de Todoroki, y su vista cae directamente sobre la cama desarreglada y el uniforme del dueño. Es el mismo que uso el otro día, cuando... tuvo su celo omega.

Bakugou pasa saliva, y siente sus manos sudorosas. Trata de ignorar la prenda sobre la cama y sigue caminando por la habitación, encontrando un pequeño estante lleno de libros que ignoro con aburrimiento, luego sigue caminando hasta que llega a la mesa y enciende la lámpara de noche, alumbrando las hojas perfectamente dobladas sobre la superficie de madera. Parece que Todoroki es fanático de escribir cartas.

Quisiera mirar un poco, pero si ya de por si se siente fatal en estar ahí adentro, se sentirá peor si viola la privacidad de su compañero. En primer lugar, ¿Para qué fue ahí? Su alfa lo deseaba mucho, y ahora, ¿qué? ¿Eso es todo? ¿Sólo mira y... ya?

Gruñe, pero decide que es hora de irse. Ya le cumplió el maldito deseo a su alfa, ahora espera poder dormir.

—«Quiero...» —Bakugou vuelve a mirar la ropa sobre la cama.

Comienza a caminar lentamente hacia la cama, y se sienta en la orilla. Duda un poco, pero al final decide tomar la camisa del menor y acercarla a su rostro, olfateando.

Olía a vainilla, suave y agradable. Bakugou puede sentir que incluso es reconfortante y tranquilizante; su ansiedad parece esfumarse lentamente y su alfa se relaja lo suficiente para permitirse recostarse en la cama de Todoroki y cerrar los ojos, exhausto.

Se aferra a la prenda del omega y la deja cerca de su rostro, huele tan bien que puede sentir que se le hace agua a la boca. Ya suponía que Shouto tendría un aroma dulce, pero no era empalagoso o molesto, era agradable y suave.

Algo se endurece en sus pantalones, y es bastante vergonzoso y hasta asqueroso para él. ¡Solamente olió la camisa de Shouto!, ¿¡Por qué eso le daría una maldita erección!?, su alfa tenía un puto problema hormonal.

—Maldición —gruñe él, levantándose de la cama dispuesto a irse a su habitación ahora—. Esto es demasiado, que puto asco —y aunque tiene asco, tampoco puede moverse.

Su cuerpo no hace caso a las ordenes que manda su cerebro, pero Bakugou tampoco se esfuerza demasiado. Mira por sobre el hombro el uniforme de Shouto sobre su cama; una ansiedad peor lo recorre ahora que lo tiene lejos, y la sensación de intranquilidad vuelve.

—Voy a odiarme.

Finalmente toma una decisión; se tira sobre la cama de Shouto y vuelve a tomar su camisa, la pega a su rostro e inhala profundamente. Se siente como si se tratara de una droga; lo tiene a su merced y deseando más.

Su polla duele, apretada con incomodidad entre sus pantalones de dormir. Bakugou se toma unos segundos para finalmente decidirse; su mano derecha sostiene la camisa cerca de su rostro, y su mano izquierda baja hasta su pantalón de dormir, tirando de ellos hacia abajo junto a su ropa interior.

Todoroki es... ¿¡Un Omega!?;   BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora