➤ ℝ𝕚𝕕𝕖 𝕠𝕣 𝕕𝕚𝕖 ➤

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Esa noche celebraron el despido del acosador.

Aprovechando que era Sábado, y dadas las circunstancias, Jota les dejó desvelarse y tomar. Por supuesto, él era parte de la celebración, por lo que no lo dejaron ir cuando éste se proponía escapar sigilosamente. Al final, no pudo irse al ver que todos juntos cantaban y reían.  Habían rentado un salón especial de fiestas, cortesía de Bayona. Era un lugar amplio y muy bien decorado. Realmente la estaban pasando bien.

En los baños, mientras tanto,  los ánimos estaban calentados, cortesía de Matías. 

Desde la mañana, no podía dejar de pensar en los labios de su chico, y ahora que finalmente lo tenía, aprovecharía definitivamente.

Acorralándolo contra el lavamanos, Matías devoraba la boca de Juan Ignacio, quien se recargaba en el mismo para no perder el equilibrio mientras el menor lo acariciaba con deseo, recorriendo su abdomen fino y su espalda. Posaba sus manos en el culo firme del ruloso y luego volvía a recorrer su piel. Apegó su erección contra la contraria, comenzando a frotar sobre la ropa con la fricción que provocaban los movimientos pélvicos, mientras pasaba al cuello del mayor y luego volvía a devorar sus labios.

—Sos delicioso... mmmhh —Susurró Matías mientras mordía su labio inferior. —Tenía tantas ganas de hacer esto... —Apretó de nuevo sus nalgas, aún frotando su dura pija contra la también dura pija contraria y sonrió al escuchar el gemido que soltó el ruloso. Pasó su lengua sobre el chupón que Blas le había hecho y decidió dejar otro muy cerca. —Quiero cogerte desde que te conocí.

Fue Enzo quien entró al baño y se mordió el labio inferior al ver la escena, aunque eso no evitó que se sorprendiera, claro.

—No podés esperarte a la orgía, ¿eh Matu? —Comentó irónicamente el mayor de los tres.

—Callate y vení. —Fue todo lo que pudo decir antes de volver a hundir su boca en el cuello ajeno. 

Juani sintió su piel estremecerse cuando Enzo fue quien tomó sus labios esta vez. Era uno de los chabones más facheros que había conocido y lo besó con el mismo deseo que lo habían hecho los otros.

La fricción contra su pija mientras tanto, había acelerado, se sostuvo con más firmeza del mueble detrás de él, sintiendo que se caería porque sus piernas temblaban. Una mano del uruguayo se aventuró bajo su musculosa negra y acarició uno de sus duros pezones, Matías devoraba su cuello y de vez en cuando su oído, frotándose contra él, sintiendo su dura verga a través de la ropa y ambos chicos usaban su otra mano para palmar su culo redondo, era demasiado, estaba a punto de perderse en el placer.

El otro castaño, decidió liberar su trozo de carne de la prisión de ropa, sabiendo que los gemidos y jadeos de Juan, eran cada vez más agitados, quería verlo correrse así que dejó de besarlo para disfrutar de su expresión, sacando a la par su propia verga para así frotarlas al mismo tiempo. Enzo entonces tomó posesión de su cuello sin demora, aspirando su aroma embriagador escuchó a Juani gemir alto ante el orgasmo.

Se sostenía firmemente, sus piernas temblaban tensadas y todo su cuerpo  se estremeció en espasmos, tensó también su cabeza hacia atrás y soltó un gemido sonoro, que Enzo calló con un beso apasionado mientras la descarga salía, manchando la mano de Matías, quien también estaba perdido en el orgasmo, pero se negó a cerrar los ojos, sus ojos marrones vidriosos miraban con deseo al otro argentino que estaba siendo devorado a besos por el mayor.

Pronto Matías se unió a la sesión de besos, ya había probado la boca de Enzo, así que no era novedad para ellos besarse. Unieron sus bocas con la de Juani y siguieron besándolo con el mismo deseo que un principio.

Pɾoρᥙᥱ⳽tᥲ ɩᥒᑯᥱᥴᥱᥒtᥱ. (𝚃𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚇 𝙹𝚞𝚊𝚗𝚒)+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora