Desearía poder haber previsto lo que pasaría. Desearía poder haber sido capaz de darse cuenta antes de lo que ellos le habían insinuado. Desearía poder ser más listo y haber así captado las señales.
Pero no.
Era muy lento o quizá tonto para captar ese tipo de cosas.
Y ahora, mientras estaba en cuatro, rodeado de pijas calientes, algunas incrustadas en cada orificio posible, no le quedaba más que aguantar su falta de pericia. Sacrificando un poco el bienestar de su culo.
Claro, eso no evitaba que fuera un delicioso sacrificio.
Pero ¿cómo había llegado a eso?
Esta es la historia.
[♡♡♡]
Era una calurosa noche de verano, mientras un grupo de jóvenes varones disfrutan una fiesta en una de tantas noches de sábado luego del rodaje de su película, a pesar del cansancio, la juventud les da ánimos para seguir disfrutando entre risas y la licencia de beber un poco, pues estaba de cumpleaños uno de ellos.
Ramu y Fer, están cantando en medio de la pista, el tema de "Despacito".
Es en medio de la canción, que Juani se levanta a disfrutar con ellos. Bailando y cantando al ritmo de la música, con notas afinadas y estudiadas, si, pero sobre todo, movimientos lentos.
Muy lentos movimientos de cadera.
Su delgadez debida a su estricta dieta, y también gracias a la musculosa muy ceñida que usaba, no evitan que su cintura delinee su figura, al ser angosta. Deliciosamente angosta.
Y ahí es cuando todo se fue a la mierda.
Es Ramu el primero en notar los sensuales movimientos de cadera de Juan Ignacio, codeando rápidamente a Fer, quien no necesita que le diga nada, para notar a qué se refiere su amigo.
Ambos empiezan a hacer ademanes de coito entre risas, ya con los ánimos levemente calentados por el par de birras bebidas, mientras que el propio ruloso castaño, les sigue el juego y termina perreándoles. Todo era un juego divertido.
Blas dejó de sonreír, totalmente idiotizado por la visión lateral que le ofrecían sus amigos. Su pulso se acelera y el deseo de que Juani le perree a él, nubla su mente. Ni siquiera se da cuenta de que está mordiendo su labio inferior, hasta que siente la mano de Enzo en su espalda alta.
-Es hipnótico el baile de Juani, ¿no? -Su voz luce serena y relajada, no así sus manos que se mueven nerviosamente tronando sus nudillos y alcanza a notar una gota solitaria de sudor bajando por su sien.
-Puede ser. La verdad, no lo estaba viendo.
Su torpe mentira no convenció a Enzo, quien resopló en un leve tono de burla, haciéndole evidente esto.
-Sí querés unirte al baile, hacelo.
-No, la verdad, estoy cansado de bailar. Estoy bien.
Otra mentira, Enzo no le dijo nada, solo asintió, pero sabía que no le creyó tampoco.
De pronto el tiempo pasaba muy lento, despacio. Los compaces de la música, parecían acompañar de maravilla la silueta del morenense. Pudo notar que Ramu posaba una mano en un costado de su cadera, acercando la propia mientras perreaban. Fer desde adelante, se movía a su compás y sostenía su cintura. Mientras que Caruso reía divertido, sin otra pretensión que bailar.
Qué envidia le tenía a esos pelotudos.
Se decidió a no ser espectador, a ese punto, Pipe, Santi, Andy y hasta Rocco se habían unido a bailar alrededor del chico. Pero cuando estaba a punto de unirse, la música terminó.
Y la siguiente canción pintaba para ser un tema empalagoso, de esos que no son divertidos de bailar.
Pero Fran quitó ese tema de mierda, quería seguir bailando (muy a pesar de que él no había bailado hasta ese momento).
Un reggueaton de tantos fue lo que comenzó a sonar, casualmente.
Juani celebró, todavía entusiasmado de bailar con sus amigos, se adelantó a los pensamientos de Blas y lo llevó a la pista. Para deleite de este último.
-¡No te escapas de bailar conmigo, boludo! -El ojiazul lo llevó al centro de la pista, junto al resto. Comenzó de nuevo con sus movimientos lentos y circulares. Restregando su culo contra la pelvis de Blas, quien sentía un calor interior que quemaba. Posó sus manos grandes a los costados de la cadera de Juan, mientras movía su propia pelvis al compás del perreo del mayor. Reía por intentar disimular, pero honestamente, le importaba un carajo si todos se daban cuenta que estaba duro. En un movimiento sutil, logró acercarse a su cuello y respirar el aroma embriagante de su perfume, ya mezclado con el sudor, pero una risa ajena lo desconcentró y lo obligó a alejarse de ese cuello tentador.
-¡Sí sabés moverte, boludo! -Decía entre risas el ruloso a su amigo más alto para después seguir coreando el tema en la pista.
Y de Blas, regresó a Pipe, Santiago, Ramu, Esteban y hasta Enzo y Matías. Bailó con todos durante mucho tiempo, los temas musicales eran tantos que podían durar perreando por turnos con Juani toda la noche. Despacito se repitió por lo menos otro par de veces. A alguien parecía gustarle cómo la bailaba el castaño.
Era delicioso.
Hasta que de pronto, en una pausa más que necesaria, Juani manifestó su cansancio. Todos protestaron, pero no había de otra, tampoco era el único cansado. Pero solo él y Pau se decidieron por ir a dormir.
El salón quedó un momento en silencio. Mientras se miraban unos a otros. Pero el ambiente lentamente volvió, aunque no con la intensidad de ese momento. Un par de miradas cómplices hicieron eco en el salón. Cómo afirmaciones silenciosas de que, de alguna forma, TODOS estaban pensando una misma idea, que por supuesto, nadie se atrevió a externar.
Y esa noche, a altas horas y en la intimidad de su cuarto de hotel, Blas se hacía una paja intensa pensando en el culo de Juani.
El fuerte orgasmo, acompañado de espasmos fue sin embargo, provocado al recordar ese ínfimo momento en que olió el perfume que llevaba al acercarse a su cuello.
Respiraba agitado después, tratando de recobrar la razón mientras su mente lo seguía bombardeando con momentos a su lado. Pero no eran las memorias lindas, no. Eran en cambio, aquellos ratos donde, en más de una ocasión, habían pasado cosas sugerentes.
Como cuando por accidente casi se besan en la boca.
O cuando sin querer, había nalgeado a su amigo.
La vez que rozaron por error sus pelvis al tratar de pasar al mismo tiempo por un espacio estrecho. Pero que muy conscientemente, comenzó a moverse para frotarse contra él, con el pretexto de querer quitarse de ahí.
O esa vez que genuinamente sin él quererlo, lo había visto desnudo, provocado por un descuido del propio Juani que dejó abierta la puerta de su cuarto, y Blas entró sin más.
Y era increíble, como a Juani parecía no molestarle o incomodarle, lo tomaba con humor o soltaba algún golpe amistoso casual.
O Blas era muy bueno disimulando, o Juani era muy ingenuo.
Sin importar la respuesta, su mente divagó de nuevo hacia el cuerpo ajeno. Se maldijo internamente cuando se dio cuenta que su pija, estaba dura otra vez.
Y un loco pensamiento surcó su cabeza mientras sacudía la mano en torno a la circunferencia de su verga.
¿Los otros también se estarán pajeando pensando en Juani?
Era claro, TODOS estaban como locos alrededor de él y su sensual baile. Incluso los que él consideraba "heteros" como Enzo, Parde o Della, obviamente lo devoraron con la mirada cuando bailaron con él.
Por alguna razón, la imagen mental del sexy baile de su amigo con ellos, lo hizo acabar otra vez.
Lejos de cuestionarse si lo que acaba de pasar mientras se masturbaba era medianamente normal, las ideas comenzaron a surgir en su cabeza.
No sabía lo lejos que iban a llegar.
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Pɾoρᥙᥱ⳽tᥲ ɩᥒᑯᥱᥴᥱᥒtᥱ. (𝚃𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚇 𝙹𝚞𝚊𝚗𝚒)+18
FanficCuando un baile inocente se convierte rápidamente en algo candente, a todos se les ocurrió la misma idea: Culearse a Juani. Pero no necesariamente será por turnos...