You (Arlecchino's Fic) (FemxFem)

6

Me siento muy...

Confundida.

No encontraba nada que decir y ella tampoco parecía tener algo para romper el hielo. Es más, no mostraba tener intenciones de ello.

Habíamos venido a la costa.

¿El por qué? A mi también me gustaría saberlo. Pero los nervios e incomodidad que sentía me habían dejado completamente muda.

Estabamos sentadas en un pequeño muelle de madera, cara a cara hacia el oceano. El atardecer ya había pasado para cuando llegamos, así que el unico espectaculo que había era el cielo nocturno lleno de estrellas y su reflejo sobre al agua.

Yo mantenía mi mirada hacia abajo, mirando mis zapatos flotar y moverse  por encima del agua. No muy lejos de mi campo de vision, también podía ver sus zapatos. A diferencia de mi, ella estaba totalmente tranquila.

"Envidio esa calma"—. Pensé apretando mis labios.

Levanté la mirada y volteé mi atención hacia ella, para así poder verla mejor. Arlecchino miraba hacia la nada mientras dejaba que el viento despeinara su cabello con suaves movimientos.

Entrecerré mis ojos sin apartar mi atención de ella. Estaba tratando de entender sus razones para traernos aquí.

Y por qué justamente a mi.

— D-Disculpa... —. Me maldecí mentalmente al escucharme tartamudear.

Arlecchino volteó hacia mi.

Tragué duro y rasgué con mis uñas la madera del muelle — ¿Qué hacemos aquí? —

Noté como su mirada bajó levente y vio cómo mis manos se habían clavado en la madera, ella relajó la mirada y me miró a los ojos.

El que hiciera eso me hacía sentir mucho más incomóda.

Arlecchino ladeó levemente la cabeza. — Estamos saliendo, te estoy compensado el momento incomódo en la cafetería —. Dijo y luego me mostró una leve sonrisa.

Me quedé helada ante lo que me había dicho.

¿Cómo se suponía que debía tomarme aquello?

...

— Quieres decir que, ¿Esto es como una especie de favor? —. Empecé a sentir un sabor amargo en mi boca.

Arlecchino asintió de hombros, como si realmente le diera igual.

Y al parecer así era.

Creo que he estado idealizando toda esta situación desde un inicio, a tal punto del que perdí el control de mi realidad.

Dejé de mirarla con una cara de sorpresa plasmada en mi rostro. Clavé mi mirada hacia mis pies.. Esta mujer había logrado avergonzarme 2 veces en un solo día.

¿Por qué me estaba prestando a esto?

— Aunque admito que... —.La escuché hablarme, más no levanté la mirada. — Eres linda, no fue dificil convencerme de esto —. Noté un poco de ironía en su voz.

¿Se supone que eso era un cumplido? ¿Un chiste? ¿Debería reírme?

Dios.

Aquella fuerte presión en mi pecho había vuelto, pero esta vez sabía la razón, y esta vez, no se sentía bien.

Suspiré con fuerza y me tiré de espaldas, quedando acostada sobre el muelle y viendo directamente las estrellas iluminando el cielo nocturno. Coloqué uno de mis brazos por detrás de mi cabeza para que sirviera de soporte.