Incomodidad

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—¿Hay algo en especial últimamente? Ya habías dejado de jugar un tiempo y ahora vuelves bastante desesperado —

La dulce voz de la mujer a su lado llamó su atención

Osomatsu tenía el cigarrillo en su boca aún y expulsó el aire hacia arriba antes de responder

—¿Quién podría resistir a dejarte ir tanto tiempo, Todoko-chan? —Respondió con una sonrisa ligeramente descarada

La mujer a su lado río divertida

—Siempre sabes que cosa decir, por eso eres popular, sabes como tratar a una dama —

Puntualizó a la vez que se acomodaba mejor en la cama de aquel motel, aunque era temprano, solo las 11 de la mañana

Todoko apenas termino su turno esa mañana fue llevada por Osomatsu y no había sido soltada hasta ahora

—Pero, no soy tonta, se que no somos amigos, pero al menos me gustaría que pensaras en mi en vez de alguien más cuando estamos haciéndolo —Reclamo ligeramente irritada

—Lo siento, je, supongo que el trabajo últimamente me está matando —

Osomatsu desde aquel fin de semana que salió de improvisto de su casa había estado extraño

Su cuerpo estaba mucho más activo que de costumbre, su lívido había aumentado, siempre había sido un bastardo que satisfacía sus necesidades en cuanto las sentía

Comida, bebida, intimidad, todo lo que sentía lo satisfacía en el momento, pero últimamente su deseo aumento escandalosamente y no importaba cuantas veces lo hiciera no estaba satisfecho

Sus compañeras eran buenas, pero no estaban calmando su deseo, era un leve alivio antes de que esa necesidad volviera arrastrándose por su espalda hasta nublar su cabeza

—Ah, ¿no se supone que los hombres con el paso de los años pierden fuerza? —

—¿No estas halagandote mucho? Ni siquiera has llegado a los treinta, sigues estando bastante sano —Río la castaña —Y bastante enérgico, ¿seguro que no estás metiéndote nada raro? —

El Matsuno sonrió juguetón a la vez que sus ojos se entrecerraban

—Nah, hasta donde yo recuerdo claro —

Con calma apago el cilindro de nicotina en el cenicero e iba a comenzar a vestirse

—¿Eh? ¿Ya te vas? Creí que lo haríamos una vez más antes de irnos —

Ofreció quitándose lentamente la sabana tratando de tentarlo pero Osomatsu solo sonrió de lado despreocupadamente

—Gracias, Todoko-chan, quisiera hacerlo pero ahora mismo tengo que volver, Karamatsu se enojara cuando vea que no he hecho nada en casa, esta tan estresado por su partido oficial que me golpeara sin piedad si no intento al menos lavar los trastes —

Se río divertido recordando como el adolescente llegaba cansado y agotado de entrenar arduamente antes de su partido decisivo

—Eh, es un adolescente, ya sabes, se irrita con cualquier cosa, lo olvidara —Trato de convencerlo de nuevo pero Osomatsu era terco

—Otro día será —

Osomatsu saco su billetera y dejo dinero en la cómoda del motel dejando helada a la castaña

—Dejo ahí algo, ya sabes, para que llegues a tu casa y comas algo, nos vemos —

Sabía que eso era un insulto total a Todoko, pero últimamente se había vuelto molesta al grado de insinuar que tenían algo serio entre las enfermeras del Akatsuka Med

Salvavidas <OSOKARA>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora