Salvavidas <OSOKARA>

Matsuya

Osomatsu esperaba afuera de la habitación de Matsuya a la vez que Choromatsu le daba una mirada recelosa

Ambos seguían molestos el uno con el otro

Osomatsu al verlo cerca sonrió y señaló su nariz con burla

Choromatsu alzó su dedo medio furioso mientras daba media vuelta

Mientras tanto Karamatsu adentro veía a aquella mujer

Al parecer cuando despertó su cabeza no estaba muy estable, por eso estaba en observación, estaba viva, pero no por mucho, la información que podían sacar de ella era por cortos periodos de tiempo que se volvía estable

Muy pocos

Karamatsu la observo y tuvo algo de pena

Cabello negro liso pero tan delgado y maltratado que parecía quebrado, piel pálida de un color opaco enfermizo, ojos vacíos y apagados, parecía un verdadero muerto viviente

Aun así se acercó lentamente

-Matsuya-san -Sonrió

La mujer lo observo en silencio, como un maniquí

-Eh, si es usted, vaya -Inclino la cabeza -No tengo mucho tiempo, solo nos dieron 5 minutos a solas, la enfermera no tardará en volver con sus medicinas -

Karamatsu siguió obteniendo una mirada muerta

-Sabe, nunca me importo saber de donde vengo, me da igual si nací de una mujer o un alíen -Admitió -No se que es una madre, no se que es un padre, y en realidad tampoco que es un hermano -Sus ojos se apagaron -Él ama usar esa etiqueta -

El brillo volvió a los ojos azules

-Pero esta bien, porque hace poco aprendí el valor de ella, tal vez yo tengo un concepto distinto al de los demás de ella, igual que él, estoy seguro que él no entiende tampoco el significado real de ese titulo, pero si conocemos los dos el valor que tiene para nosotros, gracias a eso, estamos juntos y usted pudo dejarme con él -

Karamatsu inclino la cabeza para corregirse

-No, no me dejaste con él por eso, bueno, sea lo que sea, gracias a eso es que pudimos conocernos, solo quería verte para decirte un par de cosas -

Se acercó más a la mujer que lo seguía con la mirada perdida

-Quería agradecerte por traernos al mismo mundo, solo puedo decirte eso, ya que, sinceramente... Espero que no dures mucho más, debe ser doloroso vivir así-

Los ojos azules brillaban en calma

Karamatsu no tenía curiosidad por ver a esa mujer, no tenía curiosidad por conocer a su "mamá" solo quería ver la ruina en la que se había convertido, una retorcida satisfacción por saber que la persona que le hizo daño al hombre que amaba estaba por marchitarse totalmente

Karamatsu podía sentir pena y era muy empatico con la gente, pero solo había una cosa con la que nunca podría sentir empatia, aquel que lastimara a Osomatsu

A veces se asustaba de sí mismo, sabía que no era normal guardar resentimiento, por ello siempre sonreía, no odiaba a nadie, pero si algo le enfermaba era aquellos que se metían con el ojirrojo

Pocas personas lograban sacar su peor lado, había escuchado la historia por otros, Dekapan y el padre Divinmatsu

Ellos le habían contado la razón de porque Osomatsu había estado solo y porque no podía permanecer con nadie

Karamatsu lo sabía, Osomatsu estaba herido, no sólo físicamente, las cicatrices que tenía el mayor en su mente infantil eran sólo parte de su piel pero con el tiempo supo que eran las huellas del abuso de su infancia