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Lamine:

Salí de las duchas y me arreglé el pelo, después me dirigí a la salida buscando a mi padre para llevarme a La Masía.
Habíamos ganado, aunque era un partido fácil. Aún así estaba contento por haber metido un gol, y por haber recibido el premio al mejor jugador del partido.
Vi a mi padre con una sonrisa de oreja a oreja, hizo que yo también empezara a sonreír. Chocamos las manos y me monté en el coche.

Un poco más delante vi a la chica loca de la cafetería. Tenía una chaqueta pero aún así parecía tener frío. Llevaba en una mano la bolsa que estaba llena de cosas que le firmé antes. En la otra, sujetaba el móvil, estaba hablando con alguien.

-Papá, puedes parar al lado de esa chica.

Paró y ella dio un salto por el susto, después se alejó del coche, hasta que bajé la ventanilla y me vio a mí.

-¿Te llevamos?

-No, gracias.

-¿A quién esperas?

-Va a venir mi padre a por mí.

-Es de noche.

Se guardó el móvil en el bolsillo, y dudaba un poco, se acercó a la puerta y se montó.

-Pensaba que venías con una amiga, vi a una chica detrás de ti y pensaba que la conocías.-Dije sin mirar hacia atrás donde estaba ella. Parecía incómoda.

-Su padre la recogió.

Asentí y no volvimos a hablar en todo el camino.

Nos gió hasta su casa.

-Gracias por traerme.-Sonrió tímidamente y salió del coche.

Abrió la puerta y desde el coche pude oír los gritos de su madre.

-¿Quién era?-Preguntó mi padre después de arrancar el coche de nuevo para llevarme ahora a mí.

-Una fan.

Se extrañó un poco por mi respuesta.
Realmente no sé quién era. No sé su nombre, solo se que está loca y amargada.

Al llegar por fin a La Masía me despedí de mi padre y fui hacia mi habitación que compartía con Héctor Fort.

-Joder, no veas, pensaba que te habían secuestrado.-Nos reímos por su broma.

Me puse el pijama y me dormí.

Días después

Ada:

Me llevé a mi hermano al parque. Hoy mis padres no estaban, de hecho, llevo sin verlos desde esta mañana. Al llegar del instituto y estaba mi pobre hermano solo en casa. No sabía donde estaban, aunque no era muy raro que desaparecieran de un momento a otro.

Ayer se enfadaron bastante conmigo por llegar tarde. La verdad agradezco a el tal Lamine Yamal por haberme traído a casa, sino, hubiera llegado más tarde y la bronca sería peor.

A mi amiga Sofía la recogieron antes, no me fui con ella porque digamos que no me llevo muy bien con su familia.

Ahora estaba viendo como mi hermano se tiraba por el tobogán feliz, mientras jugaba con sus otros amigos.

Pablo, mi amigo, tenía una hermana pequeña también, así que a veces viene al parque, esperaba encontrármelo pero no fue el caso.



LA FUERZA DEL AMOR-Lamine YamalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora