D O S

113 17 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.










Yeonjun entró en la espaciosa habitación con un suspiro, pellizcando el puente de su nariz cuando vio la forma acurrucada en la cama grande.

Choi Soobin (a quien Yeonjun había cambiado el nombre por 'El mocoso') estaba acurrucado en una bola en el centro de la cama, vestido sólo con una vieja camisa de vestir de Taehyun, que le llegaba hasta la mitad de sus muslos. El espectáculo era un poco atractivo, pero el empresario definitivamente no estaba de humor para apreciar lo adorable del chico angelical frente a él.

—Yah, mocoso, Taehyun me dijo que te negaste a tomar los medicamentos que te mande —gritó Yeonjun al chico mientras estaba parado en frente de la cama. Soobin levantó la vista y se acurrucó aún más en una bola. Yeonjun llevaba un traje negro, y con su estatura y rasgos afilados, Soobin juró que parecía el diablo– sólo que mucho, mucho más guapo, el chico agregó en el último pensamiento.

—No quiero tomar la medicina —Soobin murmuró debajo de las sabanas donde había enterrado la cabeza. Yeonjun suspiró ante la obstinación del chico.

—¿Y por qué es eso? ¿Eres alérgico a cualquiera de los medicamentos que te mande? —preguntó el hombre, su tono fue cortante y formal.

—... No —Soobin respondió después de un minuto.

—Entonces, ¿qué diablos le pasa a los medicamentos? —Yeonjun gruñó. Soobin se estremeció ante el tono áspero.

—¡Todos saben tan asquerosos! —el chico angelical gritó —¡Lo puse en mi boca y pensé que iba a morir!

Lo que explicaría por qué Kai me dijo que Soobin le había escupido la medicina en la cara antes, Yeonjun pensó con amargura.

—¿Qué tienes? ¿Cinco? ¿No crees que tienes la edad suficiente para tomar la medicina sin quejarte? —Yeonjun exigió. Soobin se sentó con el ceño fruncido en su rostro.

—Tengo diecinueve —Soobin respondió triunfante, —¡Pero aun así no voy a beber tu agua envenenada! estás tratando de matarme con ella.

—En primer lugar, no es agua envenenada. Y en segundo lugar, darte medicina es exactamente lo contrario a tratar de matarte... aunque ahora, eso suena como una opción más tentadora —Yeonjun dijo, su paciencia se le estaba acabando rápidamente.

—¡No! ¡Sabe muy mal! —Soobin se quejó mientras se dejó caer sobre su espalda, las piernas pálidas se extendieron delante de él.

—¡Mira mocoso, vas a tomar la medicina, incluso si tengo que forzarla a que baje por tu maldita garganta! ¡Yo no voy a dejar que tus lesiones empeoren y mueras y cause que tenga un horrible escándalo de relaciones públicas! He trabajado muy duro para que todo se arruine por un pequeño mocoso idiota —Yeonjun prácticamente gritó antes de darse la vuelta y salir de la habitación malhumoradamente.

𝓒𝓪𝓭𝓪 𝓥𝓮𝔃 𝓠𝓾𝓮 𝓢𝓾𝓮𝓷𝓪 𝓤𝓷𝓪 𝓒𝓪𝓶𝓹𝓪𝓷𝓪 || 𝓨𝓮𝓸𝓷𝓑𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora