D I E Z

115 20 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.















—No estoy seguro de poder ser capaz de sentarme de nuevo —dijo Yeonjun, haciendo una mueca mientras cruzaba su oficina sosteniendo una copa para Taehyun.

Taehyun tomó un sorbo tentativo. —No estabas en la cena de Bae anoche.

Yeonjun asintió con la cabeza con un gesto descuidado. —No, yo no estaba.

—Shim Jang Sul estaba allí. Ya sabes que él aún no ha acordado la fusión todavía.

—Voy a llamarlo y concertar una reunión con él la próxima semana —dijo Yeonjun despreocupadamente.

—Nunca he sabido de que perdieras una oportunidad como esta. Shim–ssi tiene una fortuna para invertir. —Yeonjun no respondió, por lo que Taehyun decidió entrar en el meollo de la cuestión. —¿Has hablado con Soobin–ssi acerca de su acuerdo de pago? —La mirada que Taehyun le dio a Yeonjun habló volúmenes.

—Yo me ocuparé de ello. No necesitas seguir preocupándote por ello. —Yeonjun respondió rápidamente.

—Dime una cosa, Yeonjun–ssi.

—¿Qué?

—¿Qué es él para ti?

Yeonjun se congeló un poco, las manos empezaron a rizarse en puños a su lado. —No sé de qué estás hablando.

—¡Sabes muy bien de lo que estoy hablando!

—Mantente fuera de esto, Taehyun.

El abogado suspiró y miró a su bebida. —Nunca te he visto actuar de esta manera acerca de cualquier persona, Yeonjun.

—Él es diferente —Yeonjun murmuró, —No sé cómo explicarlo. —Yeonjun supo que Soobin era diferente del resto desde la noche en que lo había llevado al concierto. El chico había lucido increíblemente guapo, pero que él había saliera de algún lugar de la multitud – como plata fina expuesta a los elementos ásperos. Había perdido su brillo. Al ver eso, Yeonjun había sentido la necesidad de proteger a Soobin de cualquier cosa que quisiera o pudiera hacerle daño, cualquier cosa que le pudiera robar la risa.

Taehyun bajo su vaso. —No estoy aquí para juzgar, Yeonjun. Estoy preocupado, tanto como tu abogado y como tu amigo.

—No lo estés. Yo puedo manejar esto.

—¿Estás seguro? —Taehyun preguntó, inclinándose un poco hacia delante, —que si la familia de Soobin lo encuentra y lo obliga a irse. ¿Serás capaz de manejarlo, entonces?

—Si la familia de Soobin se preocupara de él, en ese caso no habría estado vagando por las calles el día que nos estrellamos contra él, ¿o sí? —Yeonjun dijo estoicamente.

—¡Pero no puedes pretender que nunca Soobin tuvo un pasado antes! ¡Que si pasa algo y él simplemente desaparece. Es necesario tener un plan alternativo para tratar con ello! —Taehyun exclamó en voz alta.

𝓒𝓪𝓭𝓪 𝓥𝓮𝔃 𝓠𝓾𝓮 𝓢𝓾𝓮𝓷𝓪 𝓤𝓷𝓪 𝓒𝓪𝓶𝓹𝓪𝓷𝓪 || 𝓨𝓮𝓸𝓷𝓑𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora