epílogo

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"Se dice mucho que las cosas cortas son las que más nos llenan el corazón, que para poder darle un valor a éstas tienen que haberse esfumado de nuestras vidas; quiero vivir cosas efímeras con principio y con final, pero siempre, en el sentido más literal de la palabra, contigo a mi lado."

Cinco años después de volver a la ciudad, las cosas no podían ir mejor.

"Martin te echamos de menos en el bar de micro abierto. Ahora viene muy a menudo un tío que no para de leer poesía erótica y encima tuvo la poca decencia de decirme que me la dedicaba ¡A mí! ¡Que soy lesbiana!" Dijo Chiara con la voz aguda de la impotencia mientras terminaba de poner los cubiertos sobre el mantel de la mesa del jardín.

"Kiki, intentaré pasarme, no te preocupes, es que entre la publicación del libro y la boda no he tenido tiempo para absolutamente nada." Resoplé. "Menos mal que me voy de vacaciones en nada."

"¡El salvamanteles por favor!" Gritó Juanjo, con una fuente de lasaña, la cual sujetaba con dos guantes de horno con forma de gallina. "¡Que quema mucho, está recién salido del horno." Era muy gracioso ver a Juanjo con esas pintas; tenía el pelo revuelto y llevaba un delantal manchado de tomate en el que se leía kiss the cook.

Chiara salió disparada a por el salvamanteles y lo puso en cuestión de segundos.

Juanjo apoyó la fuente y se quitó el sudor de la frente con un trapo que llevaba Dios sabe donde.

"Quién te iba a decir cuando te marchaste de aquí que ibas a volver con un marido chef." Se rio Chiara cuando Juanjo volvió a la cocina para coger una espátula. "¿Oye lo de Masterchef al final...?"

"Chiara ni se te ocurra sacar el tema, que lo lleva fatal. Le echaron por cocinar mal la berenjena antes del casting de la tele y ahora no la puede ni ver. "

"¿Sobre qué cuchicheais?" Preguntó Juanjo curioso al volver a la mesa.

"Sobre nada, mi amor, hablábamos del nuevo proyecto de Chiara." Mentí.

"Mentira. Seguro que estabais hablando de Masterchef. Lo tienes escrito en tu cara, Martin." Dijo acusatoriamente.

"Estaba contándole que me parecía injusta tu descalificación de los castings. La berenjena estaba perfecta."

"No vuelvas a mencionar esa fruta al menos en lo que queda de año." Refunfuñó mientras se sentaba en la mesa.

Le miré ofreciéndole una disculpa silenciosa.

"¿Nervioso por empezar a dar clases?" Preguntó Chiara a Juanjo tratando de cambiar de tema.

"Más de lo que creía. Llevo mucho tiempo pensando que nunca iba a trabajar de algo que me gustase y ahora que por fin lo consigo quiero hacerlo genial." Dijo mientras empezaba a repartir la lasaña.

"Se te dan fenomenal los niños no creo que vayas a tener ningún problema." Le alentó Chiara.

"Eso le digo yo. A ver si a ti te escucha más."

Juanjo rodó los ojos mientras soplaba la comida para que se enfriáse.

"Violeta llegará enseguida chicos." Avisó Chiara mientras miraba de reojo la pantalla de su móvil.

"¿Le esperamos a comer entonces?" Preguntó Juanjo preocupado.

"No, no, me ha dicho que vayamos comiendo."

"Qué ganas de conocer por fin a Violeta, nos has hablado tan bien de ella..." Sonreí mientras me metía la comida en la boca. Tenía mis sospechas de que algo estaba pasando entre ellas. Juanjo me miró con complicidad, pues ya habíamos hablado del tema.

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