07

64 6 0
                                    

Los últimos días juntos en Río de Janeiro antes de que Nayara tuviera que regresar a París y Vini a Madrid se convirtieron en un capítulo inolvidable en la historia de su amor. Después de la emotiva noche en la que Vini se quedó a dormir en casa de Nayara, decidieron aprovechar al máximo el tiempo que les quedaba en la vibrante ciudad brasileña.

Al día siguiente, Nayara y Vini despertaron abrazados, con el cálido sol de Río entrando por la ventana. Decidieron pasar el día explorando la ciudad juntos, comenzando por una caminata por las famosas playas de Copacabana e Ipanema. Se detuvieron a tomar jugo de coco fresco en un quiosco de playa, disfrutando de la brisa marina y la música que resonaba en la arena.

Después del almuerzo, decidieron visitar el Cristo Redentor, uno de los íconos más emblemáticos de Río. Subieron al cerro del Corcovado en el tren cogiendo la mejor vista de la ciudad, y se quedaron asombrados por la majestuosidad de la estatua y la vista panorámica de la ciudad y la costa.

Por la tarde, se aventuraron en un paseo en barco por la bahía de Guanabara, admirando las vistas de los impresionantes paisajes de Río desde el agua. Se rieron juntos mientras el viento soplaba en sus rostros, compartiendo momentos de complicidad y cariño mientras el sol se ponía sobre la ciudad.

Esa noche, decidieron disfrutar de la gastronomía brasileña en un restaurante local, saboreando platos típicos como feijoada y caipirinhas. Conversaron sobre sus planes para el futuro y cómo podrían mantener viva su relación a pesar de la distancia que se avecinaba.

El último día juntos fue aún más especial. Decidieron pasar la mañana en el casa de Nayara, donde disfrutaron de momentos de calma y tranquilidad juntos. Hablaron sobre sus sentimientos el uno por el otro, compartiendo sus sueños y esperanzas para el futuro.

Por la tarde, visitaron el Jardín Botánico de Río de Janeiro, caminando entre exuberantes jardines y admirando la diversidad de flora y fauna que el lugar ofrecía. Se tomaron fotografías juntos, capturando recuerdos que atesorarían en los días venideros.

Esa noche, decidieron no hablar sobre la dolorosa despedida que se avecinaba. En su lugar, se concentraron en disfrutar de cada momento juntos, sabiendo que estaban creando recuerdos que perdurarían mucho después de que se separaran.

Cuando llegó el momento de decir adiós, Nayara se aferró a Vini con fuerza, sintiendo el corazón lleno de emociones encontradas. Sabían que la distancia sería difícil, pero también sabían que su amor era lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

— Te amo, Vini. Prometo que volveremos a vernos pronto —dijo Nayara con voz entrecortada por la emoción, besándolo suavemente antes de separarse lentamente.

— Te amo también, Nayara. No importa la distancia, siempre estarás en mi corazón —respondió Vini, mirándola con ojos llenos de amor y determinación.

Y así, con la promesa de un reencuentro en el futuro y el recuerdo de los días felices en Río de Janeiro, Nayara y Vini se despidieron temporalmente, cada uno llevando consigo la certeza de que, a pesar de la distancia que los separaba, su amor solo crecería más fuerte con el tiempo y las experiencias compartidas.

Después de despedirse de Vini en el aeropuerto de Río de Janeiro, Nayara se quedó mirando cómo él se alejaba, con el corazón lleno de emociones encontradas y lágrimas que amenazaban con escaparse. A pesar de saber que la distancia era inevitable, el dolor de separarse de Vini, incluso temporalmente, pesaba sobre ella.

Neymar, quien había estado a su lado durante toda la despedida, notó las lágrimas en los ojos de Nayara y se acercó a ella con ternura. Sin decir una palabra, la abrazó con fuerza, dejando que ella se apoyara en él mientras las emociones fluían.

𝙊𝙡𝙫í𝙙𝙖𝙢𝙚 | 𝙑𝙞𝙣𝙞 𝙅𝙧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora