𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹

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La noche cayó sobre el puerto, y el bullicio de la feria animaba a la tripulación del barco de Zuko, que se había aventurado a disfrutar de un merecido descanso

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La noche cayó sobre el puerto, y el bullicio de la feria animaba a la tripulación del barco de Zuko, que se había aventurado a disfrutar de un merecido descanso. Las luces brillaban en el aire, reflejándose en los ojos de Nyla mientras caminaba junto a Zuko.

─Mira, príncipe Zuko, esos farolillos son hermosos ─dijo Nyla, señalando unas linternas de papel que colgaban sobre los puestos de comida.

Zuko asintió, observando los farolillos con un destello de interés en su mirada antes de volver a su habitual expresión seria. Caminaban en silencio, disfrutando del ambiente festivo.

─¿Te gustaría probar algo de la comida local? ─preguntó Nyla, tratando de aliviar la tensión en el aire.

Zuko dudó por un momento, pero al ver la sonrisa esperanzada de Nyla, cedió.

─Está bien, pero nada demasiado extravagante ─respondió.

Se detuvieron en un puesto de dulces tradicionales. Nyla tomó un par de dulces y le ofreció uno a Zuko. Él lo aceptó con una leve inclinación de cabeza.

─Gracias ─dijo Zuko, tomando un bocado del dulce. ─No está mal.

Nyla sonrió, contenta de ver una pequeña muestra de satisfacción en el rostro de Zuko. Continuaron explorando la feria, deteniéndose en diferentes puestos y observando a los artistas callejeros.

Mientras tanto, Iroh, que se había separado de ellos para explorar por su cuenta, encontró un puesto de té. Se acercó, interesado en probar las variedades locales. El dueño del puesto, un anciano amable, le sirvió una taza.

─Este té es de las montañas del norte, señor. Espero que le guste ─dijo el anciano.

Iroh tomó un sorbo, cerrando los ojos para saborear el aroma y el sabor.

─Delicioso ─dijo Iroh con una sonrisa─, me recuerda a un té que probé hace muchos años.

El anciano sonrió y se inclinó en señal de agradecimiento.

De vuelta en la feria, Zuko y Nyla llegaron a una zona donde un grupo de niños jugaba alrededor de una fuente. Nyla se detuvo y observó a los niños con una expresión nostálgica.

─Solía jugar así cuando era niña ─dijo en voz baja.

Zuko la miró, notando la tristeza en sus ojos. Quiso decir algo reconfortante, pero las palabras no salieron de su boca. En lugar de eso, se quedó a su lado, en silencio, compartiendo el momento.

─Gracias por traerme aquí, príncipe Zuko ─dijo Nyla finalmente, volviéndose hacia él─. Necesitaba esto más de lo que creía.

Zuko asintió.

─Todos necesitamos un descanso de vez en cuando ─respondió─. Incluso nosotros.

La noche continuó, y la feria se llenó de risas y alegría. Por un momento, Zuko y Nyla pudieron olvidar sus problemas y simplemente disfrutar del presente. A medida que regresaban al barco, ambos sentían que algo había cambiado, una conexión silenciosa se había formado entre ellos.

La feria había sido un respiro en medio del caos, una pequeña chispa de normalidad en un mundo lleno de incertidumbre. Y mientras el barco se preparaba para zarpar nuevamente, tanto Zuko como Nyla sabían que esa chispa, por pequeña que fuera, podría ser el inicio de algo nuevo y esperanzador.

 Y mientras el barco se preparaba para zarpar nuevamente, tanto Zuko como Nyla sabían que esa chispa, por pequeña que fuera, podría ser el inicio de algo nuevo y esperanzador

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𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙳𝚎 𝙳𝚎𝚜𝚝𝚎𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚜 - 𝚉𝚞𝚔𝚘 𝚡 𝙾𝚌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora