La noche cubría el Reino Tierra cuando Nyla e Iroh finalmente lograron escapar de la Nación del Fuego. Cansados, heridos y cargados de dolor, llegaron a una cueva oculta en las montañas, donde se refugiaron por unos días.
─Debemos cortar nuestro cabello ─dijo Iroh, mirando a Nyla con determinación─. Necesitamos nuevas identidades para que no nos reconozcan.
Nyla asintió, sus ojos aún llenos de lágrimas por la pérdida de Zuko. Iroh tomó una daga y comenzó a cortar su propio cabello, dejando caer las trenzas al suelo. Luego, con manos temblorosas, Nyla hizo lo mismo, sintiendo como si una parte de su antigua vida se desvaneciera con cada mechón que caía.
─Debemos planear nuestra venganza ─dijo Nyla con voz firme─. Ozai y Azula deben pagar por lo que han hecho.
Iroh asintió, pero había una preocupación en sus ojos.
─Nyla, debemos ser cuidadosos. Si eliminamos a Ozai y Azula, la Nación del Fuego quedará sin un monarca, y eso podría llevar a un caos aún mayor. Debemos pensar en las consecuencias de nuestras acciones.
Nyla miró a Iroh, entendiendo la sabiduría en sus palabras.
─Tienes razón, Iroh ─dijo─. Pero debemos encontrar una manera de deshacernos de ellos sin dejar a la Nación del Fuego sin líder. Tal vez haya otra opción, alguien más que pueda tomar el trono.
Iroh miró hacia el horizonte, sus pensamientos volviendo a los días en que su hermano y él eran jóvenes.
─Quizás podamos encontrar a alguien digno ─dijo Iroh suavemente─. Pero primero, debemos fortalecer nuestras fuerzas y encontrar aliados.
Con una nueva determinación, Nyla e Iroh comenzaron a planear su próxima movida, sabiendo que el camino hacia la justicia sería largo y arduo.
Un mes había pasado desde la fuga, y Nyla comenzó a sentirse débil y enferma. Iroh, preocupado, decidió llevarla a una curandera en una pequeña aldea del Reino Tierra. La curandera, una mujer mayor con ojos amables y manos hábiles, examinó a Nyla con cuidado.
─Tu salud es delicada, joven ─dijo la curandera─. Pero no es solo una enfermedad lo que te aflige. Estás embarazada.
Nyla miró a la curandera con sorpresa y miedo.
─¿Embarazada? ─repitió, casi sin poder creerlo.
La curandera asintió con una sonrisa tranquila.
─Sí, llevas una nueva vida dentro de ti. Debes cuidarte bien, tanto por ti como por tu hijo.
Iroh, que había estado esperando fuera, entró al oír las noticias. Miró a Nyla, sus ojos llenos de preocupación y asombro.
─Nyla, esto cambia todo ─dijo Iroh─. Debemos protegerte y al bebé.
Nyla, con lágrimas en los ojos, tomó la mano de Iroh.
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𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙳𝚎 𝙳𝚎𝚜𝚝𝚎𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚜 - 𝚉𝚞𝚔𝚘 𝚡 𝙾𝚌
Fanfiction✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏ "Ella se enamoró de mis demonios y yo de su oscuridad, juntos somos el infierno que jamás vas a querer tocar".