Incómodo.

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Narrador.

     Shadow se encontraba tratando de descansar después de un ajetreado día en su cama ya que... Desde ayer la vida volvió a lo mismo.

     Si quería seguir manteniendo en una bonita vida a las dos mujeres que ahora significaban mucho para él, debía esforzarse.

     Una de las señoritas que se encargaba de todo en su casa le llevó el traje que usaría esta noche.

     Siendo él de pelaje oscuro ¿por que el traje no podría combinar con su tono?

     Los días de las reuniones habían sido solo con él y en su lugar de trabajo pero este señor con quien tenía la reunión insistió tanto en que debía darle una cena adecuada para poder firmar el contrato.

     Resulta que éste contrato lo haría ganar más dinero que antes, en pocas palabras, era muy importante pero para que el hombre diera su firma tenía que complacer todos los caprichos de éste... Había aceptado sin imaginar que éste abusaria del chantaje.

     Por años se ha sabido que él azabache carga consigo a una muchacha joven y de bonito aspecto, esto llegó a los oídos de dicho señor... Y ya que el hombre era un zorro (por su forma de ser) quería conocer a la joven que tanto (los hombres que ya la conocían) divulgaban su belleza.

     Hacia tanto tiempo que ninguno de los testigos de aquella lindura no la veían, por eso, esto emocionó tanto al pícaro que lo único que pudo hacer fue aprovecharse de las ganas que traía el azabache por firmar ese contrato.

     El azabache sin tener idea de aquel "plan" aceptó.

     Las horas pasaron y por fin llegó la hora de la cena.

     Aquel hombre se hacía llamar Louise, era de una especie rara proveniente de las zonas más frías. Su anatomía hacia que sus ingresos fueran exageradamente buenos ya que, su cuerpo soportaba el frío, al igual que las personas que lo acompañaban.

     Eran solo dos personas las que habían logrado firmar un contrato con Louise. Su comercio era tan codiciado que muchas personas intentaron quitarle la vida para poder apoderarse de sus ganancias pero, en los intentos de asesinato, todo salía mal.

     Louise entró a la gran casa del azabache, siendo recibido por las sirvientas.

     Las señoritas le indicaron el lugar a donde debía dirigirse para tomar esta cena; sin duda alguna fue detrás de la chica que les indicaba.

     En aquella mesa yacía Shadow y la rosada.

     La risa muy fina de la rosada logró captar la atención de aquel hombre. No eran unas simples divulgaciones, su belleza era extrema.

     -Buenas noches. -Habló con coqueteo el hombre. Tomó la mano de Amy y la beso.

     Esta acción hizo enrojecer a la rosada. -Buenas noches. -Dijo con oena.

     Shadow, celoso por que habían besado a su mujer indicó a una de las sirvientas que hicieran sentar al hombre junto al lado de él para que no estuviera cerca de la rosada.

     Y como si no fuera ya costumbre, Rouge decidió sentarse junto a Amy.

     -No es por asustarte pero, mi jefe es un poco mujeriego y parece que le llamaste la atención. -Dijo Rouge susurrando.

     -Entiendo, no es la primera vez que trato con alguien así. -Dijo recordando la rosada.

     -Bien, a lo que hemos venido. -Dijo Louise.

     Shadow sin más hizo un ademán y al instante llegó la comida.

     -Les encantará esta receta. Esta receta es única, de nuestra casa. -Dijo la rosada.

     -Tu ¿Ayudaste a prepararla? -Pregunto con picardía aquel hombre.

     -Un poco. -Dijo riendo la rosada mientras recordaba lo que sufrió pelando las benditas cebollas.

     -Entonces supongo que ha de saber bien.

     Sin nada más que decir todos comenzaron a degustar de aquel platillo.

     Terminaron de comer así que Shadow llamó a la persona que se encargaría de llevar el documento que tanto le había jodido el día para que sólo obtuviera una firma.

     Louise firmó por lo que ya no había vuelta atrás.

     -Y dime jovencita hermosa ¿Tienes pareja? -Dijo por fin dejando salir su forma de ser.

     -Si y en realidad me encuentro embarazada. -Dijo la rosada levantándose de la mesay mostrando su pancita; matando así toda esperanza para Louise.

     -¿¡Como pudiste dejar que esto pasará!? -Dijo Louise mientras levantaba por la camisa a Shadow. -¡Es tu hija¡ ¡¿Colo dejaste que un cualquiera dejara embarazada a esta lindura!? -Estaba histérico el pobre hombre.

     -En primer lugar, sueltame. -Dijo Shadow forzando que el hombre le soltara. -Y en segundo ¿Crees que dejaría que ella parie al hijo de un gilipolla?

     -¿Entonces? ¿Abortara? -Dijo esperanzado el hombre.

     -Ya es muy tarde para eso, señor. -Dijo la rosada.

     Louise se dirigió hasta donde Amy. -Mira. No sé que te habrá dicho el hombre que te hizo esto pero, tendrás a este bebé y lo daremos en adopción y así podrás venir conmigo y podremos formar una familia común y corriente. -Dijo tomando ambas manos de la rosada.

     Shadow tomó al hombre por una oreja apartandolo de la rosada para luego decir enojado. -El padre soy yo.

     El hombre quedó atónito. ¿No era que ambos eran familia? ¿Acaso habían cometido incesto?

     Amy al ver su reacción respondió. -Shadow y yo no somos familia de sangre, no cometimos incesto como tanto nos han dicho, es solo que él hizo favor a mi madre de criarme, por ello todo el mundo confundió las cosas. -Ella dirigió su mirada hacia Shadow al recordar que él nunca negó ser su padre a cualquier persona que así lo asimilaba.

     Si no fuera por que Louise tenía orgullo, hubiera sido capaz de llorar en ese lugar. 

     Sin más Louise, al ver que su oportunidad de conquistar a aquella niña tan linda fue aplastada decidió irse.

     -Jaja perdón por la reacción de mi jefe es solo que... -Rió a carcajadas Rouge.

     -Si lo entiendo. -Dijo la rosada.

     Ambas se despidieron y luego Amy entró a la habitación que compartía con Shadow para ir a dormir.

    

    

    

     

Back To Reality. -Shadamy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora