XXVIII

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     -Shadow... -Llamó Rose acariciando mi mejilla.

     -¿Que? -Estaba comenzando a despertar.

     -Hoy tenemos cita para ver a la bebé. -Dijo con un tono musical.

     -¿Y? -Le dije con dificultad, el sueño empezaba a vencerme.

     -¿Y? -Dijo para después suspirar. -¡Tu tienes que llevarme! -Comenzó a sacudirme por los hombros.

     Enojado por la repentina forma de despertarme la tome de las muñecas y la detuve.

     -¿¡Crees que te dejaría ir sola!?

     -Shadow... ¡Eres capaz de todo! -Dijo con el ceño fruncido.

     -¿Enserio es una ofensa? -Arquee una ceja.

     -Tómalo como gustes. -Comenzó a bajar de la cama. -Salimos a las diez.

     A sorpresa por parte de ella la tome de la cintura y la hice volver a la cama.

     -¿Que hora es? -Dije con mi boca en si cuello.

     -Las ocho y treinta. -Respondió.

     -Media hora más... -La jale y la hice acostarse viendo hacia el frente mientras yo apretaba mi agarre.

     -Esta bien, media hora más. -Dijo mientras se acurrucaba.

     Había pasado la media hora que habíamos acordado. Pronto Rose se levantó y de paso me hizo levantarme ya que, por el tamaño de su vientre y para no lastimar a la bebé, ella toma ciertas posturas para bajar con cuidado de la cama.

     Pronto ella se fue al baño por lo que yo decidí vestirme. Odio la idea de utilizar prendas ya que nuestra naturaleza es andar con nuestro pelaje al intemperie (eso para los machos) y además que es más cómodo pero al juzgar por la mirada de Rose al verme vestido en traje, a ella le gusta.

     Podría soportar tener que utilizar algo que no me gusta con tal de ver ese tipo de mirada por parte de ella en mi. ¿Suena cursi? Si, lo sé. Últimamente me he vuelto muy blando.

     ¿Qué pasó con Mephiles? Ha pasado una semana desde que la tierra volvió a su normalidad y digamos que debido al morbo que mira día a día su impaciencia por tener su propio cuerpo ha ido disminuyendo ya que...

     Era un sábado en la noche, ya era hora de dormir y a ALGUIEN se le ocurrió tomar el control de mi cuerpo.

     -Nena, si alguien... Otro macho quisiera estar contigo ¿aceptarias? -Dijo mi impostor.

     -Shadow ¿Es enserio? Eres súper celoso ¿Como haría eso? Además, solo tu me llamas la atención. -Respondio embozando una sonrisa.

     El le dio una sonrisa a ella pero por dentro se podía sentir su tristeza.

     Aceptando su derrota decidió ya no insistir en buscar un cuerpo propio ya que, desde que vio a Rose quedo igual de encantado por ella.

     Paso el rato y Rose salió en toalla del baño, entonces entré.

     -¿No podemos aprovechar su falta de prendas para ya sabes que? -Pregunto el muy hijo de... 

     Ugh luego de eso vino a mi mente alucinaciones de qué podríamos realizar con esa situación haciendo que mi amiguito se levantara, cosa que me molesto por lo que tuve que comenzar a sobre pensar algunas cosas que dijo Silver antes de irse.

     Luego de estar ya preparados tomamos rumbo hacia la ginecóloga. Al principio Rose se negó a ver a un doctor ya que se sentía incomoda pero luego de decirle que seria una mujer se sintió más cómoda.

     Entramos a la clínica y pronto tome lugar en uno de los asientos que se encontraban en la sala.

     -Buenos días. -Saludo MI rosada.

     -Hola buenos días, Amy, ¿Cómo están? -Pregunto refiriéndose a la bebé y a Rose.

     -Pues verá que últimamente he sentido muchas molestias con la nauseas pero creo que es normal ¿no? además de que el peso de la bebé comienza a cansarme bastante. -Dijo Rose entre risas. 

     -Y eso que apenas vas por el sexto mes, imagínate cuando tengas los nueve cumplidos. -Dijo la doctora.

     -Lo bueno es que no será mucho tiempo. -Rose dio un suspiro.

     -Sin contar con el echo del dolor pélvico después del parto ¿O prefieres una cesárea? -La doctora arqueo una ceja mientras preparaba el gel para después regarlo por el estomago de Rose.

     -No me gustaría cuidar de una herida mientras estoy dando de mamar. -Respondió.

     -Bueno entonces parto normal será. -Pronto la doctora puso a funcionar el ultrasonido para después comenzar a pasar el transductor por el gel. Al instante de pasar el pequeño aparato por el estomago de mi mujer, la doctora comenzó a teclear para activar el sonido alto. -¿Puedes escuchar? -Le preguntó. Los latidos de nuestra bebé se escuchaban y bastante rápidos.

     La niña comenzó a moverse al sentir la presión del transductor. -¡Ay es mi bebé! -Comenzó Rose a gritar ansiosa. -¿Puede escucharme? -Le preguntó a la doctora esperanzada.

     -A esta edad ella ya puede comenzar a distinguir los sonidos, por lo que si puede escucharte, ahora permíteme, voy a ampliar la ecografía para ver los movimientos de la niña. -Dijo. Pronto el cambio de la resolución de la pantalla permitió ver de mejor manera a la bebé.

     Rose se emociono tanto que comenzó a contarle muchas cosas a la bebé. Esta comenzó a moverse, por lo que Rose chilló y luego comenzó a llorar de felicidad.

Back To Reality. -Shadamy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora