Back To Reality. -Shadamy.

XXVI

Amy

     Fui a mi cuarto. En mi armario tenia varios vestidos que podrían ser de lujo.

     Cuando era menor en las cenas o fiestas siempre había gente vestida de una manera taaan... Elegante. No fue hasta que tuve sentido común sobre DONDE me encontraba que nunca quise ser la única que vistiera de una manera vergonzosa.

     Pensándolo bien, ahora ya casi no me llama la atención vivir como antes. Los dias antes de que Shadow saliera, yo era tan humilde que... Simplemente eso se quedo.

     -Señorita ¿la ayudo? -Dijo una voz familiar con una sonrisa.

     -¡Rouge! -Me abalance hacia ella para darle un fuerte abrazo.

     -Bueno... Si... yo también te extrañe pero... ¿podrías soltarme? -Dijo con dificultad.

     -Ah si, perdón. Cuentame ¿Como te fue en tu viaje? -Le tome de las manos.

     -¿Creerías si te digo que... No me gusto? -Arqueo una ceja.

     -No pero no tengo alternativa. -Reí poco.

     -Bueno, tienes razón. Siempre pensé que esa ciudad seria algo más civilizada pero resulto que toda la gente allí son un cero comparado con la gente de mi tierra. -Suspiró. -Extrañe bastante este pueblito.

     -Entonces ¿te perdiste de un gran trabajo? 

     -Por así decirlo. Di que el director de la empresa dijo que necesitaban a alguien en este pueblo para ver las finanzas, sino yo no estuviera aquí... ¡Y cierto! Alguien por ahí me contó que mi querida rosada va a tener una cena de prestigio... ¿Puedo ayudarte a vestir? 

     -Si, claro, muchas gracias, siendo sincera, no sabia que elegir.

     Rouge comenzó a ver toda la ropa en mi armario.

     -¿Y quien te dijo sobre eso? -Le pregunté.

     -La cena que tienes es con uno de mis superiores, yo también estaré allí. -Comenzó a meterse más a profundidad de aquel mueble.

     -Rouge, cuidado, te quedaras atrapada. -Dije con burla.

     -Jaja si que chistosa... ¡OHH! ¡QUE BELLEZA! -Dijo gritando; si no fuera por que estaba dentro, el grito me habría roto los tímpanos.

     -¿Que hallaste? -Dije tratando de ver.

     Rouge estaba sacudiendo la prenda que había encontrado mientras trataba de ocultarlo.

     -Nunca te he visto vestida con esto... -Su tono fue difícil de diferenciar, sonó bastante a una pregunta.

     -Pues... -Aquel vestido; era color verde jade; largo de atrás, corto por delante; con mangas que no cubren parte de los hombros; ningún escote. -Nunca llegue a ponérmelo.

     -¿¡POR QUE NO!? ¡MÍRALO! Tiene piedritas... -Dijo casi llorando.

     Rei para mi; ama tanto las piedras brillantes. -Nunca le encontré una actividad perfecta y comparada a su... Estilo que me motivara a ponérmelo. -Rouge me tomo de los hombros sacudiéndome.

     -¡Hoy es la ocasión! -Abrió sus ojos como platos mientras me daba una sonrisa.

     Si no supiera que esa reacción es por la belleza del vestido... Hubiera creído que era una psicópata.

     Fui a cambiarme la ropa por ese vestido.

     -¿Como me veo? -Dije cuando ya estaba lista.

     -Simplemente bella. -Rouge comenzó a sollozar.

     Me asuste por lo que fui hasta ella. -¿Que pasa? 

     -Nada... Es solo... -Comenzó a frotarse los ojos para secar sus lagrimas. -Te ves tan bella.

     -Gracias. -Dije embozando una sonrisa.

     -Cierto... ¿Como va mi sobrina en tu vientre? 

     Ya me había olvidado que estaba embarazada.

     -De suerte, el vestido es stretch si no, no hubieras entrado con esa barriga. -Dijo.

     -Ja, ahora tu eres la graciosa. ¿Me peinaras?

     -Si, obvio.

     Varios jalones de cabello me hicieron gritar de dolor, no tan alto pero si para que Rouge fuera consciente del dolor que hacia pasar.

     -Estas lista. -Dijo llevándome al espejo. -Bueno, aquí te dejo... Necesito cambiarme. -Salio de mi habitación.

     Mi apariencia había cambiado bastante. Nunca quise tomar un labial y base por el tiempo pero hoy Rouge los utilizo e hizo un gran trabajo.