2015.Sainz esperaba ansioso, sus manos estaban detrás de su espalda para que el rubio no notara como jugaba con sus dedos, pero casi inútil, Max se había pasado lo que restaba de la tarde de ayer para molestarlo.
— Ahí viene — oyó en un susurro.
Max no era discreto.
— ¡Eva!, que bueno tenerte aquí — fue lo primero que oyeron por parte de los ingenieros.
La chica aún vestía su traje negro con detalles plateados y verdes con el gran logo de Mercedes-Benz en la parte de atrás, su cabello estaba suelto y un poco despeinado.
— Que bueno verlos, no pensé que sería tan pronto — dijo sonriendo.
Una sonrisa que a Sainz lo pondría de rodillas.
— Hola Max, Sainz.
¿Sainz?, ¿solo eso le diría?
— Qué bueno que estés aquí, hemos estado esperando que nos visitaras, ¿no es así, Carlos?
— Eh.. si, claro — respondió fingiendo desinterés.
Pero Sainz no sabía que aquella chica estaba muerta por su atención.
— Pues, que bueno que estoy aquí, de paso puedo ver los autos y le cuento a Toto sobre ellos — dijo con humor mientras se acercaba al auto del español.
— Vi tu carrera el domingo, P3 no está nada mal.
Max por poco lo quiso matar.
— Fue un fallo del auto y culpa de MacLaren, si no hubiera llegado perfectamente a P1, como siempre — suspiro con molestia — No fue una buena carrera.
Eva detestaba perder, era lo peor que le podía pasar.
— Pero aún así lo hiciste bien, tomás bien las curvas y fue impresionante como superaste a Ferrari — comentó Sainz sin dejar de verla —Creo que eres la única de esa parrilla capaz de hacerlo.
— ¿Si?, ¿tú crees? — volteó a verlo.
Fue en ese instante donde ambos notaron que Max se había ido.
— Si, eres una buena piloto, aún no se porque no estás en F1.
— Según Toto es mi edad, dijo que espere uno o dos años más — miró el auto fijamente — Es feo.. ver como todos avanzan y tú te quedas atrás siendo la mejor.
— Pues.. todo lleva su tiempo, ¿no? — trato de animarla — Cuando menos lo esperes estarás en la pista y yo me aseguraré de rebasarte.
— Quiero ver que lo intentes.
Ambos soltaron risas tímidas. Sainz estaba feliz. Eva también lo estaba.
— Tal vez venga más seguido, es divertido — dijo volviendo a ver su auto.
— ¿Quieres subir? — con su cabeza señaló el auto.
Aquello la tomó por sorpresa.
— ¿Estás loco?, no, no lo haré — soltó una risa nerviosa.
En realidad sí quería, quería conocer la potencia de un Red Bull.
— Será nuestro secreto, no pasará nada — dijo Sainz acercándose a ella.
La diferencia de altura era notable, la cabeza de Eva quedaba justo en la curvatura del hombro y cuello de Carlos. Quien solo debía bajar un poco su cabeza para verla.
Cuando Eva quiso responder fue interrumpida por uno de los ingenieros, quien le avisaba de la llegada de su manager.
— Nos veremos pronto, Sainz.
— Nos veremos pronto, Leclerc.
Dijo una vez la chica ya estaba muy lejos. Carlos la siguió viendo con una sonrisa hasta verla desaparecer.
— Le pasaré tu número, yo me encargo de esa parte — Dijo Max saliendo de la nada.
— Joder, cabrón, deja de hacer eso — golpeó el pecho del rubio, quien solo se reía.
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Charles veía fijamente a su hermanita, ¿porque estaba tan feliz? ¿porque sonreía de esa manera?
— Eva — la llamo.
La castaña lo volteó a ver.
— ¿Qué te ocurre? — trato de acercarse.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó con confusión.
— Estás.. muy sonriente, normalmente no estás así.
Cuando la castaña iba a responder había recibido un mensaje por parte de a Verstappen.
Max Vershappen.
📲 luego me lo agradecerás ;).Ignorando la presencia de Charles abrió el mensaje. Luego de esa frase había un número, el cual estaba agendado como Carlos Sainz (españa). Apenas lo notó sus mejillas se tornaron rojas.
— Me iré a duchar — dijo rápidamente y dejó la habitación.
Su hermano se quedó confundido, acababa de venir de una ducha.
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En la habitación, Eva se arrojó a su cama viendo el mensaje por diez minutos, diez largos minutos hasta que tomó la decisión de hablarle a tal joven. Las manos le sudaban y no sabía porque, solo era un mensaje.
Carlos Sainz (nuevo contacto)
📲 ey, Max me pasó tu número..Arrojó el aparato a un costado de su cuerpo, no entendía el porqué de su nerviosismo.
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Carlos terminó de secar su cabello con claro cansancio, luego de aquella visita había gastado toda su energía, necesitaba dormir como un bebé. Eso fue hasta que oyó el ruido de su teléfono. Alzó una ceja al ver que era un número desconocido.
— ¿Y esto? — se dijo para sí mismo.
Confundido, entró a la información del contacto viendo el nombre. Eva Leclerc.
Eva Leclerc (nuevo contacto).
📲 ¿En verdad?, menudo chusma.Fue un simple mensaje, pero aquel "simple" mensaje los llevó a una charla que duró toda la noche hasta la madrugada. Ninguno de los dos deseaba terminar ese acercamiento.
Sainz y Leclerc habían dormido con una sonrisa de oreja a oreja.