⠀⠀⠀⠀「♡♡♡」 | CHAPTER EIGHT. PART 1

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"Dulce"

Su nariz se frotó contra la suave piel del cuello del omega, aspiró su aroma, llenándose el pecho de su olor, miel, fresas y suaves flores...

"Cómo antes... Igual que antes..."

Su lobo estaba dando vueltas de felicidad en su interior, Jason curvó sus labios hacia arriba entre sueños, abrazó al omega con calidez.

"Eres mío de nuevo".

—¿Jason? —Dick abrió sus ojos un poco, sintiendo su pecho adolorido al respirar—. M-Me estás asfixiando...

Dick llevó sus manos a los brazos del beta, que lo sostenían con firmeza en un envolvente abrazo, no le dolía, no era bruto, pero no lo dejaba aspirar profundamente y eso lo desesperaba.

El enfermero soltó un quejido y se separó rápidamente al despertarse, Dick sintió una oleada de frío y el aire escapó de sus pulmones en un suspiro que lo hizo sentir un poco vacío.

—¿Dick? L-Lo siento, a veces yo... Abrazo las cosas muy fuerte cuando duermo... ¿Te lastimé?

Dick negó, se giró sobre las sábanas y miró al beta que frotaba uno de sus ojos, su cabello estaba despeinado y le quedaba muy bien.

—No importa —murmuró, mirándolo algo embobado sin poder evitarlo.

Sus ojos se encuentran por un segundo, y esa sensación extraña los invade a ambos de nuevo, aunque no saben que sea pero ambos lo ignoran.

—Dime, Dick, ¿Qué desayunaras?

Dick negó.

—No tengo hambre.

—Lo diré de nuevo —Jason se sentó un poco más cómodo en la cama, inclinándose hacia él—, ¿Qué vas a desayunar?

Dick se contuvo un segundo para mandarlo a la mierda en su interior.

—Veré qué hay —murmuró algo molesto, antes de levantarse de la cama de golpe, su cabeza pareció dar una sacudida y sus piernas se debilitaron, cerró sus ojos con fuerza y se sintió caer.

Omega.

Jason había ido hacia él incluso antes de que el vértigo lo atacara, porque sabía que ocurriría, así que había llegado a tiempo a abrazar al omega de la cintura, tomó su nuca con una mano y acomodó su cabeza sobre su hombro, recostando a Dick sobre su cuerpo, sosteniéndolo antes de siquiera comenzar a caer.

—Despacio, Dick —murmuró Jason.

Dick se sentía a gusto entre los brazos del enfermero, así que se tomó segundos de más, después de que el mundo dejó de girar se quedó aún en aquel cómodo lugar, antes de alzar su rostro del hombro del beta, mirándolo como si pidiera disculpas.

Jason notó su expresión, acarició su cabello y mejilla con una sonrisa, separándose unos centímetros.

—¿Todo está bien? —preguntó, y Dick asintió.

Fueron hacia la cocina en silencio, despacio, pasando con cuidado por la sala para no despertar a Tim, quien seguía dormido, abrazando la frazada que Jason le había dado en la noche.

Dejó a Dick sentado en la mesa, mientras él iba a preparar el desayuno, calentó agua primero, ya que de todas formas la usaría para su café, y preparó con gusto el té con leche que le pidió el omega al rato.

Se sentó a su lado, ambos calentaron sus manos con las tazas.

—Jason... —el enfermero hizo un murmullo afirmativo para que continuara—. ¿Podría conocerte un poco?

—¿Qué quieres conocer?

Dick se encogió de hombros.

—No sé... ¿Por qué decidiste ser enfermero? ¿Por qué esto?

—Pues, siempre me parecieron admirables, los enfermeros, y a la vez muy poco valorados. Digo, somos los que estamos doce horas, o más, cuidando pacientes de cerca, haciéndonos cargo de ellos muchísimo más tiempo que los doctores o que los mismos familiares... Ponemos el cuerpo y el alma en el trabajo, y tenemos mucha más actitud y humildad que los médicos... Y supongo que lo hice por eso, porque los admiro —se encogió de hombros.

>>Y con lo de ser acompañante de los omegas en tu situación, fue porque necesitaba dinero, no hubo una razón personal. El primer año, haces tres materias de más y ya te dan un título para esto, y bueno —se encogió de hombros—. Además ganas experiencia, y un poco más de reconocimiento. Por eso estoy contigo ahora, aunque todavía no terminé la carrera, me queda un último examen.

Dick sonrió mínimamente.

—Se escucha genial.

—La verdad es una puta mierda.

Dick no resistió la carcajada, y cubrió su boca para ahogar su risa mientras Jason le hacía señas para que se callara mientras miraba a Tim removerse en la sala.

—¡Shhh! —Jason alzaba un dedo sobre sus labios para que Dick parara, aunque él también quería reír.

—¡Haces más ruido con eso que yo! —se quejó Dick en un grito-susurro.

—¡Shhh!

Dick tapó la boca de Jason con ambas manos, y tardó unos segundos en sentir los labios del mayor en su palma, apartándose lentamente y con las mejillas encendidas.

Dick suspiró para intentar calmarse, pasó varios minutos en silencio, tomando pequeños sorbos de su té.

—¿Y tú, Dick? —preguntó Jason, quien no parecía afectado en lo más mínimo, no como el omega— ¿Estudiaste algo? ¿O te hubiera gustado?

Dick negó, apretando un poco los labios.

—Quería ser profesor de Historia, pero nunca estudié, ni siquiera empecé.

—¿Alguna razón en especial?

—Wally me dijo que no me iban a tratar bien, porque soy un omega, y estaría sólo porque él está en la academia y eso... Él prefería que me quedara en casa, me encargara de la limpieza. mantener el orden, cocinar y esas cosas —se encogió de hombros, se sentía dolido por mencionar a su alfa, pero intentó no enfocarse en el dolor para que no creciera—. Y él llegaba tarde a casa y cansado porque también trabajaba como fotógrafo, además de tener sus clases, y así estaba casi todo el día. Yo estaba haciendo mi parte aquí mientras él nos mantenía, era mi aporte, no hubiera sido lo mismo si yo estudiaba.

Jason se tragó las palabras, no quería que Dick se ofendería con su opinión, pero internamente sabía que todo eso estaba mal, que era todo una romantización de la antigua visión de los papeles del alfa y el omega en la casa.

Él lo hubiera dejado estudiar lo que quería. Él hubiera cocinado o limpiado sin problemas. Él lo hubiera ayudado y alentado a seguir sus sueños.

Apretó sus labios y asintió.

—¿Te gusta cocinar? —preguntó de forma sutil.

Dick asintió con una sonrisa.

—Lo disfruto muchísimo, en verdad, yo estaba todo el día sólo aquí en casa así que cocinaba cosas muy elaboradas, podría estar toda la mañana, marinando las carnes o preparando los ingredientes, así me entretenía.

—Entonces creo que mis habilidades culinarias van a quedar en vergüenza —Jason rió con pena.

—¿Planeas cocinar?

Jason asintió sin dudarlo.

—Puedo cocinar aún, Jason —dijo Dick, con una sonrisa.

—Pero ahora yo estoy a cargo, Dick —dijo—. Pero seguro vas a querer participar.

Dick asintió, y Jason se distrajo con el movimiento de su esponjoso cabello, y le pareció bonito.

"Él es bonito"

OUR LAST DAYS ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora