Entrada Universal 5, Código G1. Documento Raíka Número 5.
Desde la creación del universo, he observado mundos emerger y desaparecer, y he visto sociedades con diversas ideologías y culturas. El multiverso ofrece una variedad infinita de realidades. Pero la que más me interesa es esta. *Error de archivo, recuperando información*. Esta realidad fue creada por. *Error de archivo, recuperando información*. Esta realidad converge con otras 2 teniendo a todas las razas consagradas del panteón lumínico como especies dominantes. Esta realidad por ejemplo las dos especies más predominantes son: los natura y los humanos. Los natura, una raza consagrada a la deidad de *error de archivo, recuperando información* con capacidades que rivalizaban con las de los dioses, y los humanos, que eran solo servidumbre de estos, con una capacidad mínima o nula. Al solo ser lienzos en blanco que tienen solo la posibilidad de evolucionar. *Error de archivo, recuperando información*.
Los humanos, cansados de ser servidumbre, no tenían las habilidades ni tecnologías para enfrentarse a los natura. Error de archivo, recuperando información. Un nuevo ser apareció, liberando a la humanidad. Este ser se hacía llamar Neutral. Error de archivo, recuperando información. Bajo su tutela, surgieron más como él, capaces de enfrentar a los natura. Error de archivo, recuperando Información. Se desató una feroz batalla entre neutrales y natura durante años, llevando a las razas al borde de la extinción. Error de archivo, recuperando información.
Los neutrales y humanos, demostrando una gran voluntad de supervivencia, lograron mantenerse en pie. Error de archivo, recuperando información. La guerra terminó, permitiendo un respiro. Los celestiales desaparecieron, los pocos natura que quedaron buscaron escapar. Los neutrales y humanos se declararon victoriosos, aunque con grandes pérdidas, su planeta y libertad fueron recuperados. Error de archivo, recuperando información. Esto fue conocido por generaciones, demostrando la gran victoria sobre sus opresores. Así, este legado fue documentado hasta hoy. Yo soy Raika, y ha sido un honor ser su guía en este viaje por la historia. Fin de la transmisión.
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Dentro de una sala antigua y deteriorada, escuché esta antigua transmisión. Me encontraba infiltrado, solo para escucharla. Pero parece que eso es todo, pensé con algo de decepción. Mientras me retiraba, hice caer un objeto de decoración, activando una alarma que alertó a los guardias. Esperaba a varios hombres armados, pero solo apareció una chica de cabello rojizo y uniforme.
“Alto ahí,” dijo ella en voz alta. La miré con una sonrisa burlona que no podía ver tras mi máscara. Mocosa, será mejor que te retires o esto se pondrá feo, le advertí. La chica desapareció como por arte de magia. Rodé por el suelo, viendo un estante cortado limpiamente por la mitad.
“Vuelve a decirme mocosa, y te cortaré las pelotas,” amenazó, muy enojada, con una katana en mano. Había bajado demasiado la guardia.
“Entiendo por qué viniste sola. Lástima que tengo que irme,” dije, lanzando una granada de humo. El humo inundó el lugar, pero una patada me impactó en el pecho, haciéndome volar a través de una pared al exterior. La pelirroja salió del humo, decepcionada. “Hacía tiempo que nadie venía, y justo cuando viene alguien, es un debilucho,” dijo.
Me apuntó con su katana, que brillaba con un breve destello morado. Al bajar la katana hacia mi nuca, desaparecí, solo dejando la katana clavada en el suelo. Aparecí a su costado, lanzando un golpe que ella bloqueó. La chica salió volando, tomando distancia. “Cuchilla veloz,” lanzó cortes al aire que se dirigieron a mí. Desaparecí, evitando los cortes, y reaparecí frente a ella.
“Lamento mi inoportuna visita, pero no me dejaré matar por ti, ternurita,” dije con burla, lanzando una bola de energía. La explosión nos mandó volar a ambos. Ella estaba ilesa, aunque aturdida, y yo con moretones. Decidí huir usando Dimensional Run.
Finalmente, me relajé tras alejarme lo suficiente. Respiraba tenso, tratando de no hiperventilar. “¿Qué clase de ser es esa chica?” murmuraba. Por mi tontería, pude haber muerto. Creyendo que era de los más poderosos, me equivocaba. “Debo investigar más sobre Raika y los neutrales,” suspiré, decidido a no volver a subestimar a nadie.