Amel

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Entre a la sala de torturas del ala sur, donde estaba el traidor. No pude evitar soltar una carcajada carente de gracia al reconocerlo

Tú, maldito hijo de puta. ¡¿Tú?!- me queje mirándolo, completamente desquiciada, aparto la mirada de mi dándome el perfil donde tenía aquella enorme cicatriz- y pensar que empezabas a caerme bien.. - pase una de mis manos por mi rostro para apartar mi cabello, me acerque a él y le lance una fuerte patada en el pecho causando que la silla donde estaba se fuera de espalda con el golpe, lo escuche soltar un quejido de dolor

《 ¿Por qué con el niño, Killian?- me queje, rodeando la silla para así agacharme frente a él, me sentía demasiado furiosa, deslice el cañón de mi arma en su mejía, mirándole atentamente, su mirada era de terror total, apreté el cañón de mi arma contra su mejía con fuerza- ¡Te hice una jodida pregunta cabron!- me queje, sacandole el seguro al arma, no lo mataría aún, sufriría demasiado antes de matarlo. Darle una muerte rápido era un regalo para él

Fu- fueron ordenes...- contesto en un hilo de voz ahogado, me puse en pie y patee con fuerza su rostro soltando un grito de histeria, lance el arma a la puerta con fuerza

Si la tenia en la mano le dispararía y moriría muy fácil, aun no podía morir. Por desgracia, aún lo necesitaba vivo

Pase mis manos por mi rostro y cabello caminando en círculos por la enorme habitación vacía, donde solo se escuchaba la respiración errática del cobarde del suelo y mis pasos histéricos

Siempre me caíste tan mal, pero jamás sospeche de ti porque eres un viejo amigo de mi padre...- divague para mi misma, sin dejar de caminar por la habitación- y aún así, resultante ser una maldita rata asquerosa que nos vendió. No me sorprende que pronto haya un ataque a la mansión cuando se enteren que fuiste capturado- le mire

《 Dime, Killian, ¿tú fuiste el que les diste a mis padres?, ¿tú fuiste quien les dio nuestras cargas?, ¿¡¡Tú fuiste quien les dio a mi hermana!!?- escupió sangre, moviéndose de alguna manera para quedar de costado y no ahogarse con la sangre que escapaba de su nariz ante la patada que le di antes, no dijo nada

Golpee la pared con fuerza tratando de calmarme mi rabia y no matarlo en ese mismo instante, mis nudillos dolieron demasiado ante el golpe tan fuerte contra el concreto, me centre en ese dolor mientras recogía el arma del suelo, le puse el seguro y la guarde

Salí de ahí azotando la puerta con fuerza, tenia que calmarme, tenia que controlarme. De alguna manera hablaría y le sacaría toda la información. Me enteraría si el fue el bastardo que vendió a mi familia, y si ese era el caso, lo torturaria por meses, sufriría tanto que rogara la muerta y no se la cedere

Caminaba echa una furia, me detuve al pie de las escaleras y me agache pasando mis manos por mi rostro, tenia que calmarme, tenia que controlarme. No podía permitir que el niño me mirará de esta forma y me tuviera miedo

Salte en mi lugar a la defensiva cuando sentí como unos brazos rodearon mi cuerpo

Tranquila, tranquila...- me calmo, metiéndome entre sus brazos mientras acariciaba mis cabellos, detuve mis forcejeos, cerré mis ojos dejándo que mi cabeza se centrara en su voz- eso es muñequita, tranquila, ¿sí?- tarareo, asentí lentamente, a él

Acariciaba mis cabellos mientras me mecía entre sus brazos, al mismo tiempo que me daba palabras de ánimo y frotaba mi espalda. Apoye mi frente en su pecho aspirando su aroma de forma profunda, su perfume siempre me gustó, cada que pasaba o se acercaba su perfume con aroma a tierra mojada y vainilla me inundaba

Solté el arma, esta cayó al suelo, rodee su cintura con mis brazos

《 Eso es muñequita, eres una buena niña.- felicito, besando mi frente, no pude evitar soltar una risilla, eleve mi mirada a él, sus ojos azules me miraban con ternura y calidez

Gracias...- le sonreí con cariño, asintió y beso mi frente otra vez

Vamos, tienes que calmarte, no debes dejar que la ansiedad de domine.- tomo mi mano lastimada, solté un leve quejido cuando acaricio mis nudillos, mis mejías se tiñeron de carmesí cuando guió mi mano a sus labios y dio un corto beso en mis nudillos lastimados, aparte la mirada ligeramente avergonzada y luego me aparte de él con cuidado, sintiendo mi corazón latir de forma desenfrenada sin mi permiso

Quiero que te encargues de algo por mi.- murmure, le mire de reojo, acaricio mis cabellos

Lo que quieras, muñequita.- aseguro, sonreí apenas

Busca información de Killian, sus cercanos aquí dentro, cualquiera que sea sospechoso llévalo al ala este. Les sacaremos toda la información necesaria a estos bastardos.- talle mis ojos con cuidado, ardían- solo confío en ti y Edward, Edward cuidara de mi hermanito y tu vigilarás a Killian. Dile a Brian que vigile a los sospechosos- seguí, su mano sostuvo mi mentón y elevo mi rostro a él, acaricio mi mejía con delicadeza

Lo haré, tranquila.- me sonrió, asentí, me separe de él antes de ponerme en pie

Muy bien.- acomode mi camisa, el tomo mi arma y me la devolvió, la tomé- gracias.- la guarde- dile a Irma, de cocina, que se encargue de vigilar las escaleras, absolutamente nadie puede subir aquí. Si lo intentan, al ala norte.- asintió, revolvió mis cabellos, sonreí- y gracias.- conclui, negó

No agradezcas muñequita. Iré a hacerlo, por cierto, el niño salió hace unos momentos buscándote, deberías ir a verlo.- alentó, asentí

Lo mire marchar, me fui a mi habitación. Me cambie la camisa por una más holgada para ocultar de mejor forma el arma

Unos minutos después, salí de mi habitación para ir a la de Edward y el niño, no podía dejar de pensar en él y mi hermana. Su nombre, Fanny, de alguna forma era familiar para mí pero no recordaba con exactitud de dónde

Toque la puerta de la habitación con delicadeza, mientras miraba mis manos, Fanny. No podía dejar de pensar en ella, ¿por qué el nombre me era tan familiar?

La puerta de la habitación se abrió sacándome de mis pensamientos

Marshina...- Edward me miró, le sonreí

Dice Cris que el pequeño me buscaba.- asintió y se hizo a un lado para darme paso, entre a la habitación, mire al pequeño acostado en la cama echo bolita

Te escucho gritar, se asusto y se fue a buscarte.- explicó él, asentí, me acerque a la cama y subí a esta, acaricie los cabellos del pequeño

Me gustaría tanto saber tu nombre...- murmuré acariciando sus cabellos, se acurruco más en la cama, me recline y bese sus cabellos

Recordaba que papá me dijo una vez, que si tenía otra hija la llamaría Fanny, y si tenía un niño, se llamaría Amel...

Amel, eso era.

《 Amel...- murmure para mi misma, se removió ligeramente, abrió sus ojos lentamente bostezando

¿Shi?- murmuró adormilado, mis ojos brillaron de emoción

Pequeño Amel...- lo cargue con cuidado y lo acune entre mis brazos, me miró atentamente quedándose completamente quietecito entre mis brazos

Bostezo nuevamente acurrucandose en mis brazos nuevamente, tenía demasiado sueño, acaricie sus cabellos con delicadeza para dejarlo dormir, bese su frente

Lo cuidaría tanto... no dejaría que nadie más lo lastimara, y los que lo intentarán, pagarían un alto precio. Yo misma me encargaría de ello

¿Ese es su nombre?- pregunto Edward, sonriendo, eleve mi mirada a él

Parece serlo. Papá me lo dijo una vez, si tenía más hijos, si era niña, se llamaría Fanny, si era niño, lo llamaría Amel...- explique, arrullando a mi pequeño hermanito entre mis brazos

Amel- sonrió, sentándose frente a mi, acarició los cabellos del pequeño con delicadeza

Esto solo confirma lo que sospechaba, papá ya sabía de ellos. Y aún así, me lo oculto...- apreté mi mandíbula molesta- ¿por qué ocultarme esto?- me queje, rodeando su pequeño cuerpo con mis brazos

Papá estaba en problemas, muchos problemas. Ocultarme a mis hermanitos, no se lo perdonaría

La Nerd Mafiosa (Trilogía Freschus #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora