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La persecución siguió por la carretera hasta llegar a un callejón en dónde Mike le disparó a él sospechoso con una bala de goma logrando que cayera de la moto.

—Demonios, Mike, le hiciste otra cabeza—Ophelia hace una mueca mirando el boliche del hombre que se encuentra en el piso, al mismo tiempo le llega una llamada.

Decía número desconocido pero sin embargo la atendió, quería saber de quién se trataba.

—¡Sal de ahí, Ophelia!—La voz de Armando al otro lado del teléfono la hizo enojar, ¿Cómo podía ser tan descarado?

—¿Qué ahora te importó?—Cuestiona, la chica corta la llamada lanzando su teléfono contra la pared impidiendo que Armando pueda querer rastrearla.

El ruido de las motos acercándose hizo que Mike encendiera el carro con rapidez en un intento de escape pero aquellos hombres le dispararon a su vehículo haciéndoles imposible el escape.

—¡Matenlos, a los tres, no importa!—Swein que se acababa de despertar, Ophelia algo molesta se giró para golpearlo en la nariz

—¿Ves Marcus? Esto está pasando porque no dejaste a un niño de 10 años jugar—Él la miro ofendido, está distracción la aprovechó Swein para bajarse del vehículo y empezarán a dispararnos de nuevo.

—¡Ahora es tu culpa, Ophelia!

—¡Lo sé!—Los tres pensaban que se iban a morir en ese lugar ya que no tenían armas reales con las cuales dispararles, pero llegaron los refuerzos, es decir, el proyecto Alma.

Bajaron del auto que exploto segundos después, Ophelia le disparó con las balas de goma a un motociclista para tomar su vehículo, así podría acompañar a Mike y a Marcus que iban delante de ella.

Ophelia jamás había manejado una motocicleta, apenas y manejaba un auto, supuso que tantas veces de estar con Armando le servirían de algo. Pensó en que tal vez sería como manejar bicicleta.

Cuando por fin pudo mantenerla estable los disparos a su espalda la alertaron, tenía dos motociclistas en frente y uno atrás, todos disparándole a ella. Intentaba desviarse para que no le hicieran daño pero no tenía escapatoria, ni armas.

Aceleró hasta acercarse a los dos de enfrente, saco su arma con balas de goma con la intención de dispararles pero estos cayeron haciendo un desastre a su alrededor, miró al frente para ver quién había sido y se encontró a Marcus.

Sonrió acelerando más hasta llegar a un lado de Mike y Marcus, él último le lanzó una pistola para que se defendiera,.

—¡Ustedes vayan por Swein, yo los voy a distraer!—Se metió por un callejón haciendo chocar a uno de los que la seguía contra un auto causando una explosión.

Uno de ellos llegó a su lado apuntando pero ella fue más rápida disparándole en el pecho con la pistola que Marcus le había dado recientemente. El último empezó a dispararle desde atrás haciendo que perdiera el control de la moto y chocará contra una pared.

Rodó por el suelo adolorida, intento agarrar su arma pero él hombre piso su mano antes de que pudiera hacerlo.

—Que lástima, eres muy linda—Coloco el arma en la cabeza de la contraria que sonrió.

—Y tu muy estúpido por no quitar el seguro—Saco de su cinturón una navaja para clavarla en la pierna de su oponente ganando el tiempo suficiente para levantarse.

El hombre grito de dolor retirando la navaja, busco su arma pero Ophelia lo estaba apuntando con ella.

—No eres capaz de jalar el gatillo, perra.

—No me conoces—Los tres disparos resonaron en el callejón—Ahora quien es la perra de quién.

Corrió hacía la moto del sujeto para empezar a manejar a toda velocidad hasta la carretera principal logrando alcanzar a Marcus y a Mike que casi tenían a Swein en sus manos.

De la nada un helicóptero salió, Ophelia aceleró más al ver de quién se trataba, Armando tenía un lanza granadas en su hombro listo para dispararle a ambos policías que esquivaron el explosivo.

—¡Ayuda a Marcus, yo me encargó!—Mike aceleró hasta llegar al helicóptero logrando agarrarse de las escaleras.

Ophelia por otro lado fue a revisar si Marcus estaba bien luego de chocar contra baldes de agua.

—Estoy bien—Observo a Mike colgando del helicóptero y a Armando apuntandolo matando a Swein en el proceso—Maldita sea, es como Jack el destripador el hijo de perra, solo que este es negro.

Tomó un arma larga que estaba en el suelo empezando a dispararle a él helicóptero mientras Ophelia solo veía a Armando intentar matar a Mike que se soltó antes de que pudiera hacerlo.

—No tenemos nada, solo muertos, es un maldito desastre todo—La chica golpea la mesa con sus puños llamando la atención de todos en el cuartel que la miraron.

—Deberias relajarte, todo saldrá bien—Marcus intento calmarla pero ella negó retirándose de la estación.

En el auto se puso a pensar en todo lo que había pasado las últimas semanas, no había tenido tiempo de procesar sus emociones con todo lo que estaba pasando. La muerte de su padre, la traición de Armando, las mentiras, su hermana sin querer verla, todo venía como un tornado categoría 5 hacía ella.

Golpeó el volante con frustración mientras gritaba soltando por fin esas emociones reprimidas desde hace tiempo, solo que no contó que los golpes al volante activaran la bolsa de aire que golpeo su rostro.

Su rabia solo creció y salió del auto para intentar calmarse, sus manos temblaban, su respiración estaba agitada, estaba sudando, no podía pensar, estaba teniendo un ataque de panico.

Se sentó en el suelo en posición fetal abrazando sus piernas mientras sollozaba.

Solo quería que esté terminará, que todo volviera a ser como antes pero eso no pasaría porque muchos habían muerto por una estúpida venganza. Pensaba en como había llegando a esta situación tan vergonzosa en dónde no sabe ni siquiera expresar lo que siente a pesar de querer hacerlo, sentía que se estaba muriendo por dentro y por fuera.

Pensaba en Armando y en lo que pudieron ser, en lo mucho que en realidad lo extrañaba pero también lo quería odiar por lo que le hizo pero no podía, le era imposible odiar al primer hombre al que amó, fue el primero que quiso de verdad y le falló de una manera horrible sin embargo es curioso que al pensar en el se haya calmado.

Ella aún lo amaba y como no, no se deja de amar a alguien de la noche a la mañana ni de un día para otro, sabía que Armando estaría en su corazón siempre como un tatuaje en la piel.

Él era y fue de alguna forma su alma gemela pero no podía perdonarle lo que hizo.

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HOLAAAA ACTUALICE Y YA ESTA HISTORIA LLEGO A 1K DE VISTAS AAAHHHHH ME MUERO QUE BUENO DE VERDAD GRACIAS 🫂 NUNCA HABIA PENSADO QUE LES GUSTARIAN MIS HISTORIAS DE HECHO PENSE EN RETIRARLAS PERO ME LLENA DE ALEGRIA SABER QUE LES GUSTAN 💗💗💗 LOS QUIERO MUCHO Y GRACIAS POR SEGUIRME Y APOYARME.

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Reflections | Armando AretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora