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Marcus caminaba frente a mí y yo al lado de Armando que nos apuntaba a ambos.

—Creo que deberían hablar—Ruedo los ojos ante el comentario de Marcus.

—No tengo nada que hablar con él—La mirada de Armando se cierne sobre mi, la siento pero sin embargo no me volteo a verlo.

—Lo siento, no quería que nada de esto pasará.

Que cínico, está diciendo esto mientras me apunta con un arma.

—¿Lo dices de verdad? Es que el arma en mi cabeza dice lo contrario.

Ni siquiera me moleste en verlo solo camine hasta llegar a Mike que estaba acompañado de Isabel, la madre de Armando.

Aquella mujer intercambio palabras con Mike antes que una explosión hiciera que Armando dejara de apuntarnos a Marcus y a mí por lo que tome acción.

Me levanté adolorida caminando detrás de Marcus quedando algo expuestos a la balacera.

Mike le lanzó un arma a su compañero que la dejo caer pero luego la recogió.

—¡¿Dónde están tus malditas gafas?!—Mike le dispara a uno que está en las escaleras.

—¡No las necesito!—Seguido de esto se las puso—Mierda, ahora los veo en HD.

Negué ante sus babosadas y empecé a disparar observando como Armando y su madre iban al piso de arriba en dónde un helicóptero los esperaba.

—¿De dónde sacan tantos helicópteros?—Cuestiona, Marcus mira hacia arriba pero yo le disparó a los dos fugitivos que suben hasta desaparecer.

—Tu familia está re loca Mike—Comento, este se encogió de hombros mientras subíamos e intentaba dispararle al rotor del helicóptero.

Bueno, Mike y yo lo intentamos, Marcus quería dispararle al piloto pero si hacia eso el transporte caería sobre nosotros.

—¡Disparale al rotor!—Ordeno, Mike disparaba una y otra vez acción que imitaba.

—¡Quiero darle al piloto!

Este estúpido, viejo.

—¡Si le das al piloto esa cosa caerá encima de nosotros!—Tan solo termine de decir aquello cuando ya el helicóptero estaba cayendo.

Todos nos tiramos al suelo y para cuando nos levantamos todo se estaba incendiando en el piso de abajo.

—Que gran idea, Marcus—Comento con un sarcasmo bastante notable.

Los tres fuimos al cuarto en dónde Armando y su madre debían de estar pero solo ella estaba.

Claro que no contábamos con que Armando tomara a Mike del tobillo y lo jalara hacia abajo junto con él.

—¡Carajo!—Marcus se fue para intentar ayudar a Mike mientras yo me quedé sola con la mujer.

—Ven con mami, niña—Se acercó a mi corriendo para darme una patada que esquivé y devolví con un golpe en las costillas con mi puño.

Isabel me empujó contra la pared para golpearme en el rostro hasta que patee su estómago empujándola hacia atrás.

Golpeé su mejilla con mi puño pero cuando volví a acercarme tomo un vidrio del suelo para clavarlo en mi pierna sacándome un gruñido de dolor.

—Maldita perra—Murmure, ella me lanzo al suelo tomando ventaja e intento clavarme el vidrio en el ojo pero la detuve justo antes de que pudiera clavarlo en mi ojo.

Logré lanzar el vidrio lejos al igual que pude colocarme encima suyo para golpearla repetidas veces antes de que volviera a tomar el vidrio y clavarlo en muslo.

Reflections | Armando AretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora