Cassandra Grey, melliza de Meredith Grey recien llegada a su primer año como interna del hospital Seattle Grace junto a su hermana.
Siendo mellizas no pueden ser más diferentes.
"Así que Mer es medusa y yo soy, ¿quién? ¿Afrodita?"
"Eres algo egocént...
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Izzie y George ya se habían mudado y Cassandra empezaba a arrepentirse de aceptar dejarlos vivir con ella y Meredith.
Afortunadamente ambos respetaban la regla de no entrar a su habitación así que probablemente no la pasaba tan mal como Meredith.
Bajando las escaleras mientras fumaba su cigarrillo matutino se los encontró a sus nuevos compañeros de casa quejándose con Meredith de que un cuarto era más grande que el otro o algo así.
Necesito un apartamento-se dijo a sí misma dándole una calada a su cigarrillo-buenos días hermanita y roedores-se dirigió a la cocina a tomar su café y sus fresas.
¿Tienes que hacer eso adentro? Da mal olor-le dijo George tosiendo por el olor a tabaco que dejaba el humo del cigarro.
Dime Georgie, ¿si recuerdas que es mi casa?-pregunto irónica abriendo la puerta principal para irse-¿no? Bueno ahora si. Au revoir-y se fue. Si ya tenía que aguantarlos en su casa no los aguantaría en el auto, prefería caminar.
O manejar su nueva motocicleta que había comprado como su único medio para no tener que caminar ni soportar gente fastidiosa muy temprano en la mañana..
Llegando al hospital se atravesó un ciclista en su camino haciéndola frenar de inmediato pero también causando que cayera en el andén y se raspara el codo y las rodillas por llevar falda.
Hijo de puta-maldijo al ciclista que siguió pedaleando ignorándola por completo.
Día de carrera Cassie-aparecieron Bailey y Derek viéndola divertidos.
¿Que diablos es eso?-espeto furiosa levantándose.
La carrera del bar bebé muerto-con esa explicación de Bailey finalmente la recordó.
Por eso siempre tengo dinero para pagar mi propio alcohol, para no terminar haciendo estupideces como esta-señaló al montón de tipos en bicicleta
Camina, hay que curarte eso-Derek la empujó con diversión sacándole un quejido de dolor. La chica con rabia lo empujó fuertemente haciéndolo tropezar.
Derek miró a ambas mujeres que reían incrédulo.
¿Si recuerdan que soy su jefe?-exclamo ofendido haciéndolas reír más.
Ay ya cállate-pidió la rubia entrando al hospital.
Se dio cuenta que llegó tarde cuando vio que los vestidores estaban vacíos pero lo ignoró por completo empezando a lavar sus raspones. A pesar de eso igual cojeaba por los de la rodilla.
