Cassandra Grey, melliza de Meredith Grey recien llegada a su primer año como interna del hospital Seattle Grace junto a su hermana.
Siendo mellizas no pueden ser más diferentes.
"Así que Mer es medusa y yo soy, ¿quién? ¿Afrodita?"
"Eres algo egocént...
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Temprano en la mañana Cassandra salía de la ducha casi dormida, con los ojos entrecerrados vio a George frente a la habitación de Meredith con dos tazas de café y se cruzó de brazos con diversión.
Al ver como en su intento de abrir la puerta estas se caían soltó una risa fuerte empezando a caminar en dirección al castaño.
Sería mejor invitarla a salir-opinó Izzie riendo mientras pasaba a su lado dándole a George una palmada en el hombro mientras la rubia mayor aún reía chocando los cinco con la antes mencionada.
Y yo tomaré eso-la mayor de las Grey tomó ambas tazas, al menos lo que quedaba de ellas, y probó de una haciendo una pequeña mueca-A Meredith le gusta con un toque de canela y a mí con leche y más azúcar pero vas mejorando-le revolvió el cabello como a un perro entrando en la habitación de su hermana-buen día hermana retorcida-saludo lanzándose en la cama mientras su melliza la veía de forma neutral.
Dame café-pidió la menor secamente y una divertida Cassandra se lo dio enseguida. Apenas Meredith tomó un poco hizo una mueca-tu no hiciste este café-señaló de inmediato con algo de desagrado.
No, lo hizo George-contesto mientras se acomodaba mejor en la cama de su hermana.
Anotemos no dejar que lo haga nunca más-recalcó Meredith dejando la taza en la mesa con asco mientras se levantaba de la cama.
Amén por eso-estuvo de acuerdo Cassandra quedándose ahí un rato más hasta que la menor volvió de ducharse y fue a su habitación a arreglarse.
Esas charlas matutinas por más tontas que fueran mantenían a las hermanas Grey a flote, las hacían saber que estaban ahí cuando todo estaba yendo como la mierda.
Las dos sabían cuando la otra estaba mal, sabían lo que la otra sentía antes que ella misma y se conocían al derecho y al revés haciendo imposible que se equivocaran en cualquier cosa que alguien preguntara sobre la otra.
Después de colocarse un suéter cuello de tortuga blanco para tapar lo poco que quedaba de lo que hizo James, una minifalda de cuadros marrón, medias transparentes negras, botas de cuero del mismo color igual que su chaqueta y bolso, terminó con su maquillaje y estuvo lista.
No tenía ganas de caminar, de hecho nunca las tenía, odiaba caminar, pero odiaba más el parloteo mañanero optimista de Izzie y George. Afortunadamente su moto ya estaba mejor después de lo que pasó el día de la carrera así que se subió a ella siendo de las primeras en llegar al hospital.
En los vestidores conversaba con Meredith sobre el tema de Bailey viéndola tener sexo con Derek. Bueno, era más Cassandra riendo mientras su hermana la miraba mal.
