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I CAN BE A GOOD MOTHER
El contacto visual, el acercamiento, para helaena era incómodo, todo menos con su hermano, y esposo, aegon, ¿por qué?
incluso ahora ella misma dudaba, si realmente comprendía como se sentía o como era.
helaena paso una mano por su abultado vientre, y caminó por la habitación, su mente ya vagaba sobre que era como estaba iniciando a sentirse, podría ser algo tonto, sabiendo como era, tal vez lo podría ser algo tonto.
"¿que tan malo puede ser?"
Helaena suspiro y empezó a tronar sus dedos, como símbolo de su nerviosismo y de sus desordenados pensamientos, salió de su pequeño trance al ver a elena, una sirvienta que cuidaba de sus hijos, llegar con jaehaera, quien parecía estar distraída, y más absorta de lo normal, a lo que sucedía a su alrededor.
fue hasta ella con una sonrisa y acarició su cabello, suspiro nuevamente al ver que su madre entraba a la habitación, le dio un asentimiento a elena, quien se retiró con la niña, no sin antes darle una pequeña reverencia y salir en silenció.
-helaena, mande a llamarte hace un rato, ¿cual fue la razón para que no fueras? - le preguntó, alicent, algo nerviosa, el día apenas iniciaba, al menos para helaena, observó la vestimenta de su madre, notando que seguramente acababa de venir del gran septo de king's landig, en cambio ella aún seguía con el vestido que usaba para dormir.
-recién me levante, tuve una noche agotadora- respondió con total normalidad helaena mientras buscaba algo que ponerse, normalmente sus criadas solian hacerlo por ella, más algunas veces, prefería hacerlo ella misma, se sentía más comoda de esa forma.
-pensé que podrias acompañarme al septo en la mañana, pero de todas formas, a medio día espero que puedas acompañarme- comentó alicent mirando sus manos, sin mucho que decir, quería pasar tiempo con su hija, más no encontraba muchas formas.. debido a su.. actitud.
-no lo encuentro de mi agrado- le respondió sin mucho interés, helaena paso por su cabeza el camisón blanco que solía ir debajo del vestido, antes de hacer lo mismo, pero esta vez con un vestido verde bastante oscuro; y subía la cremallera de este mismo con dificultad.
-es un ambiente tranquilo para mi, pensé que tal vez podría gustarte, no vas desde que eres una niña, me gustaría que me acompañaras hoy.- dijo alicent, forzando una sonrisa satisfecha antes de caminar hacia la puerta y salir, prácticamente sin darle muchas opciones a su hija de poder decidir.
Helaena suspiro, no le quedaba de otra más que terminar de arreglarse y prepararse para antes de medio día.
