Suspiré una vez más viendo el portón.
Primer día.
Caminé hacia el gran edicifio que según el portero, ahí estaba la oficina. Subí varias escaleras hasta el cuarto piso y miré cada cartelito sobre las puertas. Entré a una de tantas y todos los maestros me saludaron alegres. Me dieron mi portanombre y número de algo.
03-05.
— Tienes suerte de estar en éste edificio es nuevo, sr inscribieron tantas chicas que no cabían todas en el los tres edificios. — Informó el maestro que me daba el recorrido. — Cómo es el edifico más nuevo tiene todos los lujos, así que, porfavor no dañes nada.
Asentí, subimos unas escaleras y caminamos por el pasillo silencioso hasta el aula que me asignaron. El jaló la puerta y entró.
— Buen día chicas, ella es su nueva compañera, por favor presentate.
Los susurros se hicieron notorios y el maestro sólo les ordenaba silencio.
— ¿Otra alumna nueva? Hace cuatro días llegó Sooji. — Escuché susurrar.
— Hola mucho gusto. — Sonreí. — Me llamo Shin Cheonhye, vengo de Sokcho. Espero llevarnos bien. — Dije alegre.
Muchas de ellas se susurraban entre si con sonrisas y me miraban de arriba abajo.
— Bueno, ese puesto de atrás está libre-.— Maestro Im, no hace falta, aquí adelante está uno libre. — Habló una chica que estaba en la primera fila y columna.
— ¿Ahí no va Dayeon?. — Preguntó.
— Ella se ofreció a darle ese puesto a la chica nueva, no se preocupe. — Intervino otra chica.
La chica de mechones azules se levantó de mala gana y recogió su bolso, caminó un poco y se sentó en la tercera fila, columna del medio.
La chica que avisó sobre el asiento libre agitó su mano y me señaló el asiento junto a una chica de cabellera castaña y corta con fleco. Asentí y caminé hasta el puesto que estaba exactamente atrás de la misma chica.
La clase había empezado y estaba muy concentrada, ya que estaba llegando a mitad del ciclo. Después de un rato sonó el timbre, la maestra se despido y salió del aula. En ese momento la chica qué estaba sentada adelante, se giró sobre su asiento y me miró.
— Cheonhye, ¿Verdad?. — Asentí. — Im Yerim, mucho gusto. Ella es Sim Eunjeong, mi mejor amiga.
La chica a su lado en el puesto de la ventana no se giró, ella estaba metida en su celular.
Tenía corte de hombre. Que tomboy.
— Un gusto. — Dije igual.
— Eres muy linda, me encanta tú cabello. — Sonreí en agradecimiento.
Mi cabello era algo ondulado y castaño oscuro con mechones dorados, y un fleco de cortina.
— ¿Vas a entrar?. — Preguntó Yerim.
— ¿Yo? ¿A que?.
— Hay actividades que puedes hacer, música, arte, natación, danza, muchas más.
— Me gusta el arte. — Abrió su boca en forma de "o".
— Bueno, vente vamos al baño ¿Eun, vienes?. — Ella negó sin quitar la mirada de celular. — No te preocupes, Eunjeong es rara, vente.
Jaló mi brazo y me llevó por el pasillo.
— Oh, Yerim. — Saludo una chica cuándo entramos al baño.
— Hola Wooyi. — Saludo igual.
— Oye Cheonhye, Yerim es linda ¿Cierto?. — Preguntó sonriente. — Por eso es una aprendiz a idol.
La miré sorprendida y ella sólo regaño a Wooyi por hablar de más.
Estuve durante toda la hora libre hablando con Yerim, es muy linda, lleva tiempo esperando a debutar.
— ¡Nos vemos mañana Cheonhye!. — Yerim agitó su mano plr última vez ya que su mejor amiga jalaba su brazo.
¿Cuál es su problema?.
Subí al autobús y caminé hasta los últimos asientos.
— ¿Eres la nueva no? Shin Cheonhye. — Asentí. — Un gusto, Soy Sung Sooji.
— Igual. — Hice una leve reverencia porque estaba sentada y ella igual.
El resto del camino hablamos un poco hasta que ella bajó frente a una tienda, en cambio yo. Seguí en el autobús hasta mi casa.
— ¡Ya llegue!. — Grite cuándo puse mis pies en el departamento.
— ¡No me digas, soy sordo!. — Gritó mu hermano de igual manera.
— Haechan, púdrete. — Le dije cuando entre a la sala y lo vi en el sofá jugando.
— Yo también también te quiero. — Dijo sin mirarme.
Bajé el bolso de mis hombros y lo dejé en el sofá, me senté en el mismo mientras quitaba la moña en mi cabello.