Abby estaba pálida, y se encontraba inmóvil en la puerta. La observaba, cada vez que la miraba, sabía que se apoderaba un poco más de mi ser y es algo que no estaba listo para experimentar. Pero gracias a Dios ella habló:
- Ya te dije que no quiero hablar. Sólo volvamos hacer los mismos de antes. Por mi esta bien con eso
Pero para mi no, ¿acaso no se daba cuenta de nuestra realidad? Lo que estábamos pasando no es un simple recuerdo. Es algo inmemorable.
Negó con la cabeza - No lo acepto, por favor déjame hablar contigo. - y aún seguía sin saber de que íbamos a hablar.
- No lo sé, estoy se volvió un caos. Lo mejor es olvidar. - lo mejor, pero ni es lo que tu y yo necesitamos.
No le contesté, sabía que era inútil. Me levanté del sillón y la guié a un lado mio, dónde hace un momento estaba sentado.
Bien, dile que la quieres y que trataras de terminar con Amanda y que ella no salga lastimada por las fotos de ellos besándose.
No dejaré que otra me lo quite.
La palabras de mi madre resonaron en mi cabeza. No la quería lastimar. Ella es mi madre y siempre se ha preocupado por mi.
- Primero que nada. Lo siento mucho, quise desquitarme contigo, por lo que Amanda me hizo. Además no está bien que actúes como una perra en la escuela...
Deje a medias la explicación, el motivo es que ta no sabía que más decir. Es mejor que ella se diera una idea del patético punto de vista que tenía.
Las emociones cruzaban tan rápido por sus ojos miel que no me dio tiempo de identificar alguna.
- Esta bien - fue todo lo que dijo.
¿Qué? Algo estaba mil en ella.
- ¿te encuentras bien? Pensé que reaccionarías de manera diferente.
Y era cierto, pensé que explotaría y me armaría una escena. Como siempre lo ha hecho.
- Ya ves que no. Me voy a mi recámara a hacer mi tarea y luego saldré a ver a Emmy. Adiós.
Se fue, pero por fin pude identificar el tono de su voz, estaba decepcionada, triste y enojada.
Me quedé como un imbécil ahí. No había arreglado nada y sólo lo empeoré. Tomé una profunda respiración y me dirigí a su habitación. No se escuchaba ruido alguno lo dejé pasar, me marché a mi habitación y llamé a Amanda, tengo que seguir tratando de terminar con ella.Después de veinticinco minutos, bajé. Y le abrí la puerta a Amanda, ella traía puesto un vestido que apenas le cubría. No sé como antes esto me parecía sexy. La tomé de la mano, le guíe hasta los sillones y nos sentamos en la sala.
- ¿De qué quieres hablar?
Antes de poderle contestarle, mi pequeña me interrumpió a espaldas mías.
- Ya me voy, hermano. Nos vemos después.
Me giré levemente hacia su dirección y mi cara era de póquer. Sabía bien que esa vestimenta era para ocasiones en donde se sentía deprimida, la oí un día hace un año atrás hablar con Emmy diciéndole eso, pero ahora le quedaba más justa y arriba de las piernas de lo que recordaba. Tan sólo de pensar de que alguien que la mire o le diga algo me enfurecía
- ¡Cambiante! No sales así - estaba exagerando, pero me volvía loco de celos. Ella es mía. Mi pequeña.
- No lo haré, me visto como se de la gana. Mejor controla como se viste tu novia y dejame en paz.
Dirigí la mirada otra vez hacia Amanda y me sonreía autosuficiente. Ni idea de porque.
Cuando iba a ver, nuevamente, a mi hermana, ya se había marchado.
Me levanté e iría por ella, para que se cambiara. Lamentable Amanda me detuvo antes de cometer una estupidez.- Tienes que parar ya - Amanda se escucha furiosa, miserable y herida. Dirigí mi mirada hacia ella.
No tenía toda la culpa. Pero si parte de ella. Además me rompía el corazón de poder verla así. Me volví a sentar y tomé sus manos entre las mías - Lo siento tanto, es que ella... es...
- Me duele que la quieras a ella. No he sacrificado mucho por ti.
Tenía razón, ella había hecho cosas que jamás pensé que haría. No le podía pagar así.
- Lo sé, lo siento. Esto se está saliendo de control. Sólo quisiera olvidar un tiempo ésta mierda.
Nos quedamos en silencio, yo agaché la mirada a nuestra manos entrelazadas y por un momento imaginé que era Abby.
- Tengo una idea - mi fantasía se derrumbó.
- ¿Para qué?
- Para que lo olvides por un momento.
Ni siquiera me dio tiempo para responder y ya la tenía encima mío, devorandome y es que ahora no tenía ánimos de hacerlo, pero cómo todo hombre necesito entregarse a cuerpo y alma a la mujer que ama, me imaginé a Abby, y es así como poco a poco dejé volar la imaginación y permitir éste hecho que sabría traería consecuencias.
- ¡MAX, POR ESO EXISTEN LOS CUARTOS! O DE PERDIDA UN MOTEL - gritó mi pequeña a todo pulmón, pero que...
Ambos saltamos ante los gritos de mi hermana e intentamos cubrirlos con los cojines que había en los sillones, no nos funcionó para nada.
- A-abby - tartamudeaba su corto nombre, la joven que estaba en la puerta me hizo darme cuenta de que las cosas se enredaban más de lo debido.
- No nos hubieras interrumpido. - dijo Amanda. Ella quiere causar la tercera guerra mundial
- ¿Disculpa? Tanto es casa de mi hermano, como es la mía. Además se hubieran largado a tu mansión - su tono de voz era un tanto tranquila como un tanto enojada.
Yo seguía dándome cuenta de mi grandioso error, y sólo miraba a aquella mujer de quien me estoy cayendo de enamorado, estaba apreciando su belleza e intentando aclarar lo que está sucediendo.
Después de unos instantes, ella se marchó a su habitación.- Uno ya no puede tener diversión - me dijo mi novia
- No sé porqué te seguí el juego
— Por qué me deseas
— Deseo que te vayas
Me fulminó con la mirada y en menos de cinco minutos la corrí, para luego parar en la puerta de mi hermana y tocar. Pero, no hubo respuesta así que decidí entrar y perfectamente sabía que no estaba dormida.
- Lo siento tanto, pequeña mía.- No podía con el cargo de conciencia y de que por mi culpa no podamos estar juntos y que la perjudique más de lo que hemos hecho - Pero lo tengo que hacer, por tu bien
Y es lo único que me importa eres tú, siempre lo he sido.
Confiando en lo que he dicho y esperando que su lógica ayude, y que pueda entender un poco, le planteé un beso en su suave mejilla y me marché.
SORPRESA, ESPERO QUE LES GUSTE ESTE CAPÍTULO YBGRQCUAS POR SU COMENTARIOS.
L@S QUIERO MUCHO
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Mi pequeña hermana
Teen FictionSAGA ENCANTADOR Y PEQUEÑA (#1.5) Misma historia, diferente visión. Ahora es el turno de Max contar su versión de los hecho, revelando, declarando y desmintiendo algunas cosas de la historia de Abby, su pequeña hermana.