Capítulo 6

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A la mañana siguiente, el viento frío de la noche se había quedado por más tiempo. Eren, esta vez, cogió de su armario una chaqueta negra de cuero con un dibujo de la parte trasera de una caja torácica¹ antes de salir.

Al no estar ninguno de sus amigos, Eren se aburría bastante, bien era cierto que seguía jugando videojuegos para pasar el rato, pero se cansaba de jugar enseguida, por lo que optó por pasarse por el bar de Pixis, el cual dejó de visitar por su trabajo.

—Aquí tienes tu pedido —dijo Pixis colocando la jarra de cerveza en la barra donde se había sentado Eren.

—Muchas gracias —agradeció en tono bajo, casi en un susurro, para acto seguido tomar un sorbo de la bebida.

El chico relamió sus labios una vez que el líquido de color dorado recorrió su garganta, aquella bebida le resultó tan satisfactoria que agradecía internamente a Pixis por mantener abierto su local.

—En resumen, estás aquí porque estás solo y no porque quieras verme, ¿verdad? —Habló Pixis cruzándose de brazos y fingiendo tristeza.

—Oh, vamos Pixis, es cierto que extraño a mis amigos, pero también he venido a verte. —Se defendió. —Además, hace mucho que no nos vemos, ¿acaso no te alegras de verme? —atacó Eren elevando una de sus cejas sonriendo de manera ladina.

El hombre soltó una gran carcajada. —Eres malvado, Eren —dijo sonriente—. Por supuesto que te he echado de menos, dime ¿qué tal va el negocio?

—Está yendo todo bastante bien, no me puedo quejar. —Comentó el chico dando otro sorbo a su bebida alcohólica. —Es por eso que nos hemos tomado unas vacaciones después de tan arduo trabajo.

—Me da tanta alegría saber que les va tan bien y encima siendo tan jóvenes. Vais a llegar muy lejos, tenlo por seguro. —Esas fueron las últimas palabras del hombre y es que tuvo que dejar de hablar con Eren porque había entrado otro cliente.

El chico de cabello castaño giró de manera rápida su cabeza mirando al ventanal del establecimiento. Había visto pasar una figura femenina que tenía un gran parecido a Mikasa.

—Debo marcharme, quédate con el cambio —dijo Eren dejando el dinero de su bebida antes de salir corriendo.

—¡Mikasa! —Gritó al salir del bar.

Mikasa no dudó en detener sus pasos y mirar hacia atrás.

—Eren, qué sorpresa verte —respondió con una pequeña sonrisa.

—Lo mismo digo —dijo él acercándose a la chica. —Pensé que te habías marchado fuera de la ciudad de vacaciones como el resto.

Mikasa tragó saliva, su despido estaba demasiado reciente que sus ganas de llorar seguían presentes. —Hace pocos días conseguí mis días de vacaciones. —Mintió.

—Oh, es curioso porque yo también. —Rio con diversión, le resultó muy gracioso haber tenido vacaciones al mismo tiempo.

—¿Puedo saber a dónde ibas? —preguntó curioso. —Si quieres, puedo acompañarte.

—Sasha se marchó con Nicolo así que tu compañía será bienvenida. —Aceptó de inmediato.

A medida que avanzaba la mañana, el calor sustituyó el frío de la mañana, Eren se quitó su chaqueta y se la ató a su cintura con fuerza para que la prenda no cayera al suelo. Mikasa adoraba escuchar la voz de Eren, sin embargo, sus pensamientos no podían dejar el tema laboral tanto que estaba batallando internamente.

De manera abrupta se detuvo, haciendo que Eren se sorprendiera.

—¿Ha ocurrido algo? —interrogó con preocupación, Mikasa estaba mirando al suelo con semblante serio y eso no le gustaba nada. —Escucha, si he dicho algo inadecuado, te pido perdón —pidió disculpas mientras se acercaba a la chica.

Love of Contrasting HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora