Capitulo 16: ¿Turin?

116 3 1
                                    

OMNISCIENTE'S POV

El espeluznante taconeo de la señora Cora Magallares era lo unico que se oia en el pasillo. Cora habia mandado a Lena a hacer unos mandados con Carmen para poder encargarse de un asunto ella misma.

Habia algo que le rondaba la cabeza sin parar, algo que no conectaba. Cuando Lena habia hablado sobre la noche de la muerte de Mara, habia dicho que ella solo habia seguido a Mara, pero habian salido juntas desde el salón. Algo andaba mal.

Asi que cito a René en su oficina, la empleada se encontraba a la espera de su jefa, quien no se hizo esperar demasiado.

Ocupo su lugar en el escritorio y junto sus manos sobre su regazo.

-¿Qué tal René?-Forzo una sonrisa Cora.

-Muy bien señora ¿Para que me necesitaba?-Indago René nerviosa.

-Se que hay algo que Lena no me conto de la noche en que Theo mato a Mara, necesito que me lo digas René.

-¿Qué? No señora, realmente no tengo más nada para decirle-habla sinceramente René, realmente no recordaba que podia ser lo que Cora Magallares queria saber.

-No, René tu nos informaste que Rodrygo estaba entre nosotros, en ese momento tu venias de hablar con Lena y Mara, era imposible que Lena no supiera quien era ese chico-dice Cora.

-Pero yo no tengo ni idea de que le pasaba con ese chico-miente René.

-Escuchame René-dice Cora levantandose y caminando hasta pocisionarse atras de René-decime que tenia que ver Lena con ese chico.

-Nada-insiste la pelirroja, fiel a su niña Lena.

Cora no se contenta con ello, toma un puñado del cabello de René y tira de el levantando a la mujer.

-¡Señora! ¿Qué hace?-Exclama René dirigiendo su mano a la mano de Cora.

Su jefa la estrella contra la pared y pone rapidamente su mano libre en el cuello de René apretando rapidamente.

-¿Qué tiene que ver mi hija con Rodrygo Goes?-Pregunta furiosa Cora apretando aun más su agarre en el cuello de su empleada.

-Lena era novia de Rodrygo-confirma como puede.

Cora afloja todos los agarres al instante, involuntariamente sus musculos se aflojan y sus brazos cuelgan inertes a sus costados.

-¿Señora?-Pregunta René, inmediatamente acercandose a Cora, la ultima perdio el equilibro y tuvo que ser sostenida por su empleada quien la ayudo a sentarse en el sillon de la oficina.

-What the hell?-Exclama el dueño de casa entrando a la oficina de su mujer y viendo como esta estaba sentada casi con perdida de conocimiento en el sillón mientras René la abanicaba con sus manos.

-¿Qué te pasa querida?-Se sienta rapidamente Bartomeu a su lado.

-¿Vos sabias que tu hija estaba de novia con el hijo de tu peor enemigo?-Dice rapidamente Cora incorporandose en el asiento.

-What the hell?-Repite él.

-What the hellisimo, ¡What the hell al cubo!-Exclama su esposa.

-¡Ese bastardo va a pagar con su vida haber corrompido a mi hija!-Exclama Bartomeu.

-¿Y que vamos a hacer con Lena? Obviamente se va a enterar-dice Cora.

-La mandamos a Turin, a vivir allá con René-René asiente con miedo, nunca habia visto a sus jefes como los monstruos que eran.

-¿A Turin?

-Exacto, mientras ella toma el avión yo pongo la bala en la frente de Rodrygo, se la merece.

Cora asiente de inmediato.

-Se va mañana mismo-expresa Batomeu-René encargate de que el jet este listo, mañana a primera hora Lena vuela a Turin y su querido Rodrygo vuela al infierno.

René asiente y sale rapidamente de la sala.

-Yo me encargare de decirle a Lena, pero espera a que me recomponga querido-dice Cora mientras ve como su marido se sirve una copa del mini bar que tiene en su oficina.

-¿Estas segura de esto?-Le pregunta Bartomeu que por un segundo titubea.

-Muy segura-afirma Cora-me imagino que no sentiras piedad por el hijo de Eric ¿No?

Bartomeu niega, aunque era muy evidente que si que la sentia, nunca dudaba cuando el plan se trataba de apretar un gatillo. Normalmente no se tomaba la libertad de trabajar él directamente, normalmente mandaba a otro a hacerlo. En esta ocasion lo haria él mismo.

Cora lo observo unos segundos y luego se levanto, ya se sentia más recompuesta. Sus ojos destellaban furia.

-Escuchame Bartomeu Magallares, si vos no queres matar al borrego, yo misma lo voy a hacer ¿Escuchaste? El prestigio de mi hija es de lo que estamos hablando de ¡Tu hija!-Exclama Cora acercandose a su marido.

-No voy a fallar ni a dudar ni a nada. Al borrego lo mato yo. Vos encargate de mandar a tu hija al congo si es necesario-finaliza Bartomeu.

-Bien, voy a ir a buscarla.

Sin decir más Cora se marcho, mientras Bartomeu se acercaba al cajón de la oficina, rapidamente lo abrio y saco el arma escondida que habia allí.

-¿Por qué Goes? ¿Por qué habras dejado que tu hijo caiga en mis dominos? Ahora, lo tengo que matar-afirma Bartomeu cargando el arma.

Cora por mientras recorria el camino hasta la peluqueria que tenia en su propia casa.

Allí estaba su hija, acababan de efectuarle un laciado y estaba radiante.

-Hija ¡Qué bueno verte! ¡Qué linda estas!-Sonrie apliamente y observa a su hija con ternura.

-Muchas gracias mamá-sonrie Lena-no esperaba verte acá.

Cathe la peluquera acabo su trabajo y rapidamente se retiro del lugar, no era normal que se encontraran con la señora Cora, por ende, ahi habia algo raro.

-Bueno querida, queria hablar contigo de algo-dice a Lena.

Lena gira la silla para quedar enfrentada a su madre y se quita rapidamente la capa que Catherine le había colocado.

-Me estas preocupando mamá-dice Lena. Ultimamente cualquier contacto con sus padres la asustaba, sobre todo después de haber presenciado la noche anterior el asesinato de Theo.

-Querida estuve hablando con tu padre y ambos estamos de acuerdo en algo-dice su madre-¿Recuerdas que cuando cumplieras los dieciocho irias a Turin? De aprendiz de tu padre.

-Si, lo recuerdo-dice Lena, que con todo lo que estaba pasando últimamente no lo recordaba.

-Bueno, hemos decidido que empieces ya, mañana mismo te vas a Turin Lenn-anuncia su madre.

A Lena se le viene el alma a los pies.

-¿Qué?

-Si querida, comenzarás a trabajar en una de las empresas de allí ¿No te emociona? Es lo que toda la vida has deseado Lena-dice su madre.

Claro que no la emocionaba, desde que habia descubierto el hecho de lo que habia detrás del exito de sus padres, queria todo menos estar metida en eso. Tanto tiempo habia pasado deseando que esto pasara, para que cuando paso no quisiera hacerlo.

-No estoy lista mamá-se excusa Lena.

-Claro que estas lista querida-su madre se para y pone una mano en el hombro de la chica-tu vuelo sale mañana a primera hora, te iras en el jet. Y te acompañara René.

Asi sin más se marcho, la chica se puso las manos en la cara y comenzó a llorar en silencio.

No queria irse, no podia irse.

.

.

.

Parece que la señora Cora es una mujer con pocas pulgas.

¿Qué hara Lena ahora? Parece que ya no hay salida.


Brasil - Rodrygo GoesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora