Transmigración rapida : robando a los gons para tener s*xo en grupo

Arco 6.6

El zumbido urgente de su teléfono interrumpió el sueño de Tang Tang. De mala gana, tomó su teléfono, todavía medio dormido, ya que parecía que no tenía intención de detenerse hasta que respondiera.

Acostado en su dormitorio, Tang Tang frunció el ceño, visiblemente molesto por las vibraciones persistentes de su teléfono. Se movió ligeramente bajo las sábanas y luego, después de unos segundos, abrió lentamente los ojos.

El zumbido constante continuaba y la visión del techo de arriba se le hacía demasiado familiar. El gerente, todavía medio aturdido por el sueño, parecía desconcertado. Al mismo tiempo, su cuerpo fue recuperando gradualmente el sentido, aunque no era una sensación agradable.

Dolorido... Doloroso...

Tang Tang dejó escapar un agudo silbido y entrecerró los ojos. La habitación iluminada se enfocó y, de repente, se sintió completamente despierto. No le prestó atención a la incomodidad que sentía en el cuerpo, se apresuró a buscar sus anteojos y contestó el teléfono.

"Hola."

"Oh, Dios mío, mi querido gerente Tang, mire el sol que hay afuera..."

"¿Puedes ver si está brillando? ¿Qué hora es ahora? ¿Y dónde están ustedes?" La voz exasperada de la estilista llegó a través del auricular.

Tang Tang se pellizcó el puente de la nariz, apartó las sábanas y se puso las zapatillas. Mientras hablaba, puso el altavoz del teléfono y se aclaró la garganta: "Llegaré enseguida. Haz que mi asistente prepare unos sándwiches y leche con antelación". Dio las órdenes y, con una mueca, empezó a vestirse.

El equipo que estaba detrás del joven maestro era uno de los mejores de la industria, desde estilistas hasta expertos en relaciones públicas. Este estilista recién

contratado había trabajado con Tang Tang y se llevaba bastante bien. Al escuchar que el cronograma no se retrasaría, se sintió tranquilo. El estilista siguió hablando y se fue desviando poco a poco del tema.

Aprovechando una pausa en la conversación, preguntó con curiosidad: "Oye, por cierto... ¿Por qué tienes la voz tan ronca?"

Tang Tang se quedó sin palabras "..." ¿Por qué tienes la misma observación que Feng Zhemao?

Tang Tang detuvo a la estilista por chismear y terminó la llamada rápidamente. Después de vestirse, la casa seguía en silencio sin ningún sonido.

El debut estaba a punto de comenzar y la estrella ni siquiera se había despertado. El teléfono inteligente que estaba sobre la mesilla de noche no dejaba de parpadear con mensajes y llamadas telefónicas. Todos, desde los ejecutivos principales hasta el equipo, estaban tan asustados que querían chocar contra la pared.

...Él simplemente tuvo que soportar las venganzas personales después de verse obligado a estar en lo más bajo siendo el más alto.

El gerente Tang respiró profundamente y se dirigió a la habitación de los jóvenes maestros, tratando de ser lo más gentil... Lo más gentil posible...

¡Y los echó a los tres de la cama!

Meng Chenyi gruñó en voz alta y se envolvió en su manta durante bastante tiempo antes de salir gateando. Qi Yan, con sus ojos de zorro bien abiertos, parecía completamente desorientado. En cuanto a Qin Yu, ya estaba maldiciendo en el momento en que se despertó. Tíró su manta, su expresión se oscureció y cuando vio a su manager... Al instante se puso serio.

Los tres alborotadores se levantaron en silencio, se lavaron y luego se sentaron en el auto de su manager para dirigirse al lugar.

Después de numerosas llamadas telefónicas, finalmente lograron sacar de la cama a los tres jóvenes maestros. El personal del equipo estaba tan aliviado y feliz que casi se le saltaban las lágrimas.