Transmigración rapida : robando a los gons para tener s*xo en grupo

Arco 2.6

Engañado y señalado por el doctor bribón

"Buenos días, doctor Ji".

"Doctor Ji, buenos días."

Las enfermeras en el mostrador de clasificación del hospital independiente más privado de J City saludaron al médico, que acababa de entrar tímidamente.

El médico que acababa de entrar tenía un rostro notablemente atractivo y un cuerpo alto y delgado, y parecía gentil y cortés.

El doctor Ji Zhangqing llevaba una bata blanca limpia y ordenada y en el bolsillo del pecho llevaba un valioso bolígrafo dorado lacado en negro. Entró en el hospital a paso firme, levantando la cabeza. Las gafas sin marco de su rostro reflejaban la luz y sonrió cortésmente a las enfermeras del mostrador de triaje: "Buenos días".

Después de intercambiar saludos, continuó caminando hacia el ascensor.

Varias enfermeras jóvenes se sonrojaron y miraron la figura que se alejaba de Ji Zhangqing, reacias a apartar la mirada de él hasta que desapareció.

En el tercer piso, en el consultorio del médico, Ji Zhangqing recogió los registros médicos del escritorio y fue a realizar un control de rutina en la sala.

(Ji Zhangqing es un cirujano muy conocido en el país. Todas las cirugías perfectas que ha realizado han asombrado a la gente. Dicen que tiene un par de manos de Dios que pueden convertir la descomposición en magia. El Dr. Ji es extremadamente rico y no necesita dinero, por lo que rara vez acepta nuevos casos. La principal razón por la que aceptó esta cirugía fue..)

-Buenos días, señor Tang. -Ji Zhangqing sonrió y se quedó fuera de la sala, golpeando suavemente la puerta. Su temperamento era apacible y las pupilas claras debajo de sus lentes miraban al joven en la cama del hospital, destellando un indicio de significado poco claro.

(Se enamoró a primera vista de la joven paciente de la historia clínica...)

Los azulejos de color blanquecino combinaban con la decoración sencilla y acogedora del hospital. Húmedas por el rocío, las rosas florecían en un jarrón de cristal, desprendiendo una fragancia tenue como la nieve en la cima de una montaña. Tang Tang estaba sentado en la cama con una bata de hospital suelta, sus piernas discapacitadas cubiertas por una sábana blanca. El joven tenía el pelo negro ligeramente largo y la piel clara traslúcida. Miraba por la ventana, perdido en sus pensamientos, hasta que alguien lo llamó por su nombre, lo que le hizo mirar hacia atrás y ver a Ji Zhangqing, que estaba de pie en la puerta lentamente.

-Buenos días...-saludó lentamente y luego miró hacia otro lado.

Los ojos de Ji Zhangqing se oscurecieron cuando se dio cuenta de que Tang Tang lo estaba evitando nuevamente...

Se quedó inexpresivo, como si no hubiera notado las intenciones del joven, caminó hacia la cama y se inclinó ligeramente. Su mano delgada y hermosa apretó la pierna de Tang Tang mientras miraba hacia arriba suavemente y preguntaba: "¿Cómo te sientes hoy?"

Tang Tang movió su cuerpo inconscientemente y dijo suavemente: "Estoy... estoy bien".

Tang Tang había estado en este hospital durante tres días. El tratamiento de sus piernas había sido difícil porque se había perdido la hora dorada. Se había estado preparando para la cirugía una semana después, tomando medicamentos durante los últimos tres días.

Ji Zhangqing se puso de pie, se levantó las gafas con una mano y sonrió con gracia a Tang Tang. Agitó el ungüento y dijo: "Es hora de tomar su medicina, señor Tang".

El hombre frente a él era muy gentil, pero esta gentileza asustó a Tang Tang.

Apretó la sábana con fuerza, queriendo pedirle a Ji Zhangqing que cambiara a la persona que le administraba la medicina. Pero el médico hizo bien su trabajo, sin errores, por lo que Tang Tang no tuvo el coraje de quejarse de él. Así que dudó un momento antes de asentir suavemente.