Transmigración rapida : robando a los gons para tener s*xo en grupo

Arco 5.7

-¿Por qué chocas conmigo? -exclamó Roman, cubriendo con su mano el cuello ligeramente despeinado y con la mirada fija en Angelo sin pestañear.

¿Es este el Tercer Príncipe del Imperio? ¿El futuro Emperador del Imperio? Aunque Roman parecía disgustado por fuera, estaba observando en secreto al apuesto y perversamente atractivo hombre que tenía delante. Dejando de lado otras consideraciones, solo basándose en el aura dominante que emanaba de él, el rostro de Roman se puso rojo y su corazón se aceleró. Cuanto más miraba, más sentía que Tang Tang, el Alfa que solo sabía de pelear y matar a diario, no era digno de un hombre tan bueno.

Roman sabía cómo amplificar sus propias ventajas. No era el epítome de la inocencia, por lo que había elegido un traje de un color vibrante que le sentaba bien. Para Ilamar la atención de Angelo, incluso preparó un traje basado en la descripción de Angelo en el libro. A primera vista, se parecía al atuendo rojo vino intenso de Angelo.

La exclamación de Roman llamó la atención de las personas que los rodeaban, quienes dirigieron sus ojos hacia los impecables trajes que vestían los dos hombres. Notaron el ligero rubor en el rostro de Roman e intercambiaron miradas cómplices que parecían decir: "Lo entendemos, lo entendemos".

Un suave y fragante calor lo envolvió, pero la expresión de Angelo se oscureció. Su buen humor se hizo añicos en un instante. Con su nueva cultivación y compostura, no tenía intención de enredarse más con esta persona. Sin embargo, nunca esperó que lo interceptaran con tanta insistencia.

-Tú... -Roman lo vio a punto de irse sin más y de inmediato se puso ansioso-. ¡Ni siquiera me has pedido disculpas! -pensó para sí mismo. ¿No mencionaba el libro que a Angelo le gusta alguien con una terquedad indomable como el General?

El tenue aroma a rosas del omega se estaba volviendo cada vez más molesto para él. Angelo bajó la mirada y de repente se rió suavemente. La comisura de sus

labios se curvó de una manera apenas perceptible, dando la ilusión de ser accesible.

El ansioso corazón de Roman se alivió y enderezó su postura sutilmente, adoptando un tono juguetón: "¿Cómo te llamas?" Sus ojos redondos y brillantes lo miraron, rebosantes de curiosidad.

Los hombres y mujeres que los rodeaban comenzaron a susurrar suavemente. Roman no solo no se avergonzaba, sino que era audaz y extravagante como un orgulloso pavo real.

Angelo no estaba de humor para entretenerlo. Inclinó levemente la cabeza y preguntó con dulzura: "¿Ya no quieres tu mano?"

Las mejillas de Roman, que se habían vuelto tímidas debido a la tierna sonrisa del hombre, se pusieron pálidas al instante siguiente. Levantó la vista alarmado. La voz de Angelo había sido tan suave, ¡pero Roman sabía que hablaba en serio!

De repente recordó que Angelo en el libro era un loco...

Los labios de Angelo se curvaron en una sonrisa y sus ojos entrecerrados se fijaron en él. Las pupilas de Roman se contrajeron y dio dos pasos hacia atrás, nervioso. Angelo se enderezó, emitiendo un sonido desinteresado con los labios y apartó la mirada a regañadientes, caminando hacia el salón de banquetes.

La gente que los rodeaba disfrutaba del drama. Charlaban: "Roman realmente intentó seducir a alguien en público". "¿El general Tang sabe de esto?", "Ha empañado la reputación de la familia Harvey". Y "Roman Harvey no es digno del general Tang Tang". Sus palabras contenían una mezcla de ira y vergüenza, lo que hizo que el rostro de Roman se sonrojara mientras bajaba la cabeza y se escabullía.

El Consorcio Noé, como fuerza dominante en el mundo de los negocios, solo podía describirse con una palabra: "extravagante". Al igual que el salón de banquetes preparado para la celebración de hoy, que abarcaba varios cientos de metros cuadrados, los candelabros de cristal de arriba emitían un brillo cálido, la torre de champán en la mesa larga contenía un líquido transparente y el lugar estaba adornado con intrincadas plumas blancas. A primera vista, exudaba brillo y dinero.